Desde Cero VIII

Estuve de pie frente a ella, pensando que pasaría a partir de ahora, firme ante todo, esperando que ella diera el paso que tanto anhelaba, no porque mi orgullo no me dejara darlo, sino por miedo a que ella me rechazara una vez más y el miedo era un monstruo de tres cabezas capaz de paralizar al más fuerte de todos. 

Lo supe en el momento en que alzo su mirada, de pronto todo se había vuelto claro, como antes, como siempre, no había necesidad de palabras, se puso de pie y limpie las lágrimas de su cara y desee con toda mi alma nunca haberlas provocado, se aferro a mi como la primera vez que note que su abrazo tenia otro sabor, porque sí, su amor tenia sabor, forma, textura, sonido, su amor incluso tenia un sonido único, uno que en algún momento de mi vida pensé que no lo era, cuando tape mi amor con uno nuevo y al final todas resultamos heridas; sabía todo de ella y sin embargo seguía aterrada por el momento en que se soltara de mi, Abril era un elemento completamente desconocido cuando era nuestro amor el que estaba en juego, y este juego era como la ruleta rusa, nos encontrábamos en el preciso momento en el que si sus palabras fuesen blanco o negro ya no había vuelta atrás y a pesar de ver su amor con tanta claridad, también veía su dolor.

- Buenos días rallo de sol 

- Buenos días - respondí con una sonrisa 

- Hacía tanto que no te veía sonreír así

- Así como?

- Como si de verdad estuvieses feliz

- Me falta tanto para estar completamente feliz Cami, pero te prometo que voy a estarlo

- Te creo

- Tu también tienes que prometerme que serás feliz

- Y quien te dice que ya no lo soy?

- Quizás el que se te note en los ojos las lágrimas nocturnas, hasta cuando pequeña, ya es hora de dejar ir

- Tu sabes lo que cuesta, a parte no es que lo extrañe, ni siquiera lo necesito, es miedo a no volver a confiar, a no poder estar con alguien nuevamente, no para ser feliz, ni siquiera para sentirme completa, siempre me he sentido completa yo sola, es algo más grande

 - Es que te engañaron  perdiste más que un amor

- Me perdí un poco yo en el proceso, ayer estaba en clases y analizaba el salto que me di de ser la isleña que amaba la naturaleza para ser esta letrada con capacidades que desconocía, eso te lo debo a ti

- A mi no me debes nada, estos son tus logros, yo te debo mucho, ahora solo estoy retribuyendo.

Camila siempre sabía más de mi que yo misma y siempre me sorprendía con sus palabras, la realidad era que la vida seguía y las dos nos encontrábamos de pie en la misma roca, esperando a saltar, avanzar sin mirar atrás.

- Te llevo a la U?

- No, entro más tarde hoy, tomo un taxi después, ahora quiero salir a correr

- A correr?

- Cariño, yo se que tu sobrevives bien a la abstinencia, es tu decisión, pero yo era una mujer casada y cien por ciento sexualmente activa, necesito liberar esto - Aquello me causo tanta risa que descargo un poco de su frustración en mi lanzándome los cojines que encontró a su paso.

- Para! Si quieres te enseño uno que otro truco para liberar toda esa "tensión" 

- No si me imagino que debes ser especialista en eso, después de tanto tiempo, pero tranquila, yo descubriré mis métodos por mi cuenta 

- oye, no me puedes culpar por querer ayudar

- Creo que se te hace tarde para llegar al trabajo

- Claro, si llego tarde me pueden despedir, suerte con el ejercicio - dije riendo mientras salia y pude oír el cojín golpeando la puerta mientras se cerraba.

Llegue a la oficina y como siempre Pamela estaba ahí primero que yo.

- Llegaras tarde algún día?

- Cuando quiera que me despidas

- Olvídalo! si te quieres ir tendrás que renunciar y yo voy a decidir si te dejo ir o no 

- Me tendrás trabajando en contra de mi voluntad?

- Como a una esclava

- Ouch! Buenos días jefa, como amaneció? 

- Bien gracias, que significa esa cara?

- Que cara?

- Esa Cara como queriendo saber algo de más

- Jefa esta delirando

- Pamela deja de decirme jefa te lo he dicho mil veces!

- Esta bien Hayal, nunca más lo prometo

- Gracias - dije con una sonrisa - ahora puedes entrar a mi oficina por favor

- Claro, pase usted

- Después de usted!

Me acomode en la maravillosa silla que tenia frente a mi escritorio mientras ella se sentó frente a mi, la mire fijamente para que comenzara a hablar pero solo sonrió.

- Qué paso?

- De qué, tu me pediste que entrara, que necesitas

- Pamela, hay algo que me quieras preguntar?

- Yo no, la que quiere saber es Camila, que me llamo para interrogarme pero yo no dije absolutamente nada

- Que te dijo?

- Que estabas diferente, que no le habías contado nada y quería que te espiara

- Ah que lindo! ahora tengo una espía en mi propia oficina

- No le dije nada así que no te preocupes, ahora puedo volver a mis labores? 

- Si por supuesto, tengo reunión ahora cierto?

- Si, la que me pediste que fijara ayer

- Si, a que hora quedo?

- En media hora

- Gracias y mi café?

- Viene en camino

- Acuerdame que te de un aumento de sueldo por favor - dije agradecida

- Ya mande a preparar un nuevo contrato para mi

- Que eficiencia la tuya no!

- Soy única lo se.

Pamela me dejo entre risas, su humor siempre me alegraba las mañanas, incluso cuando mi humor no lo permitía. La mañana avanzo, la reunión se llevo a cabo, Abril brillo por su ausencia, mientras que Viviana estaba presente desde temprano, quise preguntar que había pasado con ella, quise pero no lo hice. Después de darle mil vueltas a los documentos que se tenían que firmar, repasar todas y cada una de las peticiones de los brasileños y de designar quien iría  a Brasil a fiscalizar todo, termine la reunión y me devolví a la oficina.

- Pamela, Abril llego?

- Si, esta en su oficina desde temprano

- Y porque no estuvo en la reunión?

- Tenia una cita con unos proveedores, no podía faltar

- Ah, ok, dile por favor que se reúna con Javier para que revise los papeles, tiene que quedar todo listo hoy, mañana ya sera tarde

- De inmediato se lo comunico

- Y llama a Flavia Montero por favor, tenia que llamarla ayer y se me olvido

- Le traspaso el llamado a su oficina

- Gracias Pame.

Me senté a esperar el llamado y mi cabeza comenzó a delirar como siempre lo hacia, el miedo seguía presente y sus ausencias solo lo volvían más grande, si tan solo pudiese cruzar un momento su mirada.

- Bueno?

- Hola mamacita como estás?

- Ah! No que milagro, te acordaste de mi ingrata

- Sería mucho pedir que viajaras hoy mismo, necesito de ti

Pensé que nunca me lo ibas a pedir

- Tarada, ya tengo todo listo para los encuentros de la próxima semana, pero tengo que finiquitar unos documentos y necesito de tu presencia para eso

- Deberías partir por ahí socia, dime que son temas de trabajo

- Por supuesto que para trabajo, para que otra cosa te necesitaría

- Y tu secretaria de la voz hermosa estará ahí cierto?

- Flavia, contrólate por favor, el acoso laboral es serio

- Pero si no la voy a acosar, solo quiero saber si su voz acompaña el cuerpo

- No te diré nada, caliente de mierda, puedes viajar o no?

- Esa es forma de tratar a una socia de mi categoría? Pinche escuincla

- Enferma, viajas si o no?

- Cariño, Mañana a primera hora tomo el vuelo, le aviso a Pamela la hora de mi llegada, no me hagas esperar por favor

- No te matara esperar un poco

- Yo ya he estado en tu país cariño, no me costara nada irme por mis medios

- Ridícula, ya nos vemos entonces, comunícate con Pamela para todo

- Sera realmente un placer.

El libido de Flavia a veces era demasiado, aunque las veces que estuvo a punto de tenerme en su cama por su coqueteo infernal fueron muchas, de no haber estado como estaba, probablemente la historia seria otra.

Estaba a punto de dedicarme a leer los correos en mi bandeja de entrada

- Hayal, Eduardo quiere saber si puede venir esta tarde a verte, dice que necesita hablar urgente contigo

- Traspasa la llamada a mi teléfono

- Enseguida

- Aló? Edu...

- Si Hayal como estás?

- Bien gracias, oye no tienes mi celular?

- No, solo encontré el de tu trabajo, pero te llamaba para saber si puedo ir hoy a tu oficina, no se necesito pedir cita o algo así - aquello me causo risa

- Querido tu puedes venir cuando se te plazca, Gustavo no te lo dijo

- Es que Gus no sabe que quiero hablar contigo

- Esta todo bien?

- Si perfecto, pero necesito tu ayuda en un asuntito y se que solo tu me puedes ayudar

- entonces ven en cuanto puedas que no tengo nada para esta tarde

- en media hora estoy por allá entonces

- Ideal, nos vamos a comer juntos después te parece?

- Genial, nos vemos entonces

- nos vemos!

Habiendo avanzado con todo y cuando ya había pasado la media hora de Eduardo, salí para ver si es que no estaba esperando, pero solo estaba Pamela

- Necesitas algo? - pregunto de inmediato

- Si, quiero no tener responsabilidades, ser millonaria e irme a una Isla completamente desierta

- Hecho, alguna otra cosa?

- Podrías ser como mi bella genio y cumplirme los deseos

- Me basta con ser tu esclava, ahora quieres que sea genio?

- Una mujer tiene derecho a soñar

- Patrona, acaso no tiene trabajo que viene a interrumpir el mio?

- Ahora soy patrona? para pamela, prefiero que me digas jefa

- Es que patrona suena más como de esclava

- Si te trato de estúpida me denunciarías?

- Probablemente

- Entonces no lo voy a hacer. Estoy esperando a Eduardo

Pero no termine de decir aquello cuando Eduardo se apareció a mi vista

- Al fin!

- Hola cariño como estas?

- yo bien tu perfecto por lo que veo

- la felicidad a uno lo pone bonito, cierto? - pregunto a Pamela

- cien por ciento

- Yo quiero de ese brebaje milagroso - dije riendo - pasa Edu

- Gracias - dijo moviendo su mano para despedirse de pamela 

- Dime para que soy buena

- Sabes la fecha que se acerca, cierto?

- La fecha que se acerca? - pregunte mirando el calendario - Mierda! el cumpleaños de Gustavo

- Si, la cosa es la siguiente, Gustavo anda alegando que esta muy viejo, que no quiere celebrar nada, pero me dijo que seguro nadie se acordaba de su cumpleaños

- El no va a querer celebrar si le encanta, sobre todo cuando él es el centro de atención

- Lo sé, por eso quiero que me ayudes a planificar su cumpleaños, esta mañana hable con Abril y me dio unas ideas, pero dijo que tu eras experta en Gus

- Cierto, qué te parece si hacemos una Masquerade Party

- Una qué?

- Una fiesta con mascaras, créeme que si algo ha querido hacer ese, es una fiesta con antifaces

- Te creo, pero tiene que ser sorpresa

- Semi sorpresa, organicemos todo y el día de la fiesta le cuentas, le tienes su traje y su mascara lista, porque se muere si lo llevamos a un lugar y no esta correctamente vestido

- Con lo que se demora en arreglarse para ir al cine, me imagino lo que se demorara para esto

- Por eso, igual mucho tiempo no tenemos, pero déjame a mi lo del traje y tu preocúpate de buscar un lugar, elegante pero no aburrido, yo me encargo del resto

- Eso quería que me dijeran! te pasaste

- Ahora deja que me organice porque con el trabajo que tengo nos tendrá que ayudar Camila

- Si quieres le pido ayuda a Abril también

-  Podría encargarse de la decoración, que busque a alguien que haga ese trabajo y el catering igual

- Y como están las cosas entre ustedes si se puede saber?

- Cuando lo sepa te respondo

- Me parece, entonces me retiro

- No me acompañaras a almorzar?

- Cierto! ahí aprovechas de ponerme al día

- Con el bollo drama?

- Exacto.

No la vi durante todo el día, la tarde llego sin previo aviso y sin darme cuenta me había quedado tres horas después del horario de salida, pamela seguía trabajando y mi estomago necesitaba urgente alimento.

- No tienes hambre? - Le pregunte a Pamela 

- Si, la verdad me muero del hambre, pero en casa me esperan con comida

- Te vas?

- Si doña, termine por hoy - ya me estaba resignando a sus formas de llamarme

- Esta bien, pero me haces un favor antes?

- Pide algo para comer, me queda mucho aún

- Sushi?

- Tengo ganas de comida mexicana

- Bueno, llamo de inmediato, dile a seguridad que me lo traigan por favor, que lo carguen a la empresa

- Pido solo para usted?

- Ves a alguien más aquí Pame - dije moviendo la cabeza

- Es que como la señorita Abril sigue en su oficina yo pensé que...

- Llámala y pregúntale si quiere comer algo, quizás y esta por irse

- Ok. A su orden 

- Llega sin novedad a tu casa, entrometida.

Cerré la puerta de mi oficina y espere a que Pamela se fuera, la escuche que había pedido para dos, pero no sabía si ir a buscarla o no, de todos modos, tenia mucho trabajo y no tenia tiempo para pensar en ir  no ir a su oficina.

la comida tardo más de cuarenta minutos en llegar, Alejandro el joven de seguridad golpeó a mi puerta y el aroma de la comida me tenia con una ansiedad tremenda y entonces me decidí.

- Llego lo que pediste - dije llamando a su oficina

- Gracias, muero de hambre

- Quieres venir a comer conmigo?

- eh... bueno.

- Trae tu notebook si quieres y trabajas aquí, después de todo es tarde y... no se es solo si quieres

- Voy para allá

- Bueno.

Me mire en el espejo que estaba en mi escritorio, nerviosa como una niña, retoque un poco mis mejillas y rocié algo de perfume en mi cuello, mis manos comenzaron a temblar y tuve que cerrar mis ojos para tranquilizarme, en eso estaba cuando golpeo mi puerta y la acompaño un "permiso" antes de entrar

- Hola... - dije sonriente

- Hola - respondió ella de la misma forma

- Te escondiste en tu oficina todo el día

- No me estaba escondiendo, no digas eso

Levante mis manos como si no hubiese cometido una falta - disculpa

-  Te encanta la comida mexicana cierto... - dijo con algo de ironía en sus palabras

- Me gusta mucho

- Solo la comida?

- Abril... - dije llamando yo ahora su atención

- Lo siento, lo siento - imitando mi anterior gesto.

Camino y acerco su asiento al lado del mio, ordeno todo lo que estaba en las bolsas y solo le falto querer darme la comida en la boca, mi pensamiento me causo gracia

- De que te ríes?

- De nada - dije tomando asiento 

- Si claro - dijo sentándose a mi lado

Inevitablemente mi mirada se quedo pegada a la de ella, no se por cuanto tiempo, estaba sentada a mi lado y su cercanía me hipnotizaba, reaccione cuando abrió su boca

- Hola... - dijo sonrojada

- Hola... - respondí como si no lo hubiese hecho antes

Su sonrisa era tan enorme que tuvo que sacudir su cabeza para reaccionar, imite el acto y comenzamos a comer, entre palabras sin sentido y risas que no expresaban otra cosa que un coqueteo infinito que venia persiguiéndonos hacia años.

- Volverás a trabajar a tu oficina? - pregunte cuando la vi recogiendo todo

- De hecho ya termine lo de hoy, solo no quise desperdiciar una agradable comida - sus sonrisas me estaban derritiendo por completo

- Tu me superas - dije pensando realmente en voz alta

- Disculpa - dijo volviendo el asiento a su lugar - creo que fue una muy mala idea

- Vas a hacer siempre lo mismo?

- A que te refieres?

- Siempre haces lo mismo Abril, es como que lanzas la piedra y luego escondes la mano

- No estoy haciendo nada, sabes que? mejor me voy

Su cuerpo se perdió tras la puerta de mi oficina y yo no fui capaz de detenerla, no quise hacerlo, de haberla parado no hubiese hablado, probablemente la hubiese besado incluso en contra de lo que ella quería, podía pasar sobre mis necesidades, pero jamas lo haría sobre las de ella.

- Hola... - fue lo único que dijo Camila cuando entre, luego vi sus ojos enrojecidos y me paralice por un segundo

- Que paso? - pregunte luego de correr a abrazarla

- No se, so se que mierda paso Hayal

- Cariño, respira, dime con calma que paso?

- Me vino a buscar, no se como llego, pero me vino a buscar, después de tanto tiempo

- Camilo?

- Si, estaba en la U, mi mamá le dijo donde estaba

- Cariño, pero que te dijo?

- Que me ama, que cometió un error, que ahora se da cuenta

Su llanto era tan denso que podía sentirle el peso a sus lágrimas mientras las limpiaba una y otra vez de su cara

- Camila, si tu quieres perdonarlo... no soy quien para decirte que no lo hagas

- No! tu dime que no sea estúpida, que no lo perdone, dime que no puedo volver a atrás y dejarlo que me rompa el corazón otra vez, por que ya no lo amo Hayal!

- Entonces no lo hagas cariño, no vuelvas con el, pero perdónalo, porque sino esto te perseguirá siempre

- Es que no puedo perdonarlo, le tengo tanta rabia, tengo tan presente lo que hizo 

- Camila

 - dije poniéndome seria - quieres volver a la Isla?

- No

- Quieres vivir con inseguridad?

- No!

Entonces se valiente, perdónalo pero de verdad, con el corazón y dile sin lágrimas en la cara que ya no quieres estar con el, que no lo amas lo suficiente como para volver a su lado, porque cariño no te engañes lo sigues amando

- Si, pero me amo más a mi, yo solo fui una estúpida que se enamoro siendo niña y que vio que el único futuro que tenia por delante era ser una dueña de casa, tener hijos y esperar a mi marido siempre con una sonrisa, y que valientes son las mujeres que viven su vida así

- Pero no tu, cariño tu eres mucho más que eso

- Tienes razón, pero aún así siento que no puedo parar de llorar, Hayal que mierda me pasa

- Estas dejando ir Cami

- Y que voy a hacer?

- Yo me sentare a tu lado y tu vas a llorar hasta que te canses y cuando eso pase, nos beberemos una botella de vino que tengo ahí dentro y le diremos adiós a tu pasado

- y tu?

- Yo tengo tanto guardado que contarte, pero eso quedara para el vino.

Lloró tanto que como si fuese algo contagioso lloré con ella, no hubo tiempo para el vino, nos quedamos dormidas en la incomodidad del sofá, pero en una burbuja de amor diferente al de los enamorados, un amor que dura aun mucho mas tiempo, Camila se había vuelto una hermana, la única que iba a proteger con mi vida si era necesario.

. Hayal... nos quedamos dormidas aquí... - susurro moviéndome 

- Que hora es?

- Son las diez

- Tenias clases?

- No hoy no 

- Llamare a la oficina, me voy a tomar el día, quieres hacer algo? - dije removiendo las huellas de sus infinitas lágrimas

- Llévame al mar, quiero ver el mar

- Bueno, iremos a la playa

El grito que oí del otro lado del teléfono de parte de Pamela había sido más grande que el ultimo grito que me dio alguna vez el fuese mi padre, lo que solo me causo ternura por su preocupación. No tardamos mucho tiempo en arreglarnos y salir, el viaje era medianamente largo, pero las ganas de estar ahí y disfrutar el sonido del mar era enorme.

- Va a llover - dijo Camila, mire el cielo despejado y me burle de ella en su cara

- Con este sol Camila, como va a llover

- Te recuerdo la ultima vez que te reíste de mi por decir que iba a llover?

- No!

- Ya entonces cállate y espera

Llevábamos más de dos horas mirando el mar, riendo, soñando, viviendo una vez más, hasta que salio el tema que tenia atorado en la garganta, Camila me preguntó y solo empecé a responder, desde que la detuve en mi puerta, hasta que me abrazo con necesidad.

- Y que te dijo?

- Después de su abrazo?

- Si.

- Que la perdonara por todo lo que me había dicho, que el amor que tenia por mi la hacia volverse idiota, inmadura, hasta de estúpida se trato

- Entonces reconoció que te ama

- Si - dije moviendo la cabeza y mordiéndome el labio - Dijo que pensó que no iba a regresar, que más de una vez quiso dejarlo todo e ir por mi, pero algo la detenía

- Ya pero ahora que va a hacer

- Me pidió tiempo, que tenia que encontrar la manera de solucionar el enredo que había hecho, que no le quiere hacer daño a ella

- Y a ti si te pudo dañar?

- Yo también le hice mucho daño Cami, ahora solo quiero que las cosas vuelvan a la normalidad, claro que hay algo más

- Que cosa?

- Ayer discutimos, es tan testaruda y siempre hace lo mismo, desde que la conozco, me dice algo y luego hace como que no lo hubiese dicho

- paso algo ayer?

- No, si me dijo que no quería que pasara nada, no quería engañar lo que fuese que tu viese, que la quería y no podía dañar eso

- Abril está mas loca que tu

- ella es solo una persona normal, todos cometemos errores, me costo entender eso, pero a veces tenemos que dejar de ver a quien queremos como un ser superior perfecto, la realidad se aleja mucho de eso.

- Creo que ese siempre fue mi error, siempre vi a Camilo como alguien a admirar, este perfecto idiota que me robo el corazón

- Pero te lo devolvió?

- Primero tengo que perdonarlo, luego lo recuperare.

Nuestra infancia es la única culpable de buscar esa persona perfecta, ya sea un hombre o una mujer, Disney por ejemplo, ya seamos heterosexuales o homosexuales nos convenció de que existían un ser perfecto, un alma gemela llamada príncipe azul y aunque algunas busquemos princesas o otros busquen príncipes la realidad ese que ese ser perfecto no existe en la realidad o en los dibujos nunca nos mostraron su lado b, eso que conocemos de la otra persona con el tiempo, todos esos defectos que o podemos odiarlos o amarlos.

- Mierda!

- Que paso? - pregunto Camila mientras me levantaba

- Flavia debe haber llegado! se me olvido

- Se va a quedar con nosotros?

- Si! por eso digo!

- Oye, mira - dijo con toda calma mirando su mano - te dije que iba a llover

La gotas comenzaron a caer con calma, pero al momento de caminar al auto ya estábamos bastante mojadas, Camila reía por ser la mejor meteoróloga del mundo, según ella lo sentía en sus rodillas, yo no le discutía nada, siempre lo predecía y eso me bastaba.

Mire el celular que estaba en el auto y tenia diez llamadas perdidas - me van a matar - dije marcando a Pamela.

- Llego? - pregunte desesperada

- Patrona, esta es más doña que usted, esta en su oficina

- Ya que me espere ahí, voy de inmediato para allá

- Te puedes apurar por favor, esta que la lleva el diablo

- Si es un amor, se esta asiendo la linda contigo, después se le va a pasar

- Conmigo?

- Tu no le des importancia y veras

- Hayal a mi no me gustan las mujeres - dijo con nerviosismo

- Jajajaja, basta un susto para que me digas Hayal, tranquila mujer que no muerde

- Tu solo apúrate.

Me pase el camino de regreso previniendo a Camila lo coqueta que podía llegar a ser Flavia, que tuviese cuidado, por más que te gusten cien por ciento los hombres, había visto caer a la más dura en sus redes.

Llegamos a la oficina y todos me miraban raro, como si nunca me habían visto con buzo y zapatillas, el pelo desordenado y nada de maquillaje en la cara. se les olvida que cuando volví de mi auto exilio estaba peor.

- Donde está? - Pregunte con una sonrisa 

- Adentro, pero no está sola

- Con quien está? - pregunte a punto de abrir la puerta de mi oficina, "Abril" dijo solo moviendo sus labios.

Abrí la puerta de golpe sin mayor aviso - Perdón, interrumpo algo? 

- Te voy a matar! - dijo Flavia caminando hacia a mi, mientras Abril miraba al piso

- Si me adoras mamacita! - dije abriéndole los brazos 

- De eso te tomas provecho - respondió abrazándome - te extrañe 

- Si no ha pasado ni una semana Flavia por Dios - dije burlándome

- Si claro, como tu eres fría como un hielo no sufres

- Nos podemos ir? - pregunte ignorando sus ofensas

- Si por favor - respondió sonriente - Abril, muchas gracias por acompañarme - dijo despidiéndose de ella, la mirada de Abril por sobre su hombro hacia que mis piernas temblaran... solo un poco.

- Gracias Abril - dije a distancia - nos vemos mañana

- Nos vemos - respondió ella secamente

Y ahí estaba aquella antigua angustia de que en cualquier momento me iba decir "sabes del todo si me caso", y la muy tonta de mi quedaría destrozada una vez más.

Íbamos saliendo de la oficina cuando vi a Viviana acercarse...

- Ahí estás amor - dijo bajando sus brazos - hola Hayal - dijo dirigiéndose a mi

- Hola Viviana, como estas?

- Bien gracias - respondió - supongo que ya sabes la noticia - dijo ignorando todo acontecimiento reciente 

- Se casan - dije y pude sentir la mirada de Abril pegada a mi

- Si, falta tan poco! - dijo con entusiasmo - Amor, le preguntaste? - su mirada cayó en Abril y yo no quería saber cual era la pregunta.

- Ahora no Vivi, Hayal esta saliendo - Su respuesta solo me causaba curiosidad, a mi a todos los espectadores

- No tranquila, es muy personal? - pregunte a Viviana

- No, es solo que queríamos ver si podías darnos el día libre el próximo viernes - dijo Abril bajando su cabeza al preguntar

- A ambas?

- Si, es que tenemos que viajar a probarnos unos vestidos y no alcanzaremos el fin de semana - dijo Viviana respondiendo por ella.

- Hay bastante trabajo esta semana sí - dije buscando la mirada de Abril pero me la negó en todo momento

- Pero Cariño, estaré yo acá trabajando contigo, deja a las chicas que salgan - basto aquello para que Abril levantara la mirada

- No, si hay problema lo dejamos para después - dijo Abril mirando a Viviana

- No se preocupen, Flavia tiene razón, además las próximas semanas serán aún peor, si no van ahora no van nunca - dije sin mirarlas - dejen el permiso con Pamela hoy y mañana se los firmo

- Gracias - dijo Abril mirándome a la cara como si me reprochara lo que acababa de hacer

- Hasta mañana gente! - alce la voz ignorándola

Camila me quedo viendo como diciendo "de verdad acaba de pasar esto", mientras que Flavia me tomaba de la mano para caminar al ascensor, ya adentro. Respire.

- Que mierda fue eso! - dijo Camila 

- Si piensa que yo la voy a ayudar a salir de su relación está muy equivocada

- Entonces las cosas no están bien - dijo Flavia

- Están lejos de estar bien, respondió Camila

- Camila, ni siquiera te he saludado, un gusto al fin conocerte - dijo tomando su mano y soltando desde un principio su coquetería

- El gusto es mio - respondió Camila sonriendo, si no la conociera diría que aquello le había gustado.

La llegada de Flavia nos había ayudado a olvidar todo lo que estábamos pasando con Camila, después de trabajar todo el día llegaba a casa y lo único que quería era cocinar y comer cosas chilenas, mientras que Camila pedía que le enseñara a cocinar "The Real" comida mexicana. Flavia se sentía en casa con nosotras y Camila parecía sentirse cada vez mejor con su situación, al menos por el fin de semana no supimos de camilo y eso la tenia tranquila, claro que nada era para siempre...

- Te iras con nosotras a la U? - pregunto Flavia a Camila

- Si, me pasan a dejar porfa

- Tienes clases todo el día?

- No, hasta el medio día hoy

- Entonces que vaya a almorzar con nosotras! - Grito Flavia y su entusiasmo me preocupaba

- Si, almorzamos donde siempre, te tinca? 

- Bueno, pero después tengo que ir a hacer un trabajo, me prestas el auto a la tarde? - dijo con una gran sonrisa.

- Está bien, si hubiese aceptado el auto que te iba a comprar no andarías pidiendo el mio!

- No empieces otra vez! - dijo renegando mi eterna oferta

- Pienso que deberías aceptar su oferta - dijo Flavia sobre su hombro

- No - dijo mirando a Flavia - y no!

Partimos directo a su universidad, se despidió y bajo del auto, espere a que Flavia se cambiara de asiento cuando lo vi, esperándola detrás de un auto, su pelo se destacaría en cualquier parte de la ciudad.

- Que haces? - pregunto Flavia cuando apagué el motor del auto 

- Espero - dije indicando a Camila, mientras el se le acercaba

Tarde dos minutos en explicarle a Flavia quien era, le di distancia a Camila para que le dijera todo lo que tenia que decirle, cuando lo vi tomarle el brazo de esa forma supe que había terminado, cuando baje del auto Flavia ya estaba frente a el.

- Camilo apártate de ella por favor - dije antes de que Flavia lo golpeara o algo por el estilo

- Estas bien? - pregunto Flavia a Camila, pero ella estaba aún respirando marcado

- Hayal ella tiene que estar conmigo! es mi mujer por la mierda! - Grito Camilo con desesperación

- Oye, tranquilo - dije conteniéndolo - ven, estas dando un espectáculo y así no conseguirás nada - lo tome del brazo y por suerte me acompaño - quédate con ella - le dije a Flavia y saque a Camilo lo más rápido que pude del lugar.

- Que tienes en la cabeza Camilo!

- Estoy desesperado, no sabes la falta que me hace

- Me imagino idiota, pero esta no es la forma de recuperarla

- Es que tu no lo entiendes - dijo bajando del auto en cuanto me detuve

- Camilo, la engañaste, te metiste con otra y no me digas que fue algo de una vez porque no te voy a creer

- Si se que la cague, pero so no quiere decir que no la ame

- Camilo, por favor, que te dijo Camila?

- Que la dejara ir, que me perdonaba pero que ella quería seguir con su vida

- Ella esta bien ahora, esta conmigo, esta estudiando, si la amas realmente déjala ser feliz

- Si dice que me perdona, entonces porque no vuelve conmigo

- Y tu que quieres para ella?

- Que vuelva conmigo a la Isla, allá eramos felices

- Eran Camilo, ahora tienes que respetar su decisión

- Tu lo harías? respetarías la decisión de la mujer que amas?

- Si supiera que ella no me ama más si

- entonces ella no me ama ya?

- No lo suficiente para regresar a ti.

Aquello fue como si le lanzara un balde de agua fría y un poco de ella me salpicara a mi, después de todo, si ella decidía no regresar a mi era por que no me amaba lo suficiente y el resto era parte de su confusión.

- Me iré Hayal, no voy a regresar

- Vive tu vida Camilo, por la amistad que tenemos te lo digo, se feliz

- Crees que ella algún día regrese?

- es su decisión, yo solo quiero que termine de estudiar, que sea todo lo que se merece

- Su mamá la extraña, le hace mucha falta

- Lo se, pero no crees que merece ser un poco egoísta y vivir su vida?

- Aunque me parta el alma en el proceso

- No te haré sentir peor de lo que ya te sientes - dije abrazándolo - donde te estas quedando?

- En un motel aquí cerca

- Te regresaras hoy?

- Si, ahora mismo iré por mis cosas y voy a la estación

- Oye, vamos por tus cosas y te tomas un avión de regreso, te parece?

- No, gracias de todos modos, el viaje me hará bien para procesar todo esto

- procesar, pareces mina hueón - dije haciéndolo reír

- A ti también te he extrañado Hayal, me hace falta mi compañera de recorrido

- Créeme, si yo hubiese estado allá cuando hiciste lo que hiciste, te la corto por hueón!

- Ya, ya, mejor me marcho, me iras a dejar?

- Si amigo, prométeme que estarás bien

- Lo voy a estar.

Aquello había salido mejor de lo que esperaba, Camilo era una gran persona con un error a cuestas, como muchos de nosotros.

Cuando lo deje en el terminal de buses aun lloraba, pero al menos se iba y eso me dejaba tranquila, nada de bien le hacia a Camila tenerlo cerca. Me fui directo a la oficina, Camila me había enviado un mensaje que no había entrado a la U y Flavia la había acompañado a casa, no se si Flavia era más peligrosa que Camilo, pero al menos no era una desconocida.

- Buenos días - decía Pamela en cuanto me vio caminar en su dirección

- hasta ahora no tienen nada de buenos

- Y la señorita Flavia?

- en casa, una larga historia, pero bueno a lo que vengo, necesito que pospongas mis reuniones de la tarde, tengo que avanzar con unos pendientes, mañana llegan los brasileños tienes todo listo?

- Todo

- Muy bien, pamela tenemos que hablar acerca de tu trabajo - dije provocando una cara de nervio en su rostro

- Está todo bien?

- No, la verdad es que cera mejor que lo hablemos después con calma

- Muy bien, le traigo su café?

- Si por por favor, cuanto antes

- Enseguida

Sabia que aquello la había puesto nerviosa, pero me causaba risa su repentino comportamiento.

La mañana avanzo y Flavia brillaba por su ausencia, llame a casa pero no contesto ninguna de las dos, luego de un par de intentos, cuando estaba a punto de ir directamente a casa a verlas, Flavia se aparecio en mi puerta

- Al fin!

- Mucho trabajo?

- Demasiado

- Cariño me puedes mandar a pedir un café negro por favor

- Si señorita Flavia - respondió Pamela

- Gracias - dijo indicándome que entrara a mi propia oficina

Lo que para mi era extremadamente estresante, para Flavia era lo más fácil del mundo, antes de salir a almorzar tenia listo el trabajo que pensé me llevaría dos días y aquella liberación mental me recordó otro pendiente

- Gustavo!

- Tu amigo Gustavo? oye aun no me lo presentas

- Si cariño te lo presentare, pero antes tengo que planear su cumpleaños

- Y estoy invitada?

- Si planeas seguir aquí en dos semanas, estas cordialmente invitada

- Solo si me haces invitada de honor

- No se en que me acabo de meter pero acepto

Tome el teléfono y le pedí a Pamela que llamara a Abril a mi oficina, no quedaba nada para el cumpleaños y gracias a Flavia tenia tiempo para organizarlo

- Vendrá Abril?

- si

- Quieres que las deje solas?

- No, si sera sobre el cumpleaños, no te preocupes

- ok - respondió acomodándose a mi lado

- Qué haces?

- tranquila, agradécemelo luego

- Flav... - estaba a punto de regañarle cuando Abril abrió la puerta, la cara que puso al ver a Flavia sentada en el brazo de mi silla y acariciando mi pelo valía oro, aunque no significaba que eso me agradase

- Buenas - dijo cerrando la puerta - me solicitaste?

- Si, Abril se me había olvidado lo del cumpleaños de Gustavo

- Si, con Edu ya tenemos todo listo, nos vamos a juntar mañana para dividirnos los pagos 

- No de eso no se preocupen, yo me encargo de todo, lo que quiero es ver el lugar 

- No es necesario que te encargues de todo hayal, nosotros igual tenemos dinero para pagar, no es justo que tu pagues todo - dijo con un tono que nunca había oído de ella

- Ok, como quieras

- Cariño y que harán para el cumpleaños? música en vivo, entretención...? - preguntaba Flavia

- Una fiesta de Mascaras - respondía Abril

- Que genial! como a la que fuimos en Barcelona? - pregunto Flavia

- No cariño aquí no se ven bien ese tipo de fiestas -  dije sonrojandome por el recuerdo de aquella fiesta

- Bueno, si no me necesitas más me puedo retirar?

- Abril estamos conversando - dije evitando que se fuera molesta

- Lo sé, pero tengo bastante trabajo

- Oye y ahora que recuerdo, como te fue en tu prueba, eligieron vestido? - pregunto Flavia

Su cara era de una molestia que daba miedo de ver, no respondió nada y se fue dando un golpe a la puerta, que probablemente se oyó en todo el piso

- Eso es lo que pasa cuando le das demasiada confianza a las empleadas - dijo Flavia riendo mientras se paraba de mi lado

- Se enojo - dije yo como una estúpida

- Y no vas a ir tu como tonta detrás de ella a pedirle disculpas cierto

- No lo haré, no tienes que decirlo

- Me parece.

La idea de que Abril pensara que entre Flavia y yo pasaba algo me tuvo atormentada durante toda la tarde, sin embargo era algo que yo había causado, buscando provocar aunque fuese lo mínimo en ella, pero lo que había pasado en mi oficina me decía que iba por el camino equivocado, al final siempre era yo quien daba el brazo a torcer. 

Antes de terminar la tarde me dirigí a su oficina, no sabia que iba a decir, pero ya llegando algo se me ocurriría

- Permiso, puedo pasar? - pregunte tocando su puerta

- Ya estas adentro

Me senté frente a ella, su cara me decía tanto, pero sus ojos me gritaban que había llorado, no ahora, antes, la pequeña marca que se le hacia en el contorno de su ojo era tan notoria, al menos para mi, nada se me escapaba de ella.

- Abril... eso que paso está tarde no puede volver a pasar - dije en tono conciliador

- Lo sé, discúlpame no se que me paso

- Esta bien, pero por favor, no lo digo por mi, sino por los espectadores que pueden haber

- Lo sé Hayal, si viniste a darme un sermón es suficiente 

- No vine a eso, quiero saber como estás

- Como me ves? - dijo con ironía

- Hermosa, como siempre - respondí intentado hacerla sonreír

- No me hables así... - dijo casi suplicando mientras tomaba su cabeza y se afirmaba en su escritorio.

- Disculpa - dije tomando su mano

- No me toques tampoco - dijo esquivando mi tacto

-  Que tengo permitido hacer?

- Si pudieses no mirarme sería ideal - dijo mirando al techo

- Entonces creo que no tengo nada más que hacer aquí.

- Porque me diste permiso para salir el viernes? por algo no te había dicho nada

- no querías ir?

- No

- No se Abril, yo no puedo pretender que es lo que quieres y que no, no lo puedo adivinar. Lo único que tengo en mi cabeza es que en cualquier momento me vas a decir que te vas, que siempre si te casas, que no me amas y si a ella

- Ya pasamos esa conversación - dejo de mirar el techo y su mirada me dio abrigo

- Pero aquella vez yo te creí.

- Hayal, hay algo entre tu y ella?

- Porque me sigues preguntado lo mismo?

- Porqué? - dijo poniéndose de pie - porque me hierve la sangre pensar que estas con ella, que esta quedándose contigo, que pueda dormir contigo - continuaba hablando y yo la deje, oírla decir eso me provocaba tomarla y no dejarla ir - me me mueve todo aquí dentro pensar que ella haya llegado más lejos de lo que nunca se me permitió a mi.

- Entonces lo que tienes es un tema de posesión. - dije sin pensar

- Me estas psicoanalizando - dijo sonriente, no entendí aquella sonrisa - por eso no me lo quieres decir, quieres saber como respondo... no estas con ella 

- Como lo sabes?

- Lo veo en tu mirada - susurro y basto aquello para acercarme de golpe a su cuerpo, a su cara, a su presencia entera.

- Abril... - dije absorbiendo todo el aroma que salia de su cuello, sin siquiera tocarla

- Hayal, no por favor.

- Cuando terminaras con mi sufrimiento? - pregunte alejándome de ella tan repentinamente como me había acercado

- Esta noche - dijo revocando toda especulación que pude tener en mi cabeza de lo que iba a pasar

- Solo dame tiempo por favor, yo te voy a buscar en cuanto esto acabe

- De verdad lo harás?

- Si, solo se paciente por favor, es más complicado de lo que crees

- Abril, yo se lo complicado que puede ser

Su mirada una vez más me daba consuelo, había entrado a su oficina sin esperar nada y por la manera en que se estaba acercando a mi, me iría con mucho más de lo que pensaba

- Qué haces? - pregunte cuando tomo mi mano

- Sabes lo que me duele hacer esto y no obtener nada más de ti? por eso no quiero que me mires, después te iras y yo tengo que volver a mi realidad, a lo que yo misma provoque, con tu mirada calcada en mi memoria, sintiendo aun tu tacto - decía mientras acariciaba mi mano - me recuerda a antes, cuando me abrazabas sin saber que me derretías en cada abrazo

- Eran otros tiempos

- Y ahí tu no eras libre

- Lo sé

- Entonces vete y déjame que todo esto acabe, hayal, Viviana no tiene idea que eres tu

- Como?

- Ella sabe que algo pasa, me lo ha estado reclamando por meses, pero no sabe que eres tu y quiero que así siga, al menos por un tiempo

- Esto es real Abril? de verdad me estas diciendo todo esto?

- Tonta

- Es que me siento... no sé, no lo puedo explicar, pero esta bien, no tiene porque saber nada, solo prométeme que lo harás esta noche

- Ni un día más - dijo poniendo su mano en mi mejilla para luego separarse de mi.

Me sentía una niña de cinco años a punto de recibir el regalo prometido, quería gritarlo a los cuatro vientos pero era necesario callar, y así salí de su oficina, en silencio, hasta que Flavia me vio y lo comprendió todo sin que dijera absolutamente nada, solo me abrazo...

- Ahora podemos irnos?

- Si, pero antes me puedes esperar afuera, tengo que hablar con Pamela

- Le digo que pase?

- Si por favor

Pamela entro y nunca la había visto tan nerviosa

- Tu dirás - dijo sentándose en frente mio

- Pame, cambia la cara que no te voy a despedir - dije riendo y los colores le volvieron al rostro

- Eso es maldad - dijo respirando

- Tengo una proposición para ti

- Que tipo de propuesta?

- Del tipo laboral por supuesto! - dije moviendo la cabeza - la verdad es que este ultimo tiempo no estas siendo útil como secretaria

- como?

- eso, que necesito a alguien que conteste llamadas y agenda mis cosas etc. pero tu estas haciendo un trabajo más grande, es por eso que quiero ofrecerte una capacitación, para que manejes todo el tema comercial que necesitas saber, para que te vuelvas mi doble en esta empresa, que tomes decisiones y que otros las cumplan, quiero que tengas un puesto estable casi como lo que hace Abril, pero con otra dirección

- Me estas hablando enserio?

- Por su puesto, Pamela yo no era absolutamente nadie en la vida, si no hubiesen confiado en mi hoy no seria quien soy, solo quiero que tengas algo más, si casi haces es trabajo solo te falta el estudio

- Pero Hayal, yo tengo un pequeño en casa, estudiar significaría pasar menos tiempo con el

- No precisamente, puedes sacar un titulo a través de plataformas E-learning, todo es posible hoy, puedes hacerlo aquí o en tu casa, si es por el trabajo no te preocupes, que mañana mismo nos conseguimos una secretaria para ambas, y desde ya mande a preparar tu oficina en un espacio que tenemos libre aquí al lado de la mía

- no puedo creer esto

- Te estoy ascendiendo, dime gracias aunque sea

Su felicidad salia por sus poros, se acero y me abrazo, me agradeció tanto que no creí que mereciera tanto, con eso mi acción del día estaba completa, estaba feliz, por ella, por mi, por todo, ahora solo me quedaba llegar a casa y ver que me encontraba, no había tenido noticias de Camila en todo el día.

Mi sorpresa fue grande, cuando llegue y la música sonaba, el aroma de la casa indicaba que había estado cocinando, cuando la vi su sonrisa era de oreja a oreja

- Buenas Noches - dijo bajando la música - Adivina que hice - me dijo levantando sus cejas con cara de sorpresa

- Curanto! - dije por el aroma

- Me quedo de maravilla

- Que es eso? - pregunto Flavia

- Una cosa exquisita - respondió Camila con una cara que me decía mucho más de lo que quería saber

- Como dicen acá, "Si es Chileno, es bueno" - dijo Flavia

- A ver cual de las dos me va a decir que pasa aquí - dije con cara de pocos amigos

- Nada - dijo Camila - de que hablas

- De que no hace muchas horas estabas en estado de shock por lo que paso y ahora estas así 

- Y quieres que lo llore toda la vida?

- No, pero tan rápido Camila?

- Ay! hayal, deja de inventar cosas en tu cabeza y ven a ayudarme con los platos - respondió ella esquivando cualquier acusación escondida en mis palabras

Después de un rato olvide lo que estaba pensando, estábamos cenando y lo único que pensaba era en Abril y en como estaba afrontando su situación, desvariando en mi cabeza entre si estaba terminando todo o definitivamente no podría hacerlo, con ganas de estar con ella dándole mi apoyo, mi abrazo si lo necesitaba, tanto pensé que olvide que estábamos cenando...

- Hayal! que te pasa!!

- Ah?

- Te hablo hace rato, donde tienes la cabeza? - pregunto Camila

- Hoy es el día - dije con entusiasmo

- Que día?

- Va a terminar todo, se acabo la amarga espera - dije mientras comía

- Espera! hay algo que no me has dicho - dijo Camila

- Claramente! - complemento Flavia riendo

Seguí comiendo y contándoles lo que había pasado, aunque fuese ingenua, aunque no pasara nada después de todo, de todas maneras me sentía feliz y quería gritarlo.

La cena termino y Flavia me acompaño a lavar los platos mientras que Camila salia a comprar helado, porque a la linda se le había antojado helado, momento que aproveche para interrogar a Flavia.

- A mi no me engañas - le dije sin rodeos

- Con que?

- Te gusta Camila

- Que dices!

- Flavia, tienes esa cara de boba que vi en ti por dos meses, cariño a mi me diste esa mirada muchas veces

- estas celosa? - pregunto riendo

- Oye, es casi diez años menor que tu

- Nunca tanto y que tienes con la diferencia de edad?

- Entonces asumes que algo pasa

- Yo no he dicho eso

- Flavia... tu te vas a ir, sea lo que sea que tienes con Camila no la lastimes

- Ella es adulta Hayal, puede tomar sus decisiones

- Lo se, pero te conozco y eres una jugadora, Camila no se merece que jueguen con ella, menos ahora que sigue vulnerable... le rompieron el corazón Flavia

- Quizás a mi igual y por eso he sido así la mitad de mi vida

- De verdad te gusta?

- No te he dicho nada! - grito alejándose de mi

En el momento en que la iba a seguir alguien golpeo la puerta perturbadoramente, Flavia se quedo viéndome cuando escuche la voz de Camila gritando desesperadamente "Abran la puerta!". lo que vi luego de eso me dejo inmóvil por unos segundos...

- hayal! ayúdame! - grito Flavia ayudando a cargarla

reaccione tomando su espalda y dejándola en el sofá, yo había provocado aquello? su rostro estaba con sangre, no podía estirar su brazo y difícilmente respiraba, la peor imagen que había visto en mi vida

- Abril, que paso? quien te hizo esto! - pregunte entre lágrimas y rabia, pero no fue capaz de responder - Camila llama a Gustavo! - grite mientras tomaba mi celular

- Gustavo es Abril, esta toda golpeada! estamos en casa!  - dijo Camila tras el teléfono mientras que esperaba que me contestaran

- Señorita un ambulancia por favor!  - dije dándole mi dirección para que llegaran cuanto antes

- Hayal... - dijo Abril mientras buscaba algo de hielo para poner en su ojo

- Mi amor tranquila, estoy aquí - dije intentando no tocarla - quien te hizo esto preciosa? - pero no respondió - fue ella, fue Viviana?

no fueron necesarias palabras, las lagrimas que salieron con terror de sus ojos me lo confirmaban, me levante de golpe y tome las llaves del auto, pude oír los gritos de Camila y Flavia, pero el llanto de Abril me hacia sentir una ira que desconocía, como si algo cálido hubiese subido por mis brazos y mi pecho estuviese tan agitado como mi alma, hice oídos sordos a sus suplicas y corrí al auto, no sabia como la iba a enfrentar, pero de una cosa estaba segura, me iba a cobrar todos y cada uno de los golpes que Abril tenia.

Comentarios

  1. que intenso, esta buenísimo ,gracias por no tardar en publicar,aunque lo dejaste con mucha intriga,que creía Abril? que Viviana la iba a dejar tan fácil, mas o menos me esperaba eas reacción, lo malo es que Hayal se va a meter en problemas,en fin ,espero con ansias el siguiente capitulo,besos

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  2. A mi sigue sin gustarme esta pareja pero bueno a ver que hara Hayal y si que quiero ver si entre Cami y Flavia surge algo, espero la continuación pronto

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  3. Me encanta como escribes ;)

    Espero con ancias la continuación

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  4. Tolibu. Me tienes esperando con ansias tus relatos. Te sigo niña. Escribes precioso. Me tienes el alma en un hilo! Felicidades eres muy buena y monte tardes. Besitos

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  5. ¡No la podes dejar ahí! D: ah. Espero ansiosa el siguiente capi, hermosa escritora.

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  6. Omg! Como le pudo hacer eso? Ojala q Hayal no se meta en muchos problemas, gracias tobilu escribes maravilloso en verdad q tus historias siempre me ponen chipi jeje, no te tardes porfa! Pero si es necesario tardate je . Saludos =)

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