Ahí, donde solíamos reunirnos XIII
- Amanda que te pasa!
- Amanda, que paso estas bien? - Susana me miraba e intentaba murmurar, mientras limpiaba mi rostro - despertaste a todos con tus gritos, que paso?
- No lo se, un mal sueño creo
La auxiliar de vuelo se apareció en medio de la tenue luz del pasillo, que podía hacer, bajarme del avión?
- Solo fue una pesadilla, discúlpenos - insistió Susana luego de que la mujer pensara que estaba drogada o algo parecido
- Esto no puede ir más rápido?
- Que cosa?
- El avión, no puede ir más rápido
- No Amanda, no es un auto al que le puedes aumentar la velocidad solo con poner más fuerte el pie en el pedal
Su respuesta no me dejaba más tranquila, mire por la ventanilla y en aquel negro denso vi su cara una vez más, diciendo lo que no quería oír, lo que me hacia doler el alma, rogándome que hiciera todo lo contrario a lo que estaba acostumbrándome a oír.
Envuelta en mis pensamientos tarde en darme cuenta de Susana, cuando al fin la vi estaba envuelta en lágrimas, tome su mano e intente calmarla; por primera vez caí en cuenta lo mucho que se parecía a su hermana, la edad le había vuelto más madura, física y mental mente...
- Te pareces mucho a tu hermana sabes
- Ella estará bien, cierto?
- Quiero tanto decirte que si, tanto como me lo he estado diciendo a mi desde que lo supe
- Que soñaste Amanda, porque despertaste así?
- No está bien, su cuerpo esta en un hospital y su alma... - intente buscar las palabras correctas - su alma esta en suspenso, Su no se como explicarlo
- Porqué? como en suspenso, Amanda!
- Susana, cuando yo la veo, yo... yo la siento, la huelo, la respiro en el aire...
- y ahora
- Ahora estaba ahí, donde siempre solemos vernos, claro la vi, pero aquello fue lo único que pude hacer, verla, como si fuese la imagen difusa de algo que ya no existe - dije con rabia - claro la vi y la oí tan claro, como si en realidad hubiese estado aquí, sentada al lado mio, diciéndome lo que no quería oír nuevamente de sus labios, diciéndome que me devolviera, que lo que iba a buscar ya no existía, que el tiempo había acabado.
Susana apretó aun más fuerte mi mano y volvió su vista en frente sin soltarme
- Quizás fue solo un sueño Amanda
- Eso es lo que me sigo repitiendo hace horas, tal vez solo han sido sueños.
Ambas quisimos envolvernos en una mentira que parecía cobijarnos en el frió que nos causaba el futuro encuentro que tendríamos, el sueño llego y el viaje de pronto se torno extremadamente corto.
Bajamos del avión y nos sometimos a todo lo que conlleva una visita al extranjero, fuimos a por nuestras maletas y como si lo surrealista se hubiese apoderado de mi, la vi de reojo parada a mi lado, intente no verla, no sentirla, pero era imposible, mi corazón latía cada vez más rápido y ella aparecía y desaparecía en torbellinos difuminados de la nada misma, no era ella, sin embargo la podía oler en el aire, como si estuviese diciéndome... VETE.
- Donde está su amiga?
- no lo se, me dijo que estaría aquí, que ella me conoce por fotografías
Miramos a nuestro al rededor por un par de minutos, hasta que una femenina voz hizo el intento de de decir "Susana" pero logrando algo así como un "Siuseana". Nos volteamos cual sincronización de nado para encontrarnos con ella, su vista estaba nublada por un rojo que irradiaba dolor, pude intuir el primer pensamiento de Susana al verla por el simple acto de soltar sus maletas...
- Hello, sorry but we don't have many time, How is she?
No me interesaban las introducciones, solo el saber como estaba, por que a diferencia de Susana yo sabría en un instante si ella ya no estuviese en este mundo.
Jane, como se llamaba su atacada amiga, nos informo sobre su estado camino a la clínica donde se encontraba, pero a pesar de toda mi esperanza por oír lo que ella nos decía, mi cabeza dio un giro en 360 grados cuando empezó a nombrar un sin fin de términos médicos que dacia no entender, pero para mi estaban muy claros...
- Doctor Duzic... - Dijo estirando su mano el doctor que atendía a Lucia y que acaba de presentarnos Jane - acabamos de recibir un llamado de su jefe hace algunos momentos, viene muy bien recomendada y acá le daremos todo lo necesario.
No entendía a que se refería, para empezar mi jefe había llamado cuando no se lo había pedido...
- Disculpe Doctor...
- Laine - respondió el
- Doctor Laine, la verdad es que yo no vengo a operar a Lucia, pero si me gustaría que me presentaran su caso y aportar como este a mi alcance
- Doctor, puedo pasar a verla? - dijo Susana
- Si por supuesto
Caminamos por un largo camino, en el que Doctor Laine, quien era jefe de Cirugía del hospital, me explico que mi jefe había pedido que se me dejara actuar, que ambos fueron compañeros en un internado, pero por sobre todo, me indico como estaba el panorama con Lucia.
- Lu! - Grito susana acercándose a la cama en donde estaba su cuerpo, evite ver su rostro, evite verla toda conectada a maquinas, lo evite al punto de alejarme de ella.
Laine me saco de la sala acto que me ayudo con mi negativa de verla así, nada seria fácil de ahora en adelante.
- Susana, debemos hablar - dije a mi regreso asomándome por la puerta
- Qué paso? no la operaban hoy?
- Si, dentro de una hora la ingresan, pero ese no es el problema
- Y cual es?
- Acabo de salir de una junta, para presentar el caso, Susana e visto casos como este, si se hubiese operado a tiempo, habría sido casi una operación de rutina...
- Pero... - sentí como el nudo en mi garganta comenzaba a desatarse, nunca iba a ser lo mismo comunicarle este tipo de cosas a un paciente, que comunicárselo a la familia
- Los riesgos son altos Susana, tiene un cincuenta por ciento de sobre vivencia... de sobrevivir, puede tener perdida de alguno de sus sentidos, dado la ubicación, puede perder la movilidad de sus piernas...
- Para, por favor para!
- Tienes que saberlo Su
- Y que otra opción tenemos? no operar?
- No, porque existe la posibilidad de que nada de eso pase, en eso confió.
- Vas a entrar a la operación?
- Me dieron regalías, pero solo voy a observar
- No... tu vas a operar, no confío en nadie más con esto
- Susana, yo estoy demasiado involucrada como para operar en este caso
- Tu vas a dejar tus sentimientos de lado, cuales sean que tengas y vas a operar a mi hermana y la vas a salvar.
La petición de Susana era absurda, ni siquiera debería estar en esta sala de operación, pero de todas formas me prepare para hacerlo, como si fuese a poner mis manos en las pinzas para entrar en su cabeza, sin siquiera pensar en que e menos de un segundo podía dejarla paralitica o como una niña de menos de un año, sin la capacidad de hablar o de ejercer un acto en concreto.
- Doctor Duzic, se decidió? me asistirá en la operación? - Pregunto Laine mientras lavaba sus manos
- Doctor Laine, salvemos a su paciente.
Aquella era mi sentencia de muerte, toda la frialdad que alguna vez aprendí para prepararme con la muerte de un paciente, la puse en practica, intente olvidar que era ella y volvía a verla dentro de aquella fría caja rodeada de velas.
- Amanda! como está? lo lograron? Amanda dime algo! - Gritaba Susana antes de que pudiese abrir mi boca
- Cálmate y ven conmigo - la tome de la mano e hice que me acompañara - Y la amiga de Lucia?
- Fue por un café... Amanda como está! - grito reaccionando cuando llegamos a la habitación
- Ahí está - dije mientras soltaba el aire por primera vez desde que baje del avión - La operación salio bien, pudimos extirpar el tumor por completo, pero aun debemos esperar que despierte para saber si habrán secuelas.
- Estás segura que salio todo bien...
- Duzic, fue todo un honor operar con usted, felicitaciones por un excelente trabajo - Interrumpió Laine mientras hablaba con Susana
- Gracias a usted por pedírmelo. - respondí mientras apretaba su mano para marcharse.
- Tu operaste?
- Lo ayude
- Gracias - alcanzo a decir para darme un abrazo.
- Susana deberías ir con la amiga de Lucia a casa, llevar nuestras maletas, darte un baño, descansar algo tal vez, yo puedo esperar acá, sera un proceso largo de recuperación.
- Amanda, la amiga se llama Jane y no, no voy a ir, ve tu, acabas de salir de una operación de cinco horas
- Estoy bien
- Yo también y no pienso moverme de su lado.
Intentar discutir con alguien que podía llegar a ser aún mas testaruda que yo era una pelea perdida, ambas nos quedamos, me parecía tan extraño verla tan cerca mio y no sentirla, no podía sentir que era ella, lo único que lograba ver era su cuerpo y a distancia.
- Llamaste a Diana? - Susana me miró esperando que mi respuesta fuese un si y mi silencio le dijo lo contrario - Llámala - ordeno mientras se cruzaba de brazos y volvía a mirar a su hermana.
La amiga de Lucia entro en la habitación y preferí salir a esperar que Diana contestara, marque infinitas veces pero nada pasaba, ya cuando estaba por rendirme sentí su respiración al otro lado de la linea.
- Di?
- Hola - dijo secamente con su voz de haber llorado por horas
- Amor, ha sido todo tan rápido que no pude llamarte antes, perdóname por favor.
- Como está ella?
- Estable, la operación duro más de cinco horas, fue complicado pero al final logramos que fuese exitoso
- Tu como estás?
- Bien, tranquila, acompañando a Susana
- Como esta Su?
- Nerviosa, estamos esperando que Lucia despierte, aun no sabemos si la operación trajo consecuencias.
- Ah...
- Diana, estuviste llorando
- No - respondió secamente
- Amor, en cuanto ella esté bien yo me iré, lo prometo
- Amanda, no quiero que me prometas nada, solo quiero que estés aquí
- Mi am...
Mire mi celular y se había apagado, me dolía el alma saber que estaba así... insegura.
- La llamaste? - pregunto Susana en cuanto entre en la habitación.
Mire a Lucia una vez más y su amiga estaba sentada a su lado tomando su mano, aquella sensación, no era buena.
- Llamaste? - volvió a decir Susana llamando mi atención por ver de la forma en que estaba viendo a la amiga de su hermana
- Si, llame... está todo bien
- Ok.
Me senté al lado de Susana, luego de observarme tomo de mi mano, mi cabeza era una verdadera ensalada, por decirlo de algún modo menos dramático, entre el miedo que tenia por Lucia, la preocupación por Diana, Diana y Lucia... Lucia o Diana y para colmo la idea de que la amiga era algo más que una amiga y mis ganas de sacarla de aquel lugar en el que estaba, yo debía estar a su lado, tomar su mano, acariciar su rostro, yo... no ella.
- Quizás deberías darle un beso - Susurro a mi oído Susana
- Como a la cenicienta?
- Si, tal vez despierte al instante
- No soy un príncipe azul Su
- Pero ella es como una princesa
- Ve a sentarte a su lado
- Mejor conmigo que con ella - susurro a mi oído
- Dicen que las personas que están en coma pueden oírnos, yo suelo hablarle a mis pacientes mientras duermen
No había pasado ni una hora desde la operación, Susana le pidió a la amiga de Lucia que le diera el lugar, luego de una hora más termine rindiéndome en el sueño...
- Ella va a estar bien - aquella voz podía hacer que mis pelos se erizaran incluso cuando estaba soñando
- Tomas?
- Ya me olvidaste?
Aquel abrazo pude sentirlo en carne viva, no era un sueño, era una visita, después de tantos años, de aquella ultima vez...
Pero a diferencia de lo que esperaba, aquello había sido lo único que obtuve de el, desperté casi de inmediato, pero podía oír su voz aun en mi cabeza diciéndome que estaría bien, solo eso me bastaba.
- Amanda?
- Que hora es?
- Son las seis, dormiste por horas - dijo Susana mientras me entregaba un café
- Aun no despierta...
- No, el doctor vino a verla hace un rato
- Porqué no me despertaste?
- Por que tomo unos datos y se fue
- De todas maneras debiste despertarme Susana
Me levante de mi improvisada cama y sentí como ya empezaba a molestarme el verla tan pegada a Lucia todo el tiempo, se suponía que solo eran amigas, que tenia que hacer ahí...
- Oye... sea lo que sea que tienes en mente. Para. - Dijo Susana interrumpiendo mi observación
- De que hablas?
- No tienes derecho, en todo caso solo son amigas, pero te recuerdo que hay alguien esperándote en casa
- Lo tengo claro Susana, no hay necesidad en decirlo
- Parece que si.
Susana tenia razón, pero era imposible que no me molestara, como iba a serlo.
- Lu? - dijo casi como en una pregunta Jane, Me acerque para verla y sus grandes ojos abiertos hicieron que los míos se cerraran de golpe, como si en el preciso instante en que los vi abiertos algo hubiese penetrado en mi... como si su alma entrara de golpe en la mía.
- Nurse! please call Doctor Laine! - grite mientras sostenía su mano
Laine llego con una tropa de enfermeras y técnicos, tenían que quitarle las maquinas y realizare los exámenes de rutina, pude haberme quedado en esa sala pero preferí salir con Susana, su cara de terror me excusaba de no tener que mirarle a los ojos una vez más.
- Su, va a estar todo bien - dije pasando mi mano por su espalda intentando tranquilizarla
- pero ahora pueden hacerse realidad todas aquellas cosas... todo lo que podía pasar con la operación.
- Va a estar todo bien, tranquila - insistí tratando de mentirme a mi misma a la vez.
Después de no pocos, sino varios minutos salio Laine de la sala
- Jane, Lucy wants to see you - Dijo Laine, ella se paro de inmediato, pero no puede leer si su rostro era de felicidad o miedo, aunque lo único que tenia en mente en ese momento era que la llamaba a ella, de haber solicitado a Susana no me habría dolido. Tanto.
- Que paso? ella esta bien? - pregunto Susana de inmediato
- Si! la operación fue un éxito, felicidades Doctor Duzic. La verdad es que por el tiempo que tardo en reaccionar existía la duda persistente de que no hubiese salido del todo bien, pero claramente recuerda quien ese, tiene absoluto control de sus habilidades motrices, ahora solo queda esperar que se recupere por completo
- Doctor, existe posibilidad de que vuelva a pasar algo así
- Uno nunca esta libre de este tipo de enfermedades, tumores, cáncer o todo lo que conlleva, a futuro por lo menos dos veces al año es bueno que se haga un control de rutina.
- Gracias Doctor Laine.
- Por favor, llámame William
- Gracias William, muchas gracias.
Un abrazo cordial y el despido de un grande de la medicina, que me vio como un igual a su altura, sin embargo yo seguía contando los minutos que llevaba ella adentro.
- Te dije que todo estaría bien
- No hubiese sido así, de no ser por ti
- No es cierto
- El lo dijo, no seas modesta
- Susana, que no sepa que yo estuve en su operación
- Porqué?
- Prefiero que sea así. Y Su...
- Dime - dijo con cara de no querer oír lo que diría.
- Creo que es momento de que me vaya.
- Amanda no seas idiota, como te vas a ir, ni siquiera la has visto
- No creo que quiera verme
- Eso no lo sabes
- Su, ella sabe que estoy aquí, me vio, todas las veces que yo la sentí ella también lo hizo y aun así...
- Aun así la llamo a ella antes que a ti. Ellas son solo amigas Amanda y tu...
- Yo estoy con Diana, lo sé no tienes que repetirlo, es solo que eso no hace que duela menos
- Entonces por qué la dejaste ir? si la amabas por qué te quedaste con Diana.
- Yo no la deje ir, ella no pudo conmigo y sus remordimientos y Diana... Diana es una parte importante de mi vida, yo la amo, es solo que, no se como explicarlo
- Lucia es tu alma gemela, siempre lo va a ser
- Nunca he dejado de amarla Su - por fin aquellas palabras salían de mi boca y me herían en lo más profundo de mi alma, por lo que eramos, por ella, por Diana - Estoy mal, lo se!
- No, no estás mal, eres solo un ser humano que es capaz de amar y punto - complemento abrazándome.
Es increíble como se puede amar a dos personas, si tan solo fuésemos solo ella y yo, pero hay tanto de por medio, hay demasiado... y entre todo está el hecho de que ella no me quería en este lugar.
- Ya me cansé! - dijo Susana
- Qué paso?
- No viaje desde tan lejos para esperar mi turno y poder hablarle a mi hermana
Aquello me causo un poco de risa, entro llena de autoridad y podría jurar que se volvió un mar de lagrimas cuando logro verla y en menos de cinco minutos jane estaba afuera.
- Ella no quiere verte - traduje en su perfecto idioma
- Disculpa?
- Lo siento, pero me pidió que te impidiera la entrada
- Y quien eres tu para prohibirme algo?
- Yo no soy nadie, pero es ella quien lo esta pidiendo.
No había mucho más que decir, ante eso todo estaba claro, espere por interminables horas que Susana saliera por mi, que me dijera un simple "pasa" pero no ocurrió, cuando ya era la quinta vez que decía "si en diez minutos no sale, me voy". Las persianas se abrieron y la pude ver mirando al contrario de ella, Susana salió y su mirada solo me confirmaba lo que antes había dicho su amiga.
- Te quedaras hasta que se recupere? - Pregunte intentando contener con todas mis fuerzas las lágrimas que querían salir.
- Si - se acerco a abrazarme - lo siento, es una testaruda - dijo mientras lloraba
- lo se - dije soltándome de su abrazo, si decía una palabra más me iba a desarmar por completo y una vez más tenia que ser fuerte.
Camine sin mirar atrás intentando darle una explicación a su comportamiento y entonces como una idiota lo recordé...
- Yo estoy con Diana, Lucia
- Y crees que no lo tengo claro? cada vez que Susana se comunica conmigo aparece algo de ustedes, crees que no me duele, que no me tengo que tragar las lágrimas para no llorar como una idiota
- Tu te alejaste de mi Lucia, no yo
- Y tu te enamoraste de ella, créeme lo tengo claro.
- No se que mierda estoy haciendo aquí
- Quizás es solo nuestro destino Amanda
- Quizás quiero torcerle la mano al destino -
... recordé su rostro, su lágrima, la oscuridad de su alma, es por mi causa que está así, yo provoque el efecto de mis palabras, yo la perdí mucho antes de tener la necesidad de recuperarla.
Todo aquello que contuve en aquel pasillo, todas aquellas lágrimas que me tenían atada por dentro, me desarmaron en totalidad de regreso a casa, en silencio, de una forma casi desgarradora, no era solo la situación con Lucia, era mi entorno entero el que pretendía quitarme la vida. Ya había decidido una vez, ambas lo habíamos hecho y hoy estábamos más perdidas que nunca.
Baje del avión rogando que Ricardo no le hubiese dicho a Diana que llegaba, que fuese el quien me estaba esperando y no ella, no podía enfrentarla. No aún.
Mis suplicas fueron respondidas y Ricardo me esperaba con media sonrisa en su cara, no hubo un "hola" solo un abrazo, un abrazo que me devolvía una vez más a mi anterior estado liquido, las lágrimas no solo salían de mis ojos, de pronto toda yo era agua.
- Y los niños? - pregunte entrando a su casa
- Con la abuela, está noche es solo para ti
- Que te dijo Susana?
- Todo, que Lucia no te quería ver, que tu la operaste... le salvaste la vida Amanda.
- No se si eso importe mucho
- Ella ya lo sabe
- Qué cosa?
- Que tu estuviste en su operación
- Por la mierda Susana no se pudo callar! - grite enojada mientras me tomaba de un trago el whisky que me había servido Ricardo.
- No fue Susana, fue su amiga, la tal Jane esa
- Y cuando se lo dijo?
- Cuando Lucía la llamo, Amanda, ella lo sabia antes de que dejaras el hospital
- Y aun así no quiso verme - dije moviendo el vaso para que sirviera más
- Que vas a hacer?
- Con qué?
- Con tu vida hermana, en que momento esto se volvió tan complicado
- Cuando no lo ha sido? analiza, desde antes que tuviese uso de razón que tengo encuentros en un mundo desconocido para la humanidad con mi supuesta "alma gemela" la que paso la mitad de mi vida buscando, razón y circunstancia en la que mi hermano muere dejando a mi flechazo juvenil embarazada, lo que todos desconocíamos menos mi madre, años mas tarde encuentro literalmente a la mujer de mis sueños, la que esta casada, tiene una hijastra, la que pierde la vida por una enfermedad de mierda y que deja un padre vulnerable dispuesto a quitarse la vida por que yo le robe al amor de su vida, sumale... - hice una pausa mientras tomaba lo que quedaba en mi vaso y mi hermano lo rellenaba - ... sumale que mi alma gemela se siente culpable y no me quiere ver ni en pintura dejándome en un estado casi tan vulnerable como el de su marido y entre tanto nos reencontramos con la que era la mujer de mi hermano, la que siempre sintió algo por mi, la que me hizo volver a creer en el amor... Ricardo, cuando no ha sido todo esto complicado?
- Te sirvo otro vaso?
- Tienes otra botella?
- Si
- Dame la botella.
- Amas a Lucia y amas a Diana - dijo pasándome la botella sin abrir de whisky
- Amo a Diana, lo se, no tengo duda de eso
- Pero siempre va a estar Lucia
- Lucia esta tatuada en mi alma hermanito, la tengo impregnada en todo espacio de mi cuerpo
- Yo no creo que alguna vez sea capaz de amar a otra persona como amo a Susana
- Eso es porque tienes suerte, por que encontraste a tu otra mitad y no la dejaste ir, quizás si me hubiese quedado con Lucia, nunca hubiese tenido espacio al reencuentro con Diana
- Y que abrió ese espacio, si nunca dejaste de amarla?
- El dolor, la necesidad de ser amada, las grietas que Lucia dejo en mi eran tan grandes como su amor y Diana supo sellarlas
- pero no ha sido suficiente
- Por qué lo dices?
- De haberlo sido Lucia no hubiese podido entrar a tu vida nuevamente, a Diana la amas de aquí - dijo apuntando su cabeza - no de aquí - posicionando su mano en mi pecho - por más que digas que la amas, no lo haces, amas la idea de estar con ella, tu "flechazo juvenil" como le dices, tu familia perfecta, con una hija adoptiva que es en realidad tu sobrina y recuperes a Lucia o no lo hagas tienes que dejarla ir, tienes que darle la oportunidad de encontrar a alguien que realmente la ame. Amandita siempre va a ser parte de nosotros y ella no nos puede negar, mucho menos a ti, que te volviste su mamá.
- Y si Lucía no quiere volver a mi
- Diana se merece ser tu premio de consuelo?
- No.
De un momento a otro mi hermano se había vuelto más sabio que yo, me costo digerir sus palabras y el alcohol que bebía me ayudo, la mañana me trajo el dolor consecuente luego de una borrachera como la que me había pegado, mi cabeza comprendía una vez más la popular forma de llamarle a la resaca "hachazo" eso era lo que sentía en mi cabeza en aquel momento y por la cara que tenia mi hermano, el no se sentía mejor que yo.
- Buenos días Amandito
- Buenos días Junior
- No tienen nada de buenos, tomaste como hombre ayer
- Tome como mujer... pero con pantalones - dije sonriendo y el dolor en mi cabeza se acentuó - necesito una ducha helada
- Adelante.
El agua como siempre me renovaba y por suerte el alcohol había dejado hasta mi subconsciente dormido, lo que ahora me aterraba era la forma en la que enfrentaría mi realidad.
- Ya te vas?
- Llama un taxi para mi, quieres?
- No, yo te voy a dejar, creo que es mejor que llegues conmigo, así veo a la niña por ultima vez
- No es gracioso Ricardo
- Lo se, disculpa. Igual es mejor que la saque un rato, a no ser que no quieras hablar con Diana.
- Si. Quiero.
Mi querer no me ayudaba a encontrar las palabras exactas para hablar, imaginaba la cara de la pequeña y me replanteaba una vez más si hablar con Diana o dejar las cosas como estaban y seguir viviendo una vida de mentiras, pero si mi hermano estaba errado, si mi amor por ella es real y no lo invente en mi cabeza, es ahí cuando la cara de Lucia se me viene a la mente y todo queda nulo, aunque no la vuelva a tener, aunque termine mi vida estando sola, aún así, diana se merece a alguien que de verdad la ame.
Llegue a casa y me detuve antes de entrar, pero antes de meter la llave en la cerradura, ésta ya se estaba abriendo
- Ma! - grito la pequeña colgándose de mi cuello, como podía hacer lo que tenia en mente, no tenia corazón para hacerlo
- Hola mi vida, te extrañe tanto!
- Mamá!!, Ma está aquí!
Diana se apareció corriendo y se detuvo al ver mi rostro, como si supiera lo que pasaba, como si pudiese leer mi mente, entonces se quedo ahí, mirándome en el pasillo.
- Amandita!! - grito Ricardo robándome a la pequeña
- Tío!!! - grito ella colgándose de su cuello, Ricardo me guiño un ojo y cerro la puerta tras ellos.
Me acerque a Diana, intentando no quitar mi vista de sus ojos, cuando la tuve enfrente rodeo mi cintura con sus brazos y se aferro con fuerza a mi, junto con mi frente su frente y me besó, como hacia años no me besaba, como si fuese la ultima vez.
- Por qué te tengo que dejar ir? - pregunto despacio en mi oído - Por qué tengo que hacer lo correcto, ofrecerte mi amistad, dejarte ver a la niña, porqué? si yo te amo como te amo.
- Di...
- No me digas que no la amas, no te atrevas a decirme eso
- Di... déjame hablar por favor
- Amanda, te conozco como la palma de mi mano, se lo que quieres decir antes de que lo pienses, se cuales van a ser tus acciones mucho antes de que las planees, sabia que me ibas a dejar en cuando te subiste en aquel avión con rumbo a otro continente.
- Te mereces a alguien que te ame con la misma intensidad que tu me amas
- Lo sé, tengo claro lo que me merezco y lo que no, solo quiero saber una cosa
- Diana, ni siquiera me dejas hablar.
- Algo de lo que vivimos fue real?
- Todo, todo fue real, yo te amo Diana, cada momento que vivimos juntas, cada risa, lágrima, cada ves que te hice el amor, fue real, es solo que...
- Es solo que la intensidad de tu amor es mucho más grande para ella que para mi.
- No quiero hacerte sufrir.
- No lo haces, siempre supe que eras un préstamo que la vida me daba, que en algún momento alguien vendría a cobrarte.
- No quiero alejarme de ti, ni mucho menos de la Amandita, tu sabes que yo la amo
- Ella se volvió tu hija Amanda, no seria capaz de alejarla de ti, me duele que pienses que soy capaz de eso.
- No quise insinuar eso, yo solo quiero seguir viéndolas, saber como están, tener a la niña en la semana, no se como se puede arreglar esto.
Diana camino al sofá y comienzo a llorar como si le hubiesen arrancado un pedazo de ella.
- Di...
- Una parte de mi quería que me dijeras que nada iba a pasar, que seguiríamos juntas, pero nada es como yo quiero en esta vida. Vas a estar con ella entonces?
- No, no lo se Diana, lo único que se es que no te mereces estar con alguien como yo
- De que hablas? Amanda, con nadie he sido tan feliz como contigo, con nadie!
- Diana...
- No te lo haré más difícil de lo que ya es, no es necesario que me mires así - dijo limpiando las lágrimas que insistían en caer de sus ojos.
- Lo siento.
- No lo sientas, yo no lo hago.
Se acerco a mi y beso mi frente...
- Hoy mismo me voy de casa.
- No! - exclame de inmediato - por ningún motivo, esta es tu casa y de la niña, quien crees que soy, si alguien se ira esa seré yo, pero todo esto es de ustedes.
- Amanda, es tu casa, tu la compraste
- Si Di... pero a tu nombre, desde el principio
No tenia para que responder nada, su rostro me decía lo enojada que estaba conmigo por haber hecho lo que nunca quiso a sus espaldas, la mire pidiendo comprensión por algo que sabia que era lo correcto, de fondo las risas de la pequeña me hacían dudar una vez más del paso que estaba dando, pero ya no había nada más que hacer, estaba todo dicho.
- Puedes venir por ella cuando quieras, no te voy a imponer ni horarios, ni restricciones, pero si te voy a pedir que no la abandones, nunca la abandones.
- No seria capaz de eso, sabes como la amo
- Tampoco hagamos de esto algo traumático, hay que conversar con ella tranquila, que esto fue de muto acuerdo, no se, quizás con la ayuda de alguien.
- Y lo dices así, tan tranquila
- Yo sabré lidiar con mi pena, pero no puede verme mal, ella es mi prioridad Amanda
- Lo sé.
- No tiene por que ser hoy día tampoco, digo, se que te tienes que ir, no seria capaz de... vamos, te tienes que ir
- yo tampoco soy capaz, pero me va a preguntar porque me voy
- Le diremos que nos amamos, pero que no seguiremos viviendo juntas, que nada va a cambiar, que es lo mejor para las tres y nadie debería sufrir por esto.
- Es eso lo que te dices a ti misma?
- Amanda no me lo hagas más difícil por favor.
- Perdón, perdón no quiero hacerte daño - dije corriendo a abrazarla - y aunque no lo creas, yo también estoy sufriendo.
- Si fueses la reina del hiele nunca hubiésemos estado juntas, no crees - respondió sonriéndome
Aquel abrazo no fue de despedida, lo sentía como algo más, nunca pensé que las cosas saldrían así, me esperaba gritos, reclamos, incluso me espere despecho, pero esto, de alguna forma Diana siempre terminaba sorprendiéndome, por algo me había enamorado de ella, por algo la quise como la quise.
En mi vida había pasado por cosas difíciles, pero decirle a una niña que ya no vivirás con ella es de lo más difícil, ver como sus ojos dicen todo mientras se nublan, peor aun, como alguien tan pequeño puede tener rencor.
- Iras a ver a la niña hoy? - pregunto Ricardo
- Si, iré por ella, Diana me dijo que la fuera a buscar al colegio
- Valor hermanita
- Me falta, han pasado dos semanas y aún no me habla
- Deja de comprarle todo lo que quiere, te esta manipulando
- Se que lo hace, pero me mata que ni siquiera sea capaz de decirme hola, cuando antes no se quería despegar de mi, me duele el alma Ricardo
- Me muero si me pasara eso con los niños.
- Tu mujer... cuando llega?
- Lucia sigue hospitalizada
- Ricardo, paso algo que no me quieres decir?
- No.
- Ricardo no me mientas, hace una semana deberían haberla dado de alta
Su mirada en vez de tranquilizarme hizo un efecto completamente contrario
- Nada Amanda, no pasa nada
- Ricardo por favor, si no me dices lo que esta pasando llamare y lo averiguare.
- Lucia no se quiere levantar
- Como?
- Dice que no siente las piernas, pero los exámenes indican que esta bien y... la están tratando psicológicamente, no se Amanda, algo debió salir mal en esa operación.
- Se perdió...
- Como se perdió?
- Se perdió en ella misma, yo pensé que era por mi, que era su rabia por lo que dije
-.de que hablas Amanda
- De que no está, no la encuentro Ricardo, no lo entiendes?
- Amanda, tranquilízate y explícame de que hablas
- De que todas las noche la busco, voy al mismo lugar donde siempre la encontraba esperándome y no esta, por más que la busco, por más que me desespero gritando su nombre. No está.
- Susana dice que solo habla con Jane, la amiga esa con la que vivía
- Por qué no me sorprende
- Se acabo la magia que ustedes tenían? ese mundo de fantasías, de verdad acabo?
- Porqué lo dices
- Por que eso fue lo que me dijo Susana, que Lucia se había estrellado con el mundo real, que algo en su cabeza había cambiado, que ya no era la misma
- Sigo sintiéndola Ricardo, podrá estar enojada y creer que esta perdida en el mundo, por que te aseguro que siente que esta completamente sola, pero la sigo sintiendo, por más que crea que lo nuestro era una fantasía.
Ricardo tomo aire y lo exhalo casi con desesperación, se paro, dio un par de vueltas, y podría haber contado regresiva mente el momento en el que me soltaría aquello que tenia atorado en su garganta, eso que posiblemente me iba a doler, por que si le costaba tanto decírmelo era por que tenia forma de flechas directo a mi alma.
- Habla... - dije obligando a que soltara las palabras que tenia atoradas.
- Dice que tu no existes, que puede que hayas sido real, pero todo el resto fue un simple sueño, que es imposible que exista otro mundo diferente a este, ella dice que...
- Para - lo interrumpí antes de sentirme peor de lo que ya lo hacia.
- Hay algo más Amanda
- No quiero saber nada más Ricardo, que haga su vida, que sea feliz... que viva, que se quede allá y siga una vida normal.
- Ese es el tema
- Cual?
- Que la otra semana Susana se viene y lo hará con ella
- Vuelve al país?
- Vuelve.
Aquello no me daba alegría, ni ansiedad, mucho menos me daba esperanza, lo que si me hacia sentir era miedo, miedo a enfrentarme a alguien desconocido y seguir viendo a alguien que solía conocer, miedo a un rechazo y no era que nunca me hubiese rechazado, pero antes sabia que me amaba, ahora ni siquiera sabia si ella recordaba lo que es el amor.
- Solo fue una pesadilla, discúlpenos - insistió Susana luego de que la mujer pensara que estaba drogada o algo parecido
- Esto no puede ir más rápido?
- Que cosa?
- El avión, no puede ir más rápido
- No Amanda, no es un auto al que le puedes aumentar la velocidad solo con poner más fuerte el pie en el pedal
Su respuesta no me dejaba más tranquila, mire por la ventanilla y en aquel negro denso vi su cara una vez más, diciendo lo que no quería oír, lo que me hacia doler el alma, rogándome que hiciera todo lo contrario a lo que estaba acostumbrándome a oír.
Envuelta en mis pensamientos tarde en darme cuenta de Susana, cuando al fin la vi estaba envuelta en lágrimas, tome su mano e intente calmarla; por primera vez caí en cuenta lo mucho que se parecía a su hermana, la edad le había vuelto más madura, física y mental mente...
- Te pareces mucho a tu hermana sabes
- Ella estará bien, cierto?
- Quiero tanto decirte que si, tanto como me lo he estado diciendo a mi desde que lo supe
- Que soñaste Amanda, porque despertaste así?
- No está bien, su cuerpo esta en un hospital y su alma... - intente buscar las palabras correctas - su alma esta en suspenso, Su no se como explicarlo
- Porqué? como en suspenso, Amanda!
- Susana, cuando yo la veo, yo... yo la siento, la huelo, la respiro en el aire...
- y ahora
- Ahora estaba ahí, donde siempre solemos vernos, claro la vi, pero aquello fue lo único que pude hacer, verla, como si fuese la imagen difusa de algo que ya no existe - dije con rabia - claro la vi y la oí tan claro, como si en realidad hubiese estado aquí, sentada al lado mio, diciéndome lo que no quería oír nuevamente de sus labios, diciéndome que me devolviera, que lo que iba a buscar ya no existía, que el tiempo había acabado.
Susana apretó aun más fuerte mi mano y volvió su vista en frente sin soltarme
- Quizás fue solo un sueño Amanda
- Eso es lo que me sigo repitiendo hace horas, tal vez solo han sido sueños.
Ambas quisimos envolvernos en una mentira que parecía cobijarnos en el frió que nos causaba el futuro encuentro que tendríamos, el sueño llego y el viaje de pronto se torno extremadamente corto.
Bajamos del avión y nos sometimos a todo lo que conlleva una visita al extranjero, fuimos a por nuestras maletas y como si lo surrealista se hubiese apoderado de mi, la vi de reojo parada a mi lado, intente no verla, no sentirla, pero era imposible, mi corazón latía cada vez más rápido y ella aparecía y desaparecía en torbellinos difuminados de la nada misma, no era ella, sin embargo la podía oler en el aire, como si estuviese diciéndome... VETE.
- Donde está su amiga?
- no lo se, me dijo que estaría aquí, que ella me conoce por fotografías
Miramos a nuestro al rededor por un par de minutos, hasta que una femenina voz hizo el intento de de decir "Susana" pero logrando algo así como un "Siuseana". Nos volteamos cual sincronización de nado para encontrarnos con ella, su vista estaba nublada por un rojo que irradiaba dolor, pude intuir el primer pensamiento de Susana al verla por el simple acto de soltar sus maletas...
- Hello, sorry but we don't have many time, How is she?
No me interesaban las introducciones, solo el saber como estaba, por que a diferencia de Susana yo sabría en un instante si ella ya no estuviese en este mundo.
Jane, como se llamaba su atacada amiga, nos informo sobre su estado camino a la clínica donde se encontraba, pero a pesar de toda mi esperanza por oír lo que ella nos decía, mi cabeza dio un giro en 360 grados cuando empezó a nombrar un sin fin de términos médicos que dacia no entender, pero para mi estaban muy claros...
- Doctor Duzic... - Dijo estirando su mano el doctor que atendía a Lucia y que acaba de presentarnos Jane - acabamos de recibir un llamado de su jefe hace algunos momentos, viene muy bien recomendada y acá le daremos todo lo necesario.
No entendía a que se refería, para empezar mi jefe había llamado cuando no se lo había pedido...
- Disculpe Doctor...
- Laine - respondió el
- Doctor Laine, la verdad es que yo no vengo a operar a Lucia, pero si me gustaría que me presentaran su caso y aportar como este a mi alcance
- Doctor, puedo pasar a verla? - dijo Susana
- Si por supuesto
Caminamos por un largo camino, en el que Doctor Laine, quien era jefe de Cirugía del hospital, me explico que mi jefe había pedido que se me dejara actuar, que ambos fueron compañeros en un internado, pero por sobre todo, me indico como estaba el panorama con Lucia.
- Lu! - Grito susana acercándose a la cama en donde estaba su cuerpo, evite ver su rostro, evite verla toda conectada a maquinas, lo evite al punto de alejarme de ella.
Laine me saco de la sala acto que me ayudo con mi negativa de verla así, nada seria fácil de ahora en adelante.
- Susana, debemos hablar - dije a mi regreso asomándome por la puerta
- Qué paso? no la operaban hoy?
- Si, dentro de una hora la ingresan, pero ese no es el problema
- Y cual es?
- Acabo de salir de una junta, para presentar el caso, Susana e visto casos como este, si se hubiese operado a tiempo, habría sido casi una operación de rutina...
- Pero... - sentí como el nudo en mi garganta comenzaba a desatarse, nunca iba a ser lo mismo comunicarle este tipo de cosas a un paciente, que comunicárselo a la familia
- Los riesgos son altos Susana, tiene un cincuenta por ciento de sobre vivencia... de sobrevivir, puede tener perdida de alguno de sus sentidos, dado la ubicación, puede perder la movilidad de sus piernas...
- Para, por favor para!
- Tienes que saberlo Su
- Y que otra opción tenemos? no operar?
- No, porque existe la posibilidad de que nada de eso pase, en eso confió.
- Vas a entrar a la operación?
- Me dieron regalías, pero solo voy a observar
- No... tu vas a operar, no confío en nadie más con esto
- Susana, yo estoy demasiado involucrada como para operar en este caso
- Tu vas a dejar tus sentimientos de lado, cuales sean que tengas y vas a operar a mi hermana y la vas a salvar.
La petición de Susana era absurda, ni siquiera debería estar en esta sala de operación, pero de todas formas me prepare para hacerlo, como si fuese a poner mis manos en las pinzas para entrar en su cabeza, sin siquiera pensar en que e menos de un segundo podía dejarla paralitica o como una niña de menos de un año, sin la capacidad de hablar o de ejercer un acto en concreto.
- Doctor Duzic, se decidió? me asistirá en la operación? - Pregunto Laine mientras lavaba sus manos
- Doctor Laine, salvemos a su paciente.
Aquella era mi sentencia de muerte, toda la frialdad que alguna vez aprendí para prepararme con la muerte de un paciente, la puse en practica, intente olvidar que era ella y volvía a verla dentro de aquella fría caja rodeada de velas.
- Amanda! como está? lo lograron? Amanda dime algo! - Gritaba Susana antes de que pudiese abrir mi boca
- Cálmate y ven conmigo - la tome de la mano e hice que me acompañara - Y la amiga de Lucia?
- Fue por un café... Amanda como está! - grito reaccionando cuando llegamos a la habitación
- Ahí está - dije mientras soltaba el aire por primera vez desde que baje del avión - La operación salio bien, pudimos extirpar el tumor por completo, pero aun debemos esperar que despierte para saber si habrán secuelas.
- Estás segura que salio todo bien...
- Duzic, fue todo un honor operar con usted, felicitaciones por un excelente trabajo - Interrumpió Laine mientras hablaba con Susana
- Gracias a usted por pedírmelo. - respondí mientras apretaba su mano para marcharse.
- Tu operaste?
- Lo ayude
- Gracias - alcanzo a decir para darme un abrazo.
- Susana deberías ir con la amiga de Lucia a casa, llevar nuestras maletas, darte un baño, descansar algo tal vez, yo puedo esperar acá, sera un proceso largo de recuperación.
- Amanda, la amiga se llama Jane y no, no voy a ir, ve tu, acabas de salir de una operación de cinco horas
- Estoy bien
- Yo también y no pienso moverme de su lado.
Intentar discutir con alguien que podía llegar a ser aún mas testaruda que yo era una pelea perdida, ambas nos quedamos, me parecía tan extraño verla tan cerca mio y no sentirla, no podía sentir que era ella, lo único que lograba ver era su cuerpo y a distancia.
- Llamaste a Diana? - Susana me miró esperando que mi respuesta fuese un si y mi silencio le dijo lo contrario - Llámala - ordeno mientras se cruzaba de brazos y volvía a mirar a su hermana.
La amiga de Lucia entro en la habitación y preferí salir a esperar que Diana contestara, marque infinitas veces pero nada pasaba, ya cuando estaba por rendirme sentí su respiración al otro lado de la linea.
- Di?
- Hola - dijo secamente con su voz de haber llorado por horas
- Amor, ha sido todo tan rápido que no pude llamarte antes, perdóname por favor.
- Como está ella?
- Estable, la operación duro más de cinco horas, fue complicado pero al final logramos que fuese exitoso
- Tu como estás?
- Bien, tranquila, acompañando a Susana
- Como esta Su?
- Nerviosa, estamos esperando que Lucia despierte, aun no sabemos si la operación trajo consecuencias.
- Ah...
- Diana, estuviste llorando
- No - respondió secamente
- Amor, en cuanto ella esté bien yo me iré, lo prometo
- Amanda, no quiero que me prometas nada, solo quiero que estés aquí
- Mi am...
Mire mi celular y se había apagado, me dolía el alma saber que estaba así... insegura.
- La llamaste? - pregunto Susana en cuanto entre en la habitación.
Mire a Lucia una vez más y su amiga estaba sentada a su lado tomando su mano, aquella sensación, no era buena.
- Llamaste? - volvió a decir Susana llamando mi atención por ver de la forma en que estaba viendo a la amiga de su hermana
- Si, llame... está todo bien
- Ok.
Me senté al lado de Susana, luego de observarme tomo de mi mano, mi cabeza era una verdadera ensalada, por decirlo de algún modo menos dramático, entre el miedo que tenia por Lucia, la preocupación por Diana, Diana y Lucia... Lucia o Diana y para colmo la idea de que la amiga era algo más que una amiga y mis ganas de sacarla de aquel lugar en el que estaba, yo debía estar a su lado, tomar su mano, acariciar su rostro, yo... no ella.
- Quizás deberías darle un beso - Susurro a mi oído Susana
- Como a la cenicienta?
- Si, tal vez despierte al instante
- No soy un príncipe azul Su
- Pero ella es como una princesa
- Ve a sentarte a su lado
- Mejor conmigo que con ella - susurro a mi oído
- Dicen que las personas que están en coma pueden oírnos, yo suelo hablarle a mis pacientes mientras duermen
No había pasado ni una hora desde la operación, Susana le pidió a la amiga de Lucia que le diera el lugar, luego de una hora más termine rindiéndome en el sueño...
- Ella va a estar bien - aquella voz podía hacer que mis pelos se erizaran incluso cuando estaba soñando
- Tomas?
- Ya me olvidaste?
Aquel abrazo pude sentirlo en carne viva, no era un sueño, era una visita, después de tantos años, de aquella ultima vez...
Pero a diferencia de lo que esperaba, aquello había sido lo único que obtuve de el, desperté casi de inmediato, pero podía oír su voz aun en mi cabeza diciéndome que estaría bien, solo eso me bastaba.
- Amanda?
- Que hora es?
- Son las seis, dormiste por horas - dijo Susana mientras me entregaba un café
- Aun no despierta...
- No, el doctor vino a verla hace un rato
- Porqué no me despertaste?
- Por que tomo unos datos y se fue
- De todas maneras debiste despertarme Susana
Me levante de mi improvisada cama y sentí como ya empezaba a molestarme el verla tan pegada a Lucia todo el tiempo, se suponía que solo eran amigas, que tenia que hacer ahí...
- Oye... sea lo que sea que tienes en mente. Para. - Dijo Susana interrumpiendo mi observación
- De que hablas?
- No tienes derecho, en todo caso solo son amigas, pero te recuerdo que hay alguien esperándote en casa
- Lo tengo claro Susana, no hay necesidad en decirlo
- Parece que si.
Susana tenia razón, pero era imposible que no me molestara, como iba a serlo.
- Lu? - dijo casi como en una pregunta Jane, Me acerque para verla y sus grandes ojos abiertos hicieron que los míos se cerraran de golpe, como si en el preciso instante en que los vi abiertos algo hubiese penetrado en mi... como si su alma entrara de golpe en la mía.
- Nurse! please call Doctor Laine! - grite mientras sostenía su mano
Laine llego con una tropa de enfermeras y técnicos, tenían que quitarle las maquinas y realizare los exámenes de rutina, pude haberme quedado en esa sala pero preferí salir con Susana, su cara de terror me excusaba de no tener que mirarle a los ojos una vez más.
- Su, va a estar todo bien - dije pasando mi mano por su espalda intentando tranquilizarla
- pero ahora pueden hacerse realidad todas aquellas cosas... todo lo que podía pasar con la operación.
- Va a estar todo bien, tranquila - insistí tratando de mentirme a mi misma a la vez.
Después de no pocos, sino varios minutos salio Laine de la sala
- Jane, Lucy wants to see you - Dijo Laine, ella se paro de inmediato, pero no puede leer si su rostro era de felicidad o miedo, aunque lo único que tenia en mente en ese momento era que la llamaba a ella, de haber solicitado a Susana no me habría dolido. Tanto.
- Que paso? ella esta bien? - pregunto Susana de inmediato
- Si! la operación fue un éxito, felicidades Doctor Duzic. La verdad es que por el tiempo que tardo en reaccionar existía la duda persistente de que no hubiese salido del todo bien, pero claramente recuerda quien ese, tiene absoluto control de sus habilidades motrices, ahora solo queda esperar que se recupere por completo
- Doctor, existe posibilidad de que vuelva a pasar algo así
- Uno nunca esta libre de este tipo de enfermedades, tumores, cáncer o todo lo que conlleva, a futuro por lo menos dos veces al año es bueno que se haga un control de rutina.
- Gracias Doctor Laine.
- Por favor, llámame William
- Gracias William, muchas gracias.
Un abrazo cordial y el despido de un grande de la medicina, que me vio como un igual a su altura, sin embargo yo seguía contando los minutos que llevaba ella adentro.
- Te dije que todo estaría bien
- No hubiese sido así, de no ser por ti
- No es cierto
- El lo dijo, no seas modesta
- Susana, que no sepa que yo estuve en su operación
- Porqué?
- Prefiero que sea así. Y Su...
- Dime - dijo con cara de no querer oír lo que diría.
- Creo que es momento de que me vaya.
- Amanda no seas idiota, como te vas a ir, ni siquiera la has visto
- No creo que quiera verme
- Eso no lo sabes
- Su, ella sabe que estoy aquí, me vio, todas las veces que yo la sentí ella también lo hizo y aun así...
- Aun así la llamo a ella antes que a ti. Ellas son solo amigas Amanda y tu...
- Yo estoy con Diana, lo sé no tienes que repetirlo, es solo que eso no hace que duela menos
- Entonces por qué la dejaste ir? si la amabas por qué te quedaste con Diana.
- Yo no la deje ir, ella no pudo conmigo y sus remordimientos y Diana... Diana es una parte importante de mi vida, yo la amo, es solo que, no se como explicarlo
- Lucia es tu alma gemela, siempre lo va a ser
- Nunca he dejado de amarla Su - por fin aquellas palabras salían de mi boca y me herían en lo más profundo de mi alma, por lo que eramos, por ella, por Diana - Estoy mal, lo se!
- No, no estás mal, eres solo un ser humano que es capaz de amar y punto - complemento abrazándome.
Es increíble como se puede amar a dos personas, si tan solo fuésemos solo ella y yo, pero hay tanto de por medio, hay demasiado... y entre todo está el hecho de que ella no me quería en este lugar.
- Ya me cansé! - dijo Susana
- Qué paso?
- No viaje desde tan lejos para esperar mi turno y poder hablarle a mi hermana
Aquello me causo un poco de risa, entro llena de autoridad y podría jurar que se volvió un mar de lagrimas cuando logro verla y en menos de cinco minutos jane estaba afuera.
- Ella no quiere verte - traduje en su perfecto idioma
- Disculpa?
- Lo siento, pero me pidió que te impidiera la entrada
- Y quien eres tu para prohibirme algo?
- Yo no soy nadie, pero es ella quien lo esta pidiendo.
No había mucho más que decir, ante eso todo estaba claro, espere por interminables horas que Susana saliera por mi, que me dijera un simple "pasa" pero no ocurrió, cuando ya era la quinta vez que decía "si en diez minutos no sale, me voy". Las persianas se abrieron y la pude ver mirando al contrario de ella, Susana salió y su mirada solo me confirmaba lo que antes había dicho su amiga.
- Te quedaras hasta que se recupere? - Pregunte intentando contener con todas mis fuerzas las lágrimas que querían salir.
- Si - se acerco a abrazarme - lo siento, es una testaruda - dijo mientras lloraba
- lo se - dije soltándome de su abrazo, si decía una palabra más me iba a desarmar por completo y una vez más tenia que ser fuerte.
Camine sin mirar atrás intentando darle una explicación a su comportamiento y entonces como una idiota lo recordé...
- Yo estoy con Diana, Lucia
- Y crees que no lo tengo claro? cada vez que Susana se comunica conmigo aparece algo de ustedes, crees que no me duele, que no me tengo que tragar las lágrimas para no llorar como una idiota
- Tu te alejaste de mi Lucia, no yo
- Y tu te enamoraste de ella, créeme lo tengo claro.
- No se que mierda estoy haciendo aquí
- Quizás es solo nuestro destino Amanda
- Quizás quiero torcerle la mano al destino -
... recordé su rostro, su lágrima, la oscuridad de su alma, es por mi causa que está así, yo provoque el efecto de mis palabras, yo la perdí mucho antes de tener la necesidad de recuperarla.
Todo aquello que contuve en aquel pasillo, todas aquellas lágrimas que me tenían atada por dentro, me desarmaron en totalidad de regreso a casa, en silencio, de una forma casi desgarradora, no era solo la situación con Lucia, era mi entorno entero el que pretendía quitarme la vida. Ya había decidido una vez, ambas lo habíamos hecho y hoy estábamos más perdidas que nunca.
Baje del avión rogando que Ricardo no le hubiese dicho a Diana que llegaba, que fuese el quien me estaba esperando y no ella, no podía enfrentarla. No aún.
Mis suplicas fueron respondidas y Ricardo me esperaba con media sonrisa en su cara, no hubo un "hola" solo un abrazo, un abrazo que me devolvía una vez más a mi anterior estado liquido, las lágrimas no solo salían de mis ojos, de pronto toda yo era agua.
- Y los niños? - pregunte entrando a su casa
- Con la abuela, está noche es solo para ti
- Que te dijo Susana?
- Todo, que Lucia no te quería ver, que tu la operaste... le salvaste la vida Amanda.
- No se si eso importe mucho
- Ella ya lo sabe
- Qué cosa?
- Que tu estuviste en su operación
- Por la mierda Susana no se pudo callar! - grite enojada mientras me tomaba de un trago el whisky que me había servido Ricardo.
- No fue Susana, fue su amiga, la tal Jane esa
- Y cuando se lo dijo?
- Cuando Lucía la llamo, Amanda, ella lo sabia antes de que dejaras el hospital
- Y aun así no quiso verme - dije moviendo el vaso para que sirviera más
- Que vas a hacer?
- Con qué?
- Con tu vida hermana, en que momento esto se volvió tan complicado
- Cuando no lo ha sido? analiza, desde antes que tuviese uso de razón que tengo encuentros en un mundo desconocido para la humanidad con mi supuesta "alma gemela" la que paso la mitad de mi vida buscando, razón y circunstancia en la que mi hermano muere dejando a mi flechazo juvenil embarazada, lo que todos desconocíamos menos mi madre, años mas tarde encuentro literalmente a la mujer de mis sueños, la que esta casada, tiene una hijastra, la que pierde la vida por una enfermedad de mierda y que deja un padre vulnerable dispuesto a quitarse la vida por que yo le robe al amor de su vida, sumale... - hice una pausa mientras tomaba lo que quedaba en mi vaso y mi hermano lo rellenaba - ... sumale que mi alma gemela se siente culpable y no me quiere ver ni en pintura dejándome en un estado casi tan vulnerable como el de su marido y entre tanto nos reencontramos con la que era la mujer de mi hermano, la que siempre sintió algo por mi, la que me hizo volver a creer en el amor... Ricardo, cuando no ha sido todo esto complicado?
- Te sirvo otro vaso?
- Tienes otra botella?
- Si
- Dame la botella.
- Amas a Lucia y amas a Diana - dijo pasándome la botella sin abrir de whisky
- Amo a Diana, lo se, no tengo duda de eso
- Pero siempre va a estar Lucia
- Lucia esta tatuada en mi alma hermanito, la tengo impregnada en todo espacio de mi cuerpo
- Yo no creo que alguna vez sea capaz de amar a otra persona como amo a Susana
- Eso es porque tienes suerte, por que encontraste a tu otra mitad y no la dejaste ir, quizás si me hubiese quedado con Lucia, nunca hubiese tenido espacio al reencuentro con Diana
- Y que abrió ese espacio, si nunca dejaste de amarla?
- El dolor, la necesidad de ser amada, las grietas que Lucia dejo en mi eran tan grandes como su amor y Diana supo sellarlas
- pero no ha sido suficiente
- Por qué lo dices?
- De haberlo sido Lucia no hubiese podido entrar a tu vida nuevamente, a Diana la amas de aquí - dijo apuntando su cabeza - no de aquí - posicionando su mano en mi pecho - por más que digas que la amas, no lo haces, amas la idea de estar con ella, tu "flechazo juvenil" como le dices, tu familia perfecta, con una hija adoptiva que es en realidad tu sobrina y recuperes a Lucia o no lo hagas tienes que dejarla ir, tienes que darle la oportunidad de encontrar a alguien que realmente la ame. Amandita siempre va a ser parte de nosotros y ella no nos puede negar, mucho menos a ti, que te volviste su mamá.
- Y si Lucía no quiere volver a mi
- Diana se merece ser tu premio de consuelo?
- No.
De un momento a otro mi hermano se había vuelto más sabio que yo, me costo digerir sus palabras y el alcohol que bebía me ayudo, la mañana me trajo el dolor consecuente luego de una borrachera como la que me había pegado, mi cabeza comprendía una vez más la popular forma de llamarle a la resaca "hachazo" eso era lo que sentía en mi cabeza en aquel momento y por la cara que tenia mi hermano, el no se sentía mejor que yo.
- Buenos días Amandito
- Buenos días Junior
- No tienen nada de buenos, tomaste como hombre ayer
- Tome como mujer... pero con pantalones - dije sonriendo y el dolor en mi cabeza se acentuó - necesito una ducha helada
- Adelante.
El agua como siempre me renovaba y por suerte el alcohol había dejado hasta mi subconsciente dormido, lo que ahora me aterraba era la forma en la que enfrentaría mi realidad.
- Ya te vas?
- Llama un taxi para mi, quieres?
- No, yo te voy a dejar, creo que es mejor que llegues conmigo, así veo a la niña por ultima vez
- No es gracioso Ricardo
- Lo se, disculpa. Igual es mejor que la saque un rato, a no ser que no quieras hablar con Diana.
- Si. Quiero.
Mi querer no me ayudaba a encontrar las palabras exactas para hablar, imaginaba la cara de la pequeña y me replanteaba una vez más si hablar con Diana o dejar las cosas como estaban y seguir viviendo una vida de mentiras, pero si mi hermano estaba errado, si mi amor por ella es real y no lo invente en mi cabeza, es ahí cuando la cara de Lucia se me viene a la mente y todo queda nulo, aunque no la vuelva a tener, aunque termine mi vida estando sola, aún así, diana se merece a alguien que de verdad la ame.
Llegue a casa y me detuve antes de entrar, pero antes de meter la llave en la cerradura, ésta ya se estaba abriendo
- Ma! - grito la pequeña colgándose de mi cuello, como podía hacer lo que tenia en mente, no tenia corazón para hacerlo
- Hola mi vida, te extrañe tanto!
- Mamá!!, Ma está aquí!
Diana se apareció corriendo y se detuvo al ver mi rostro, como si supiera lo que pasaba, como si pudiese leer mi mente, entonces se quedo ahí, mirándome en el pasillo.
- Amandita!! - grito Ricardo robándome a la pequeña
- Tío!!! - grito ella colgándose de su cuello, Ricardo me guiño un ojo y cerro la puerta tras ellos.
Me acerque a Diana, intentando no quitar mi vista de sus ojos, cuando la tuve enfrente rodeo mi cintura con sus brazos y se aferro con fuerza a mi, junto con mi frente su frente y me besó, como hacia años no me besaba, como si fuese la ultima vez.
- Por qué te tengo que dejar ir? - pregunto despacio en mi oído - Por qué tengo que hacer lo correcto, ofrecerte mi amistad, dejarte ver a la niña, porqué? si yo te amo como te amo.
- Di...
- No me digas que no la amas, no te atrevas a decirme eso
- Di... déjame hablar por favor
- Amanda, te conozco como la palma de mi mano, se lo que quieres decir antes de que lo pienses, se cuales van a ser tus acciones mucho antes de que las planees, sabia que me ibas a dejar en cuando te subiste en aquel avión con rumbo a otro continente.
- Te mereces a alguien que te ame con la misma intensidad que tu me amas
- Lo sé, tengo claro lo que me merezco y lo que no, solo quiero saber una cosa
- Diana, ni siquiera me dejas hablar.
- Algo de lo que vivimos fue real?
- Todo, todo fue real, yo te amo Diana, cada momento que vivimos juntas, cada risa, lágrima, cada ves que te hice el amor, fue real, es solo que...
- Es solo que la intensidad de tu amor es mucho más grande para ella que para mi.
- No quiero hacerte sufrir.
- No lo haces, siempre supe que eras un préstamo que la vida me daba, que en algún momento alguien vendría a cobrarte.
- No quiero alejarme de ti, ni mucho menos de la Amandita, tu sabes que yo la amo
- Ella se volvió tu hija Amanda, no seria capaz de alejarla de ti, me duele que pienses que soy capaz de eso.
- No quise insinuar eso, yo solo quiero seguir viéndolas, saber como están, tener a la niña en la semana, no se como se puede arreglar esto.
Diana camino al sofá y comienzo a llorar como si le hubiesen arrancado un pedazo de ella.
- Di...
- Una parte de mi quería que me dijeras que nada iba a pasar, que seguiríamos juntas, pero nada es como yo quiero en esta vida. Vas a estar con ella entonces?
- No, no lo se Diana, lo único que se es que no te mereces estar con alguien como yo
- De que hablas? Amanda, con nadie he sido tan feliz como contigo, con nadie!
- Diana...
- No te lo haré más difícil de lo que ya es, no es necesario que me mires así - dijo limpiando las lágrimas que insistían en caer de sus ojos.
- Lo siento.
- No lo sientas, yo no lo hago.
Se acerco a mi y beso mi frente...
- Hoy mismo me voy de casa.
- No! - exclame de inmediato - por ningún motivo, esta es tu casa y de la niña, quien crees que soy, si alguien se ira esa seré yo, pero todo esto es de ustedes.
- Amanda, es tu casa, tu la compraste
- Si Di... pero a tu nombre, desde el principio
No tenia para que responder nada, su rostro me decía lo enojada que estaba conmigo por haber hecho lo que nunca quiso a sus espaldas, la mire pidiendo comprensión por algo que sabia que era lo correcto, de fondo las risas de la pequeña me hacían dudar una vez más del paso que estaba dando, pero ya no había nada más que hacer, estaba todo dicho.
- Puedes venir por ella cuando quieras, no te voy a imponer ni horarios, ni restricciones, pero si te voy a pedir que no la abandones, nunca la abandones.
- No seria capaz de eso, sabes como la amo
- Tampoco hagamos de esto algo traumático, hay que conversar con ella tranquila, que esto fue de muto acuerdo, no se, quizás con la ayuda de alguien.
- Y lo dices así, tan tranquila
- Yo sabré lidiar con mi pena, pero no puede verme mal, ella es mi prioridad Amanda
- Lo sé.
- No tiene por que ser hoy día tampoco, digo, se que te tienes que ir, no seria capaz de... vamos, te tienes que ir
- yo tampoco soy capaz, pero me va a preguntar porque me voy
- Le diremos que nos amamos, pero que no seguiremos viviendo juntas, que nada va a cambiar, que es lo mejor para las tres y nadie debería sufrir por esto.
- Es eso lo que te dices a ti misma?
- Amanda no me lo hagas más difícil por favor.
- Perdón, perdón no quiero hacerte daño - dije corriendo a abrazarla - y aunque no lo creas, yo también estoy sufriendo.
- Si fueses la reina del hiele nunca hubiésemos estado juntas, no crees - respondió sonriéndome
Aquel abrazo no fue de despedida, lo sentía como algo más, nunca pensé que las cosas saldrían así, me esperaba gritos, reclamos, incluso me espere despecho, pero esto, de alguna forma Diana siempre terminaba sorprendiéndome, por algo me había enamorado de ella, por algo la quise como la quise.
En mi vida había pasado por cosas difíciles, pero decirle a una niña que ya no vivirás con ella es de lo más difícil, ver como sus ojos dicen todo mientras se nublan, peor aun, como alguien tan pequeño puede tener rencor.
- Iras a ver a la niña hoy? - pregunto Ricardo
- Si, iré por ella, Diana me dijo que la fuera a buscar al colegio
- Valor hermanita
- Me falta, han pasado dos semanas y aún no me habla
- Deja de comprarle todo lo que quiere, te esta manipulando
- Se que lo hace, pero me mata que ni siquiera sea capaz de decirme hola, cuando antes no se quería despegar de mi, me duele el alma Ricardo
- Me muero si me pasara eso con los niños.
- Tu mujer... cuando llega?
- Lucia sigue hospitalizada
- Ricardo, paso algo que no me quieres decir?
- No.
- Ricardo no me mientas, hace una semana deberían haberla dado de alta
Su mirada en vez de tranquilizarme hizo un efecto completamente contrario
- Nada Amanda, no pasa nada
- Ricardo por favor, si no me dices lo que esta pasando llamare y lo averiguare.
- Lucia no se quiere levantar
- Como?
- Dice que no siente las piernas, pero los exámenes indican que esta bien y... la están tratando psicológicamente, no se Amanda, algo debió salir mal en esa operación.
- Se perdió...
- Como se perdió?
- Se perdió en ella misma, yo pensé que era por mi, que era su rabia por lo que dije
-.de que hablas Amanda
- De que no está, no la encuentro Ricardo, no lo entiendes?
- Amanda, tranquilízate y explícame de que hablas
- De que todas las noche la busco, voy al mismo lugar donde siempre la encontraba esperándome y no esta, por más que la busco, por más que me desespero gritando su nombre. No está.
- Susana dice que solo habla con Jane, la amiga esa con la que vivía
- Por qué no me sorprende
- Se acabo la magia que ustedes tenían? ese mundo de fantasías, de verdad acabo?
- Porqué lo dices
- Por que eso fue lo que me dijo Susana, que Lucia se había estrellado con el mundo real, que algo en su cabeza había cambiado, que ya no era la misma
- Sigo sintiéndola Ricardo, podrá estar enojada y creer que esta perdida en el mundo, por que te aseguro que siente que esta completamente sola, pero la sigo sintiendo, por más que crea que lo nuestro era una fantasía.
Ricardo tomo aire y lo exhalo casi con desesperación, se paro, dio un par de vueltas, y podría haber contado regresiva mente el momento en el que me soltaría aquello que tenia atorado en su garganta, eso que posiblemente me iba a doler, por que si le costaba tanto decírmelo era por que tenia forma de flechas directo a mi alma.
- Habla... - dije obligando a que soltara las palabras que tenia atoradas.
- Dice que tu no existes, que puede que hayas sido real, pero todo el resto fue un simple sueño, que es imposible que exista otro mundo diferente a este, ella dice que...
- Para - lo interrumpí antes de sentirme peor de lo que ya lo hacia.
- Hay algo más Amanda
- No quiero saber nada más Ricardo, que haga su vida, que sea feliz... que viva, que se quede allá y siga una vida normal.
- Ese es el tema
- Cual?
- Que la otra semana Susana se viene y lo hará con ella
- Vuelve al país?
- Vuelve.
Aquello no me daba alegría, ni ansiedad, mucho menos me daba esperanza, lo que si me hacia sentir era miedo, miedo a enfrentarme a alguien desconocido y seguir viendo a alguien que solía conocer, miedo a un rechazo y no era que nunca me hubiese rechazado, pero antes sabia que me amaba, ahora ni siquiera sabia si ella recordaba lo que es el amor.
No había dia que no checara si estaba la continuación pero vale la pena la espera
ResponderEliminarMe encanta como escribes <3 nunca lo dejes d hacer
Q cortito :( y triste pero me encanto leerte ya va siendo hora q sean felices :)
ResponderEliminarque bueno que y hay continuación, estuvo muy triste este capitulo, ojala ya dejara de sufrir Amanda, pensé que ibas a seguir con el otro relato,( desde cero) no me quejo, todos son bellísimos , espero las conti. besos
ResponderEliminarDesde cero ya esta actualizado! y viene otro en camino :)
EliminarYa sabía yo que la historia con Diana no duraría mucho más :-/ pero bueh, la realidad es que hay amores que nunca se olvidan y es sólo cuestión de tiempo que te alcancen y te hagan darte cuenta que todo lo demás son meros momentos que te prepararon para valorar, apreciar y cuidar a quien viene a ser el verdadero amor. Espero que esta vez le des respiro a éstas dos mujer!! Déjalas ser felices jajajajajaja Mira que en lo particular necesito leer cosas lindas y esperanzadoras para darme un respiro de la cruda realidad de mi país.
ResponderEliminarKam
Que largaaaa espera y que corto ha estado, espero esta vez no tardes tanto porque creo que todas queremos la conticion pronto, buen capitulo
ResponderEliminarHola como siempre un gusto enorme leerte, sin contar que me sigues sorprendiendo un relato muy emotivo muy real excelente como siempre y como todo lo que escribes se que habrá una excelente continuación y un magnífico final.saludos y un abrazo atte alexmvu
ResponderEliminarOooh ke rayoss!! Nt puedee ser!! Sperabaa muy ansiosaaa la continuacion
ResponderEliminarLa próxima viene luego! :)
EliminarSabes tobilu yo te admiro de verdad pero creo que aveces enriedas tanto a tus personajes no quiero decir que la vida sea fácil pero tomar la decisión que tomo amanda y luego darse cuenta que estaba equivocada y lo peor de todo darse cuenta después de tantos años es un poco es tupido lo siento pero eso pienso
ResponderEliminaresa es mi opinión espero que no te enoje porque es normal aveces sentirse confundida en algún momento pero cuando sientes que el ser amado ya no estará entonces reaccionas y te das cuenta aquien quiere en tu vida ahora y no después de tantos añoso
ResponderEliminarNo me molesta tu opinión, creo que es valida, pero si tengo que defender lo que escribo te diré que ese es el tema de mi historia, que uno no toma decisiones en el amor, no se si te ha pasado pero uno no es quien elige de quien enamorarse y particularmente en esta historia, Lucia dejo a Amanda por que no podía con su conciencia y por fue por eso que Amanda pensó que el amor que sentía por Diana era suficiente, hasta que (recordando que el tema central de la historia que trata de dos personas que se encuentran en un mundo completamente diferente al real) Amanda despierta en este mundo y se da cuenta que Lucia la esperaba hacia mucho tiempo, esperando a que su corazón estuviese dispuesto a buscarla, por consiguiente Amanda sin querer despertó del mundo de mentira y supo que el amor que había sentido por Diana no era suficiente, que el amor de su vida estaba ahí y no pretende dejarlo ir.
EliminarEspero realmente que no te tomes a mal esto, siempre defiendo lo que hago, ojala lo hayas podido entender de otra forma y no como si fuese una decisión, porque no lo fue.
PD: La vida es enredada anónima lectora.
Haber eso de que uno no elige de quien enamorarse es verdad y entiendo tu punto de vista pero dime ¿se puede amar a dos personas a la vez tal ves en un momento digas que amas a dos personas pero es un momento de confusión pero no se puede decir alguien te amo pero amo mas a otra persona en fin gracias por comprender
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