Desde Cero VII

El amor es para cobardes o para valientes? eres un cobarde si escapas de él o un valiente si das un paso al lado, en que punto aceptamos que nuestra decisión ha sido la correcta, como sabemos cuando es correcto dejar de luchar. Quizás mi cabeza solo de vueltas sin sentido alguno, por que mi corazón ya cedió su lugar, es la razón la que reina.

La mañana siguiente no me trajo tranquilidad, ni consolación, no me entrego un abrazo ni mucho menos me cobijo, la mañana siguiente fue fría, solitaria al igual que mi corazón.

- Hayal estás ahí? - pregunto por enésima vez su voz tras la puerta, se habían vuelto gritos - Hayal si no respondes iré por seguridad para que abran tu puerta! - dijo por ultima vez desconcertada.

Termine de hacer lo que estaba haciendo y olvide su ultimátum, olvide su voz incluso.

Cuando estaba a punto de salir la vi venir con dos personas, ninguna traía buena cara y al contrario de lo que esperaba, ella se acerco a abrazarme... ni mi cabeza, ni mi cuerpo reacciono a aquel abrazo

- Porqué no respondiste! - grito pegada a mi - pensé que te había pasado algo! - completo sin ocultarse mientras limpiaba las solitarias lagrimas que corrían de sus ojos.

- Estoy bien, no te engañes abril - dije apartándola de mi - Señores disculpen que les sacaran de su puesto de trabajo, como verán estoy bien.

Su mirada era de rabia y desconcierto - Porqué no respondiste cuando llame a tu puerta... Yo pensé que... creo que da lo mismo lo que pensé

- Qué pensaste, qué me había quitado la vida? - mi ironía no era más que un bloqueo a la realidad que enfrente la mitad de la noche, la de saltar de un balcón, cortar mis manos o intoxicarme con la peor de las drogas - estoy bien Abril, no es necesario que te preocupes de más

- Que te pasa Hayal, porqué me hablas así? - su pregunta me parecía el más malo de los chistes, como quería que le hablara? como la tonta que buscaba algo que nunca tendría?

- Disculpa, estoy bien, en media hora tenemos una reunión y deberías ir a cambiarte - dije intentando sonar conciliadora


- Me cambiare ahora - dijo limpiando una vez más su rostro, sentía raro en responder de la forma en que lo hacía, no sabia si era dolor o la palabra dolor ya había sido superada en mi vocabulario, pero ya nada iba a ser lo mismo.



Baje por un café mientras la espere, a su llegada intente ser normal, tener un trato digno de jefa a empleada, aunque aquello me comiera por dentro.



- Abril, tu sigues siendo mi mano derecha en la compañía, esta tarde cerramos el trato y tu regresaras a Chile...


- Y tú? - pregunto interrumpiéndome

- Yo me iré en una gira, Flavia me propuso captar otros mercados y viajare por un poco más de dos meses, en ese tiempo confió plenamente en tus decisiones en la empresa y si necesitases de ayuda tu hermano no te la va a negar, el sabe el manejo de todo.

Su rostro era de total asombro, yo estaba asombrada por la forma en que le había hablado, termine mi café y le sonreí mientras por dentro tragaba mis lagrimas.

- Estoy demasiado desconcertada con todo esto Hayal, después de lo qué paso anoche yo...

- Anoche quedó todo claro Abril, yo entendí todo lo que me dijiste y quiero que sepas que mi trato hacia ti sera completamente profesional y ético, no te preocupes tampoco por el trabajo de tu novia que seguirá ahí, pero si te pido que está sea la ultima vez que tocamos el tema, por mi bien - toque su mano y por más que me contuve mis ganas de llorar se hicieron presentes tirando por la borda mi perfecta actuación - Vamos se nos hará tarde - dije escapando de su mirada y tratando de no ser descubierta.

La reunión fue un éxito, evite su vista durante el tiempo que duró nuestra cercanía, aunque me fue inevitable no darme cuenta en como su mirada me buscaba incluso cuando la repelaba completamente.


- Donde van a almorzar? - pregunto Flavia cuando salíamos de la oficina

- Es nuestro ultimo día aquí, llévanos a comer algo de tu tierra natal.

- Hecho! 

La idea de seguir en su presencia no era otra cosa que masoquismo puro, tener que soportar sus miradas, su aroma cerca mio mientras se sentaba a mi lado en el auto, la forma en que se hacia tronar los dedos por su nerviosismo, le molestaba mi cercanía, eso estaba claro.

Llegamos a un local que lejos de ser los lujosos restaurantes a los que nos habían llevado, era el más acogedor, el aroma a casa de pronto nos trajo naturalidad, en la forma de hablar, en la tranquilidad de estar la una frente a la otra como si nada hubiese pasado. Nada.

- Te gusto Abril? - pregunto Flavia mientras Abril tragaba lo que tenia en la boca

- Me encanto! y es tan picante, pero sabroso.

- Si a ti te encanta el ají - dije sin pensar

- Si, me encanta - respondió sin mirarme a los ojos, pero aun así respondió.

- Chile, se le dice acá, al ají

- Con razón las Chilenas somos picantes, sabrosas pero peligrosas - dije riendo

- Y a mi con lo que me encanta el chile - respondió Flavia con una mirada que incluso a mi me sonrojo

- Cuidado que mucho ají daña el estomago - dijo Abril sin previo aviso

- Creo que eso depende del ají o chile en este caso - dijo mirando a Abril - hay unos como el serrano, ese es picante, mortal podría decirse, pero también están los jalapeños - pauso y me miro seriamente - que cuando se ponen maduros se vuelven dulces, esa combinación aunque pica, no podría dañar el estomago.

Entre risas y debates pasamos el almuerzo, hasta que llego la hora de ir a preparar las maletas, ella para su regreso y yo para mi partida, por aquel par de horas se me había olvidado la realidad que vivíamos, Flavia se despidió con un hasta luego de mi y un hasta siempre para ella, note en su rostro que el golpe de realidad también le había dado a ella.

El silencio en el auto de vuelta al hotel era insoportable, sus manos se entrelazaron a la altura de su busto y su cabeza daba de contrario a mi lado del vehículo, casi sentía como miraba el exterior sin querer girar su cabeza, de haberlo hecho se cruzaría de golpe con mi mirada, quizás ella me diría de pronto mucho más de lo que sus labios me habían dicho, tal vez las palabras que su mirada guardaban me agradaban más que las de su boca.


Llegamos al hotel y caminamos directo al elevador, rogué por que se abriera de inmediato y en cuanto lo hizo la hice pasar a ella primero, le regale una sonrisa sincera mientras entraba y ella me la devolvió casi dudando de hacerlo, presione el numero de nuestro piso y simplemente espere...

- Necesito saber si te vas por que es lo mejor para tus negocios o por lo que pasó anoche.

Su pregunta sin rodeos me dejaba sin habla en el preciso momento en que el elevador se paro para abrir sus puertas, me quede ahí como estatua y ellas se volvieron a cerrar...

- Hayal solo responde, te vas o por ti o lo harás por mi.

- Y habría una diferencia si fuese por ti o por mi? - pregunte con coraje

- Sí la hay, necesito saber si te vas para estar bien o lo haces para seguir con tus antiguas costumbres de arrancar cuando todo se vuelve más complicado de lo que a ti te gustaría.

Aquello me dejaba una vez más en jaque-mate 

- Me responderás o nos quedaremos en el elevador hasta que hayas encontrado el valor que buscas 


De pronto ella tenia el poder de todo y yo no existía en el diminuto espacio que nos encontrábamos, la puerta del elevador se abrió y entro una pareja de enamorados, sus manos se entrelazaban con necesidad del otro, subieron al penúltimo piso y en su trayecto se miraban casi como si se devoraran con los ojos, aquello me dio envidia, mire a Abril de reojo y su mirada se dirigía arriba, como si estuviese pensando en alguien más, en ella probablemente. Ellos bajaron y el elevador se volvió a cerrar, volví a marcar el numero del piso al que íbamos y en cuanto se abrió bajé.

- No me vas a responder.

- No y no lo hago por que sea cobarde, si no porqué soy lo suficientemente valiente para dejarte ir

- Y aquello es valentía?

- Lo es cuando me dices que la amas, que lo que sentiste un día por mi se acabo, ahí soy valiente, por que si pasa un día más cerca tuyo sin tener auto control de mi me volveré una tonta arrastrándome para mendigar un poco de tu amor - grite una vez más acercándome a ella, tomando sus brazos - por que se me hace tan difícil respirar cerca tuyo que en cualquier momento voy a enloquecer, voy a olvidar que te respeto como lo hago y obviare toda mi poca cordura y te voy a besar, aunque me repudies por eso. - apreté mis dientes en aquella ultima frase y me aleje de ella cinco pasos - por eso es que me voy, por ti, por mi, por la necesidad que tengo de seguir teniendo dignidad e intentar hacer mi vida sin ti, por ti.

Ni siquiera espere a una respuesta de sus labios, mucho menos tendría respuesta de su cuerpo, tal vez ilusamente después de aquellas palabras esperaba una reacción, buena o mala me daba lo mismo, pudo haberme seguido y gritado lo que quisiera, pero solo se quedo ahí, dispuesta a que me marchara con todo lo que estaba sintiendo cuando había sido ella quien provocaba todo en mi.


Al preciso momento en que entre en mi habitación mi cuerpo se desvaneció en el tiempo, deje de ser un estado y me volví algo inerte, creo que camine a la cama, asumo que recosté a su lado, invisible como si mi recuerdo y mi necesidad la hicieran presente cuando lo único que había a mi lado era un espacio vacío y aún sabiendo aquello la abrace en mi mente, me aferre a ella con uñas y dientes.



Tarde dos horas en reaccionar y sentir que era un ser humano, que ya había decidido mucho antes que iba a estar bien, no podía seguir con la rutina de siempre de hacerme mierda por dentro cada vez que me enfrentaba a ella o cada vez que del todo le daba la espalda, había pasado por mucho en mi vida como para volverme una persona depresiva por su causa o más bien por mi causa y su efecto.



Mis planes se llevarían a cabo, en dos meses no la iba a olvidar, lo tenia claro, pero podía aprender a no perder el control cuando la tuviese cerca, me acostumbraría a la idea de su desamor, al menos así podría vivir tranquila o simplemente vivir. llegue a la recepción y al momento de pagar me confirmaron que ella ya había partido, el dolor que sentía era tan fuerte que no supe distinguir si había cambiado al saber que ya se había ido o simplemente me quitaba un peso de encima.



Una semana en Brasil, Dos en Colombia y una más en Ecuador, un mes pasa volando cuando la persona que te acompaña  te hace reír, Flavia se había vuelto una amiga, una de pocas. Me había presentado a sus socios en los diferentes países y al menos dos sucursales estaban casi cerradas, ahora solo quedaba el salto más grande, Europa. 



Las noticias que tenia de mi país si no eran de Camila eran de Pamela, no recibí ni siquiera un mail de Gustavo y mucho menos uno de Abril, pamela se encargaba de informarme como iba todo en la empresa, las cifras que entregaban las tiendas y el comportamiento general de Abril al mando de todo, nada se le escapaba ni nada pasaba por alto, incluso las horas que pasaba con su novia en mi oficina.



- Estas lista para regresar Hayal?



- La verdad?



- La mera mera



- Me quedaría aquí toda la vida.



- Entonces quédate



- Si pudiera, si fuese así de fácil Flavia, pero la realidad es que ya corrí suficiente y no me quedan más escusas para no regresar, Camila me necesita y tengo un negocio que dirigir



- Cierto, sobre todo ahora que te volviste internacional



- Todo gracias a ti



- Gracias a ti Hayal, después de todo de un corazón roto siempre nacen las mejores ideas



- Aunque ese corazón este hecho pedazos?



- Con mayor razón.



El día y la hora de mi regreso ya estaba fijada, Camila iría por mi al aeropuerto, por que ya le habían dado su licencia de conducir y lo único que quería era mostrarme sus dotes de conductora, Abril había sido informada de mi regreso por una reunión a la primera hora de aquel Lunes un día después de mi llegada. El viaje de regreso fue tranquilo, la distancia me había hecho bien y la cercanía no pretendía matarme, solo esperaba que todo siguiera como lo deje.



- Como te extrañe! - me dijo junto a un abrazo Camila, con su peculiar acento cantadito que extrañaba a diario.



- Yo también te extrañe niña loca



- Tengo tanto que contarte, tu tienes tanto que contarme!



- Hay mucho que quiero saber, pero primero llévame a casa que el viaje me mato



- Te enamoraste de la Flavia esa o no?



- Dije que primero me llevaras a casa o no?



- Si pero necesito saber



- Después de ti es una gran amiga, nada más que eso Cami, ya te lo dije



- Ah... - respondió como si le apenara oír mi respuesta



- Querías que me enamorara de ella?



- No... bueno, sí.



- Ojala las cosas fuesen tan fáciles - dije metiendo mi maleta en el auto.



De camino a casa su silencio me ponía un tanto curiosa, quise atribuírselo al hecho de que estaba manejando y no era bueno distraerla cuando recién empezaba, pero el silencio también hacia a mi cabeza pensar más de lo necesario y el efecto de estar en la misma ciudad que ella hacia que mi tiempo fuera fuese en vano.



Llegamos a nuestro destino  la verdadera Camila se hacia presente, me contó desde sus clases en la Universidad hasta los tipos que querían salir con ella, su papá la había venido a visitar y con el noticias de Camilo, su mamá solo quería que volviera a casa y enfrentara lo que quedaba de matrimonio, pero su padre no se lo iba a permitir, "Tu serás alguien en la vida, tendrás un titulo, la Señorita Hayal te dio esta oportunidad y no la abandonaras por un pobre diablo que no te merece" fue lo que dijo su padre; aquello era lo único importante tanto para ella como para mi.



- Fin de hablar de mi, cuéntame algo más aparte de lo aburrido que me contabas por mail



- No hay mucho mas que contar, aparte de los negocios que cerré



- Eso ya lo se, pero y aventuras Hayal, no disfrutaste nada?



- Si, o sea salí mucho, conocí lugares increíbles, personas que jamas en mi vida hubiese conocido de no ser por Flavia, habían unos mochileros en España, la verdad que me facino su manera de vida, después de lo que viví hace un tiempo, caminar sin rumbo alguno, creo que no hay etapa de edad para vivir algo así.



- Hayal ningún romance? ni algo de una noche si quiera?



- No tuve tiempo para eso



- Eres de una fomedad - dijo tapando su cara de golpe



- Bueno y tu? tenias todo esto para ti sola, habrás tenido muchos hombres en tu cama ya que me reclamas tanto a mi



- Yo estoy superando una separación Hayal, es distinto, tengo que esperar un tiempo prudente para comenzar a salir



- Si claro! eres un cínica, te atreves a molestarme a mi, cuando por lo menos deberías comenzar los papales del divorcio



- En eso estoy, hable con un abogado y e van a ayudar.



- Como?



- Eso, voy a iniciar los tramites del divorcio



- Supongo que le pediste el nombre de mi abogado a Pamela, ya que a mi no me habías contado nada



- No tuve necesidad, yo puedo hacer las cosas por mi cuenta doña



- Nada de doña, mañana mismo vamos con mi abogado y haces las cosas bien, no puedes andar por ahí confiando en cualquiera.



- si Jefa! a su orden



- tarada! - grite arrojando un cojín en su cara - ahora me puedes decir si viste a Gustavo en todo este tiempo



- Eh... si 



- Ya, entonces explícame que tiene conmigo y porque no se comunico ni nada



- Creo que eso debes preguntárselo a el



- Camila paso algo de lo que me tengo que enterar?



- Así como algo grave... no, pero si hay ciertas cosas que debes hablar con el.



- Y no me puedes ahorrar el viaje y hablar tu?



- La verdad?



- Si, obvio!



- Pucha la cosa es medio complicada y Gustavo me hizo prometer que no te diría nada



- Que paso Camila habla.



- Es sobre Abril



- Que paso con ella, esta bien?



- Si esta bien, es solo que Gustavo no se atrevía a contarte por mail



- Qué cosa Camila!



- Que a Abril le propusieron matrimonio y ella dijo que si.



- Acuerdo de vida en pareja Camila



- Como?



- Que no es matrimonio en este país, es un simple acuerdo de vida en pareja



- Ya, pero estas bien con esto?



- Si, porqué tendría que estar mal?  cuéntale a Gustavo que legue y no le digas que yo lo se, me daré un baño ahora.



- Bueno yo lo llamo - respondió dándome una empática sonrisa



Camine como pude al baño, quite mi ropa y me metí bajo el agua, basto eso para que lo salado que salia de mis ojos se mimetizara con el agua que caía por mi cabeza, no sabia porque me afectaba tanto, si desde un principio supe que ella no me amaba, al menos no como amaba a la que ahora sería su mujer con todas las de la ley.



- Hayal! Gus viene en camino! - su voz a través de la puerta me trajo de vuelta a la realidad, me había perdido por casi una hora bajo el agua.



Salí del agua y me puse lo primero que encontré, cómodo, ligero, la idea de lo que iba a pasar en mi futuro estaba muy lejos de lo que pretendía cuando estaba por volver y las ganas de volver a correr lejos de este lugar eran enormes, pero por una vez en mi vida debía de dejar de arrancar. me mire en el espejo y fue inevitable no ver como siempre lo hacia el colgante que no me quitaba en ningún momento, el mismo que era hora de quitarme, sentí como si me quitaran una carga muy pesada, pero ningún alivio viene sin un poco de dolor.



- A mi no me tienes que mentir, segura que estás bien? - pregunto Camila mientras me daba un te



- Estoy como puedo estar, si te digo que mal, me voy a sentir peor de lo que estoy y no volví para estar mal Cami, ya quiero dejar todo esto atrás.



- Si hay alguien que te entiende soy yo... - su media sonrisa fue interrumpida por el sonido del timbre, intente poner una sonrisa en mi cara, sabia que era Gustavo



- Ya lo sabes! - dijo antes de entrar con solo ver mi cara, miro directamente a Camila - te voy a matar! - dijo sabiendo que había sido ella quien me había contado.



- Primero explícame por que no me respondiste ningún mensaje en todo este tiempo



- Tenia miedo y no puedes culparme



- Miedo?  ya... y de que si se puede saber



- De que repitieras las historia, de que te fueras sin volver si te lo contaba, de pasar más tiempo lejos que la vez pasada, ya no quiero que te alejes testaruda, si te extrañe tanto - se acerco a abrazarme y su abrazo se sintió tal cálido que no quise despegarme de el, al menos no por unos minutos



- Supongo que no estaré invitada a ese matrimonio - dije como si se tratara de cualquier persona.



Gustavo corto de golpe  el abrazo para mirarme a la cara, buscando no se qué en mi mirada, en la que no encontró nada del otro mundo, miro a Camila y esta solo dijo "a mi no me mires que está así desde que lo sabe".



- Estoy bien, no estoy de maravilla, pero que voy a hacer, no me voy a quitar la vida por eso ni voy a ir a raptarla para que no lo haga, la vida no es una telenovela, a los dos se lo digo



- Estás con alguien Hayal? - pregunto Gustavo entrecerrando sus ojos - por que solo te veo actuando de esa forma si ya tuvieses a alguien con quien pasar tus penas



- No veo estando con alguien en mucho tiempo Gus, la verdad es que no me interesa por ahora.



- Tan destruida estas? - preguntó tomando mi mano



- No quiero hablar más de como me siento, mejor dime como está ella



La mirada de ambos se centro en mi cara, Camila frente a mi y Gustavo a mi lado, las  ganas de salir corriendo de mi vida se hacían presentes una vez más.



- Mi hermana está bien, si te digo la verdad anda un poco rara desde que sabe que volverás



- Porqué?



- Creo que secretamente quiere que la detengas



- Ay! Gustavo no estés metiendo cosas en mi cabeza!



- Es verdad, está extraña en todo sentido, a parte si debo ser extremadamente sincero, no me gusta la idea de que este con esa mina para siempre



- Gustavo, le propusieron matrimonio y dijo que si, tu opinión no importa, deja a tu hermana que sea feliz y no este metiendo cosas en mi cabeza que no son verdad.



- No se te puede decir nada ahora!



- Bueno pero Gustavo piensa el tema que le estas tocando igual - interrumpió Camila



- ya si se, tienes razón, pero Hayal, tu sabes todo lo que yo te quiero y quizás no debiste rendirte tan luego, tal vez deberías luchar un poco más, no se solo digo lo que pienso.



- Tu hermanita te dijo lo que paso en México?



- Si, o sea me dijo que habían hablado, que tu te habías ido y ella se quedaba a cargo de todo, que las cosas estaban como tenían que estar.



- Claramente la forma en que ella lo recuerda es muy distinta a la mía, no te contó que le dije todo lo que sentía por ella y me destrozo el alma diciéndome a los ojos que era a la otra a quien amaba, a esa que ahora va a ser su mujer ante la ley, y como si fuese poco después me encara para saber porque me voy y en vez de tener un poco de empátia por como me sentía, por todo lo que le dije, solo se marcho...



- No me dijo nada de eso



- No si ya me di cuenta, Gustavo si tu o ella pretenden que yo haga alguna locura, quédense tranquilos por que no lo voy a ser, si no se quiere casar que sea madura y no lo haga, si tiene miedo porque yo haga algo para detenerla, dile que no se preocupe, no pretendo hacerlo.



- Esta bien, pero al menos por el tiempo de amistad, por todo lo que hubo entre ustedes... no se, no quiero decir que tengas que estar en su ceremonia, pero al menos dile algo



- Gus...



- Te van a invitar - Dijo antes de que pudiese articular palabra



- Como?



- eso, que invitaran a las personas de la empresa y  Viviana dice que no te pueden no invitar.



- Gustavo, tu hermana me dejo en claro que entre nosotras nunca hubo una amistad y si me llegan a invitar como su jefa les enviare un regalo y una tarjeta, pero no me pidas que este ahí, ya intente el suicidio una vez y hacerlo públicamente simplemente no me parece.



- Que tu qué! - grito Camila poniéndose de pie



- Eso, no asistiré aunque me inviten y no quiero hablar más del tema



- Ya oíste Gustavo - dijo Camila antes de que el pudiese hablar - se acabó el tema.



El silencio duro un par de minutos, es difícil cambiar de tema cuando tu tema es un elefante sentado en la sala, pero no imposible, Gustavo me puso al día con lo maravillosa que estaba su relación y no dejaba de decirme una y otra vez la falta que le había hecho, aunque lo único que tenia en mi cabeza era en como iba a retomar mis deberes, como iba a llegar a esa oficina, no era como si nunca hubiese estado alejada, la ves anterior fue mucho más tiempo, pero también la vez anterior venia dispuesta a recuperar el amor, que poco me duro la felicidad de aquellos días, que ganas de volver al momento en que conocí el sabor de sus labios, el preciso momento en que casi la tomo en mi oficina, misma oficina que ella debió disfrutar con la tipa esa, en que momento me perdí de mi recuerdo...



- Hayal te estoy hablando! - dijo Gustavo haciéndome entrar en razón



- Como? 



- Hace rato que te habla - dijo entre risas Camila



- Disculpa, creo que es tarde y tengo mucho que hacer mañana



- Que harás mañana?



- Tengo que organizar unas reuniones para el otro mes, vendrá gente importante todas las semanas



- Trabajo y más trabajo, porque no van a cenar a casa?



- está bien, solo prométeme que no habrán sorpresas



- Promesa de niño explorador!



- Te hubiese gustado ser niño explorador idiota



- Nunca me dejaron ir - dijo limpiándose los ojos como si estuviese llorando



- Tarado.



Esa noche no se si dormí, recuerdo haber cerrado los ojos por un instante, lo único que se es que mis ojeras en el espejo no se veían muy bien y de un momento a otro ya estaba de camino a la oficina a enfrentar todo lo que me aterraba.


Pase a dejar a Camila a la Universidad, pare por un café de aquellos que anhelaba y continué mi camino, puse un poco de música y "la vie en rose" acompaño mi camino. Ojala la vida fuese como aquella canción, tener a alguien que me tome entre sus brazos y me hable tan bajo que vea la vida en rosa, que me dedique una y mil veces palabras de amor, palabras de amor que solo me hagan feliz, ojala mi vida fuese como esa canción.


Estacione el auto y camine tan lento que pensé que no caminaba del todo, llene mis pulmones de oxigeno por que sentí que no respiraba del todo, no eran nervios lo que sentía, era ansiedad, ansiedad por verla y que acabara todo de una vez y por todas, para decirme una vez más que debía seguir adelante, ya me estaba cansando de aquellas palabras en mi cabeza.



- Señorita, sera que puedo hablar con la dueña, pero no tengo cita, no llame a seguridad por favor! - dije cómicamente burlándome de ella mientras se paraba de su asiento avergonzada



- Jefa! - grito abrazándome - que grato es tenerte en persona Hayal, extrañaba a mi jefa mandona



- Yo tambien te extrañe Pame, será que pueda entrar o está ocupado?



- No jefa, adelante!



- Deja de decirme jefa que ya me estoy sintiendo en casa y aun no asumo que he vuelto



- Como usted diga jefa! - dijo riendo mientras me hacia pasar a mi oficina - está todo tal cual lo dejaste, se llvo sus cosas a penas avisaste que volvias



- Que bueno, pero te aviso que quiero escritorio nuevo, no se yo que cosas pasaron en este



- De hecho ya encargue uno, Camila paso por aquí hace unos días y me lo recomendó



- y a que vino Camila?



- A verme, pero a Abril no le gusto mucho su presencia así que se fue no sin antes decirme que pidiera otro escritorio



- Me sigue pareciendo curioso



- Cosas de ella, pero llamo de inmediato a administración para que traigan el nuevo



- Me parece, de todas formas tengo reunión ahora, llegaron ya?



- Si, están todos en la sala de reuniones, les enviare café en cuanto llegues



- Ok, no me pasen ninguna llamada, ah! pero debería recibir una llamada de México, solo si ese es el caso me interrumpes, ok?



- Ok Boss



- Me gusta más como suena Boss



- Hayal Boss!



- extrañaba tu simpatía - dije irónicamente - acompáñame a la sala de reuniones, hacia años no me sentía así de rara por una reunión



- La escolto madam



- Gracias - respondí entre risas



Pamela abrió la puerta y entre, ella estaba de espaldas a mi y no giro su cabeza como todos lo hicieron en cuanto entre, pase frente a ellas y salude a el resto de personajes que estaban a mi espera, hasta que llegue a ella, le di la mano como a todos y le di los buenos días con una sonrisa, no me tembló la mano como había pensado, ni le quite la mirada.



- Bueno, ya que los salude a todos creo que podemos dar inicio a esta reunión, prepárense para estar mucho tiempo aquí porque necesito que me pongan al día sobre todo, empezando por finanzas - dije sentándome y tomando las carpetas que estaban frente a mi asiento.



Todo estaba mejor de cuando lo había dejado, por más de tres horas me entere de todas las situaciones pasadas en dos meses, incluso de ciertas irregularidades que estaban pasando en dos sucursales, intente poner atención a todo lo que me decían, rogué por no desviar mi mirada a ella por más de un segundo, si me pasaba corría el riesgo de no volver mi vista en frente y quedarme ahí, como si estuviese drogada con mi mirada fija en ella.



- Como te habrás dado cuenta  todo está igual que cuando lo dejaste - dijo Abril finalizando la presentación de todos



- Creo que no esta igual sino que mejor - dije levantándome - señores un aplauso para la increíble gestión de Abril durante estos meses - y mi propio acto me obligo a mirarla más de lo que se suponía, por solo un instante sentí que su mirada me decía mucho más que las ultimas palabras que me había dedicado, pero una vez más mi cabeza debía estar alucinando - Muchas gracias por demostrarme que no me equivocaba dejándote en mi puesto.



- Gracias a ti, por confiar en mi - respondió ella y nuevamente su mirada me decía tanto, me sentí perdida en el tiempo, como cuando ella ocupaba mi lugar y yo era la estúpida que no sabía como corresponderle.



- Bueno, tomen asiento por favor - dije sentándome nuevamente - como sabrán estuve en México cerrando un excelente trato que vera sus frutos en Enero próximo, pero también debo decirles que gracias también a una excelente sociedad nos enfrentaremos a nuevos desafíos, prepárense damas y caballeros, que la tienda se volverá internacional, no solo estaremos en América Latina sino también en Europa si el próximo mes todo se cierra como está presupuestado.



Las caras de los presentes eran de asombro y alegría, todos se pusieron de pie y aplaudieron mis noticias, sabían que aquello no solo era un logro para mi, sino también serían mejores sueldos, posibilidad de subir de puesto, e incluso la oportunidad de que algunos de ellos tomaran la gerencia en algunos de los países.



Concluí la reunión mientras todos celebraban y se abrazaban, comencé a preparar mis cosas para retirarme, hasta que sentí su inconfundible aroma cerca...



- Hayal, será posible que hablemos



- Ahora?



- Si, por favor



- Claro, dame unos minutos y ve a la oficina - dije entregándole una sonrisa



- Gracias - respondió de la misma forma



Camine buscando el valor donde sabía que no lo encontraría, llegue a mi oficina y estaban instalando el nuevo escritorio, Pamela me ofreció asiento e intentando tranquilizarme lo acepte.



- Ninguna llamada?



- Nada importante, un par de citas para esta semana con unos proveedores pero te informare todo eso más tarde y uno que otro correo



- Se viene pesada la pega Pame - dije revolviendo su escritorio - te voy a necesitar a full



- Usted me paga horas extras y yo trabajo veinticuatro, siete



- No es chiste, el próximo mes sera complicado



Pamela me iba a contestar cuando sonó el teléfono



- Toma - dije pasando el auricular 



- Le doy con ella en unos segundos deme un momento - dijo tapando el micrófono - es de México



- Gracias - le dije cerrándole un ojo en el preciso momento en que Abril llego - Abril, dame un momento que están terminando en la oficina y te atiendo bueno



- Ok, te espero - dijo sentándose al otro lado del escritorio.



- Bueno!! Hay alguien ahí! - grito al otro lado del auricular Flavia



- Aquí está por quien llorabas, me extraña tan rápido señorita Montero



- Ni en pedo resbalosa



- Ese vocabulario no es digno de ti, que bajo caes



- A que tu si me extrañas 



- Sueña mamacita



- Tarada, si que te extraño, pero no llamo por eso



- Se suponía que llamarías para decirme que llegaste bien



- No me estés sacando en cara, mira que te llame "la vida" como dices tú y no me contestaste 



- Ya está bien, disculpa, es mi culpa!



- Oye y ya viste a la Abril?



- Si



- Hijole güera y como te sientes?



- Oye tonta, deja de hablar así



- Si te gusta que te hable como en las telenovelas mija!



- Si, me gusta, pero ya al grano que no estoy precisamente hablando en privado - dije mientras pamela insistía con su mirada en que no estaba sola.



- Uy! si allá te pones toda dura y conmigo eras un terrón de azúcar



- Flavia - dije intentando esconder mi sonrisa - para que me llamabas



- Quiero saber todo, que paso cuando la viste?, que te dijo?, te derretiste? fuiste valiente? te quieres cambiar de país?



- Por ahora me gusta mi país y para lo otro te llamo más tarde a tu oficina



- Llama a mi casa, estaré ahí todo el día



- Bueno, te llamo un beso y cuídate 



- otro para ti bonita, oye y dile a tu secretaria que con tan linda voz de seguro es preciosa



- Cuidado Montero, te tendré en la mira cuando vengas



- A eso! si para eso te llamaba, viajo a Chile la otra semana, se adelanto todo



- Como? y porque?



- Los Brasileños quieren cerrar todo e irán antes de lo planificado, quieren comenzar cuanto antes a gestionar los documentos



- Flavia porque no empezaste por ahí?



- Por qué tu sabes como soy, oye ve preparándome un buen hotel, ahora si me quieres hospedar en tu casa seria maravilloso



- Ya, no me queda de otra, te llamo más tarde que ahora tengo que hacer!



- Besos!



Colgue el telefono y la mirada de pamela me llevo directo a la de Abril, no se veía muy agradada con la espera.



- Esta todo listo en tu oficina - dijo esperando a que me parara de su asiento



- Gracias Pame, eres la mejor! necesito que busques hotel para los brasileños que llegaran la otra semana, el mejor hotel de la ciudad. se adelantaron los planes así que organiza una reunión para mañana y reserva una mesa para dos, hoy en el de siempre, a las nueve!



- Alguna otra cosa jefa?



- Si, Flavia Montero llega la próxima semana, ella te avisara la hora para que le envíes un auto y por favor preocúpate de que se atrase aunque sea unos veinte minutos



- Reservo hotel para ella igual?



- No, ella se quedara conmigo, no te preocupes.


- Abril, por favor pasa - dije haciendo que entrara antes que yo.

- Gracias.

Se sentó frente al escritorio, habían ubicado todas mis cosas casi en el mismo orden que me gustaba, me quede de pie cambiando de lugar lo que no me gustaba e intentando quitar el nervio que me daba al tenerla enfrente mio.

- Cambiaste el escritorio...

- Si, hace tiempo que quería cambiarlo

- Ah...

- Disculpa que te haya hecho esperar, dime que querías hablar conmigo

- Yo, la verdad es que es un poco complicado todo esto, pero hay algo que tengo que contarte y prefiero...

- Cierto - dije interrumpiéndola y poniéndome de pie, encontrando el valor no sabia que tenía - Felicidades Abril, de todo corazón - dije frente a ella ofreciéndole un abrazo, su cara se había puesto pálida de un momento a otro -  Espero que sean muy felices - dije ya teniéndola entre mis brazos, mierda! la tenia entre mis brazos como hacia tanto tiempo lo esperaba y le estaba deseando felicidad en su matrimonio, su aroma se me impregno de inmediato, su tacto, su voz en mi oído...

- Gracias - dijo secamente

Cuando se separo de mi note como rápidamente limpio sus ojos, porqué me daba señales de algo inexistente?

- Lo sabias? - preguntó mientras se sentaba y yo volvía a mi lugar

- Se le escapo a Camila cuando llegue

- Ah... Hayal yo... - dijo parándose en seco.

- Tu qué?

- Nada, gracias por tus buenos deseos

- Y cuando es la gran fecha? - qué era aquello que sentía en mi pecho? frío? mi corazón se estaba volviendo de hielo como siempre que se trataba de ella.

- En dos meses - respondió casi sin habla

- Que rápido todo, bueno avísenme por cuanto tiempo se irán de luna de miel para planificar todo - dije con una cínica, que digo, con la más cínica sonrisa

- Si, bueno... hayal, yo... - decía una y otra vez sin decir nada en absoluto

- Abril, al grano que quieres saber? - siempre terminaba siendo condescendiente con ella

- Te hicieron bien los dos meses fuera - dijo provocando mil cosas en mi - hace dos meses atrás me gritaste tu amor y hoy aceptas que soy de otra con una sonrisa en la cara, disculpa que me descoloque un poco

- Y que esperabas? que llegara aquí a rogarte que no te cases? - pregunte inhalando aire y contando hasta diez - Creo que tu pregunta es ilógica e inmadura Abril

- Cierto, disculpa olvida todo lo que acabo de decir - dijo levantándose y caminando hasta la puerta.

Me levante y la detuve, olvide todo lo que había pasado, los dos meses, las platicas, mi una y otra vez conversación interna de que no me iba a afectar, me pare delante de ella y la puse contra la puerta, objete por completo mi conciencia y pude sentir como me pedía a gritos que actuara y dejara de pesar, pude ver en su mirada aquella necesidad de que la besara, esa que pensé que nunca más vería, sujete sus manos por sobre su cabeza y me acerque sigilosamente a sus labios, como si cualquier acto en falso la fuese a alejar de mi, pero no la bese, me quede ahí, pude sentir, oír como sus labios saboreaban los míos antes de que los tocara y así la deje, inmóvil, esperando que concretara algo que no iba a hacer, no porque no lo deseara con toda mi alma, sino porque ella lo quería y me había hecho sufrir demasiado con su orgullo para darle lo que quería tan fácilmente.

- Nunca fuiste mía Abril - dije separándome de ella

- Como?

- Eso, dijiste que aceptaba que fueras de otra con una sonrisa en la cara y nunca fuiste mía

Me senté sobre el escritorio esperando que se fuera, que diera un portazo o que me gritara una barbaridad, todo espere menos lo que me dijo...

- Siempre fui tuya - Y ahí todo los esquemas se vinieron abajo - Tenia tanta rabia contigo, tenia miedo y lo sigo teniendo, lo hice todo mal, todo!

- Abril, que me estás diciendo?

- Que soy una tonta y que me debería ir de una vez

- No, ahora te quedas aquí y me dices todo lo que te estas callando, por que en el momento en que cruces esa puerta te olvidaras de todo esto y seguirás con el teatro de siempre - dije parándome enfrente al teléfono - Pamela no quiero que nadie me interrumpa! - colgué sin esperar respuesta de ella, camine a la puerta y puse el cerrojo - Habla Abril, habla por que si no lo haces te juro que voy a volverme más loca de lo que estoy.

- Estas con Flavia? 

- No te voy a responder eso

- Entonces estas con ella

- Abril, me dejaste en un hotel a kilómetros de este país donde pudimos tener esta conversación si tan solo hubieses sido sincera en ese entonces, en cambio me dejaste con todo lo que estaba sintiendo y ahora vienes intentas confundirme un poco más... no te voy a responder! - dije organizando mis ideas

- Esta bien, no te volveré a preguntar, pero tu también tienes que entenderme, Hayal te fuiste y yo pensé que no ibas a regresar, después vuelves dispuesta a recuperarme cuando yo ya estaba dispuesta a ser feliz...

- Entonces se feliz, para que me dices todo esto si estas con ella, le dijiste que si Abril!

- Por que no soy feliz! - grito y fue obvio en su mirada que se sorprendió de sus palabras

- Abril...

- Ella me ama e intente dejarla tantas veces, quise decirlo mil veces - retrocedió y se sentó el piso afirmando su espalda a la pared, las lagrimas comenzaron a caer y ella las limpiaba mientras seguía hablando - no puedo hacerlo, no soy capaz de hacerle daño

- Fuiste capaz de hacerme daño a mi, me dijiste que la amabas

- Pensé que la amaba, quería creer que lo hacia, pero tu te fuiste y me volví loca pensando en que no volverías, que te quedarías por allá y ahora si que te perdería para siempre

- Entonces porqué mierda le dijiste que si, por qué aceptaste lo que te pidió - pregunte como si las palabras me hirieran a medida que salían... me dolían.

- Por que soy una imbécil, lo soy desde antes de que te fueras, por que no luche con más fuerzas, por que deje que la rabia que tenia contigo me acercara a ella y me alejara kilómetros de ti, por que sigo siendo la misma pendeja adolescente que se enamoro por primera vez de ti!

Y ahí estaba, ella en un rincón llorando sin emitir sonido alguno, yo de pie frente a ella sin saber como actuar, que decir, con la necesidad absurda de despertar de la peor de las pesadillas, porque me decía tanto y sin embargo no me decía nada, no me decía que la dejaba, no me pedía que la esperara, de ella podía esperar un "lo siento pero ya no puedo volver atrás" o simplemente un "dame un tiempo para solucionar todo" pero no salían palabras de su boca, en especial cuando estaba con las ganas a flor de piel de llevarla lo más lejos posible, rogarle que dejáramos todo atrás y empezar una vez más, desde cero.

Comentarios

  1. Sinceramente no me gusta esta pareja Hayal y Abril, se bota que la ultima es bastante inmadura en cuanto a tomar desiciones, yo espero que aparezca alguien mas con quien empiece desde cero realmente o que vuelva con la que dejo por Abril, buen capi como siempre y ojala no tardes tanto como antes

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    1. Es que nada es perfecto en la vida real, los seres humanos somos inmaduros y siempre nos enamoramos de quien no debemos y no de quien es correcto para nosotros, de eso se trata Desde Cero, de aprender que en el amor no se manda. :) gracias por leer y comentar.

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  2. Que se robe a abril para q no se case Jaja pero primero q la haga sufrir y le de celos con flavia xD

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  3. verdaderamente se supone que de eso se trata el amor ,de amar con ganas ,y de perdonar si realmente lo quieres,y como dices de empezar una y otra vez desde cero, me encanta tu manera de escribir , espero con ansias las continuaciones, besos

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  4. Admiro tu forma de escribir...y a. mi opinion..es muy real...q una. Es VALIIENTE al dejar IR a la peesona q ama para q ella sea Feliz!..No podemos atarla a nosotros..si ella no quiere ser parte de nueatra vida!..como me dijo...aunq duela..es mejor dejarla ir..es el desrino quien se encrgara de juntarnos nuevamente..SI ASI LO QUIERE!

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  5. Llevo mucho tiempo queriendo dejar un comentario, por alguna razón nunca se sube.... Me gustan mucho tus historias, las cuentas demasiado bien y reflejan, además, bastante bien la realidad. Ésta en especial me parece demasiado real.
    No nos hagas esperar tanto, en la medida de lo posible ;)

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