Ahí, donde solíamos reunirnos XII

- Estoy lista, no me permito un día más sin estar a tu lado. 

Capitulo 7: Ahí, donde solíamos reunirnos.

El tiempo pasa feroz cuando eres feliz, pero llega un momento en el que todo se estanca, han pasado cinco años y Diana ha sabido re enamorarme a diario, la pequeña sigue siendo pequeña y a la vez es gigante, pero cual es el problema, el problema es que en esta vida todos tenemos un destino y en cualquier momento nos llega la hora de enfrentarlo o ir en contra de el.

Aquello era el típico sueño, mi gente, mis recuerdos, imágenes que vienen y van esperando encontrar un punto en común, hasta que dejo de ser un sueño normal, hasta que respire y supe que el oxigeno si se colaba por mis pulmones, que el paisaje hacia tantos años que no lo veía pero lo reconocía perfecto  y por supuesto no paso mucho hasta que la vi a ella...

- Pensé que nunca llegarías 

- Pensé que esto ya no pasaría

- Yo también, pero ya ves, estamos aquí

- Sigues igual de hermosa - dije sin pensar lo que mi boca decía

- Tu no, estás más vieja - igualó ella riendo

- Que hacemos aquí Lu

- No lo sé, o quizás si lo se

- Entonces dímelo

- Estoy lista, no me permito un día más sin estar a tu lado Amanda

Me absorbí en lo que esas palabras querían decir.

- Porque ahora? porque después de tanto tiempo

- Eso dímelo tu

- Y yo porque?

- Por que yo hace años que te estoy esperando, cada noche al quedarme dormida llegaba aquí, paciente te espere por todo este tiempo

- Y porqué aquí? porqué no lo hiciste en nuestro mundo

- Este es nuestro mundo - y la intensidad con que lo dijo me hizo desviar la mirada - Yo te espere, a penas llegue aquí entendí que ya me había perdonado, supe que estaba lista, pero cuando tu no llegaste comprendí que era mi castigo, que debía esperar hasta que estuvieses preparada

- Pero no lo estoy!

- Si lo estas y aunque no lo quieras ver, estás aquí, tu corazón esta listo.

Desperté por la rabia, la luz que se colaba por la ventana poco a poco le dio un poco de claridad a mi vista, mire el despertador y a penas eran las cuatro de la madrugada, me moví para quedar de espalda a la cama y sentí la calidez de su pierna poniéndose sobre la mía, sonreí, pero también me sentía a oscuras en un lugar donde podía verlo todo.

Nunca había deseado tanto que saliera el sol, no dormí por miedo a volver a encontrarla, porque ahora, cuando esta tan bien con Diana, siempre he estado bien con Diana, la amo, si la amo, estoy segura de eso y entonces... porque me altera tanto saber que ella esta lista.

- Pau?

- Hola hermosa

- Hola, Pau necesito verte urgente

- Que paso, estas bien?

- Sí, si, creo, podemos tomar desayuno?

- En veinte minutos en el café de siempre?

- Nos vemos

- ok!

Colgué el celular y le di una boba escusa a Diana por mi repentina salida, necesitaba que me dijeran que estaba mal, que quizás lo que tuve fue solo un sueño y mi inconsciente me hacia una treta.

Llegue al café de siempre, me asalto de pronto una duda y mientras esperaba a Paulina, realice una llamada.

- Hermanito?

- Hola cariño como estás

- No muy bien, necesito una ayudita tuya

- Dime, que necesitas

- Ricardo, Lucia sigue fuera del país?

- a que se debe esa pregunta

- Tonteras mías, tu solo responde

- Si, que yo sepa sigue en Londres

- Ah, bueno, gracias, saludo a tu mujer y un besito a las niñas

- bueno, estas loca tu

- chau

La distancia me tranquilizaba dentro de la inquietud que tenia, llevaba diez minutos sentada esperando a Paulina pero brillaba por su ausencia, cuando estaba a punto de llamarla, entro con una sonrisa de oreja a oreja

-  Perdón, perdón, pero me costo salir de casa - dijo sonriente antes de que le llamara la atención

- Tienes que dejar de andar por ahí tirandote a todo lo que se mueve, ya estas vieja Pau, tienes que sentar cabeza

- Mi vida, que tu estés casi casada y con una hija no es mi culpa, yo sigo siendo joven - mi sonrisa esquiva de respuesta le indico que algo no estaba bien - suéltalo

- Qué cosa?

- Lo que sea que te tiene así.

- Si te digo Lucia eso lo define todo o no?

- Es una broma?

- No

- Amanda, Lucia lleva más de cuatro años en Londres, hizo su vida, porqué te tiene mal ahora

- No ha hecho su vida

- Como lo sabes?

- Volvió a pasar Pau

- Que cosa?

- Me encontré con ella cuando dormía

- Pensé que ya estábamos curadas de esos viajes nocturnos

- el problema es todo lo que me dijo Pau, no se que pensar

- Y que tienes que pensar? si ya todo esta dicho. ¿Amas a Diana o no?

- Por supuesto, eso no lo he puesto en duda, el tema es...

- El tema es que también amas a Lucia

- Ni siquiera se si eso es posible

- Valor amiga

- Más que valor, el tema es que ahora solo estoy desconcertada, ella no está acá físicamente

- Pero te atormenta en tus sueño, quizás solo fue eso un sueño Amanda, estás alucinando.

- Es que fue tan fácil superarla cuando no quería saber de mi, fue fácil para mi aceptar que estaba enamorada de Diana, no tenia posibilidades con ella, era nuevamente mi imposible

- Y si estuviese aquí?

- No se, no podría hacerle eso a Diana, no soy capaz de hacer algo así

- No se merece que le hagas algo así

- Creo que eso ni siquiera esta en discusión. 

- Que harás con tus sueños?

- No dormiré, creo que es una buena idea

- Ah claro, haz eso, es una excelente idea

Aquella conversación en vez de dejarme más tranquila me trajo miles de dudas, dudas que no quería tener, por nada del mundo quería tenerlas.

- Mi vida que te pasa? 

- Ah? - pregunte mirándola mientras alzaba una de sus cejas como si supiera lo que tengo en mi cabeza.

- Amanda, en que lugar del mundo andas

"En Londres" pensé y aquel pensamiento me desconcertó aun más - estaba pensando en un caso complicado que tengo

- Ah, no pienses en el trabajo mi amor, ahora estas descansando, ya mañana te preocupas de eso

- Es complicado 

- No, no lo es - dijo mientras me besaba dulcemente a medida que aumentaba la intensidad de su beso

- Amor y la niña 

- Esta donde una amiga, "Shhh" - susurro muy cerca de mis labios y continuo besándome.

Aquellos besos eran otra cosa, me mantenían en mi mundo, en mi planeta y sabia en el momento exacto en que aquel beso quería ser otra cosa, cuando su lengua bailaba un ritmo único dentro de mi boca, un ritmo que me daba el pie para hacer lo que quisiera con ella y así, sin mayor rodeo la hice mía en el sofá, como siempre lo hacia, con amor.

En que momento deje de mirarla mientras dormía, en que momento llegue a este lugar, no quiero estar aquí y sin embargo lo sigo haciendo, sigo volviendo.

- Porqué Lucia, ya no quiero estar aquí

- Y tu crees que yo si? - y aquellas palabras me hicieron eco - tu crees que a mi no me gustaría rehacer mi vida como tu lo hiciste? vivir feliz con una familia perfecta? pues te equivocas, me encantaría vivir una vida normal y que cada vez que llega la hora de dormir hiciera simplemente eso, dormir?

- Entonces que haces aqui?

- Que esa vida la quiero contigo Amanda, siempre fuiste tu, desde que era una niña, como no lo entiendes

- Yo estoy con Diana, Lucia

- Y crees que no lo tengo claro? cada vez que Susana se comunica conmigo aparece algo de ustedes, crees que no me duele, que no me tengo que tragar las lagrimas para no llorar como una idiota

- Tu te alejaste de mi Lucia, no yo

- Y tu te enamoraste de ella, créeme lo tengo claro.

- No se que mierda estoy haciendo aquí

- Quizás es solo nuestro destino Amanda 

- Quizás quiero torcerle la mano al destino - vi su rostro en el preciso momento en el que termine de decir aquello, vi la lagrima que derramo mientras lo hacia, vi como su corazón se volvió más oscuro de lo que estaba y en ese momento desapareció.

Mi paisaje se volvió gris, niebla supongo, el frío me calo los huesos y el alma me dolía cada vez más; no se por cuanto rato me senté a esperar que volviera, mucho menos se porque seguía ahí sin poder marcharme, intente visualizar a Diana en mi mente, intente volver a ella una y otra vez, pero fue imposible. 

No me di cuenta el momento en el que salí de ahí y volví a mi cuerpo, volví a sentirme dormida como una persona normal, abrí mis ojos y Diana estaba dormida entre mis brazos, bese su cuello para despertarla, su sonrisa me traía tanta paz.

- Amor dormimos mucho

- A que hora hay que ir por la beba

- Deja de decirle beba, se lo va a creer, no quiero que se vuelva mimada

- Como mis sobrinas?

- Exacto

- Te recuerdo Amor mio, que la beba genéticamente es mi sobrina

- Lo se, pero no es motivo para que sea una malcriada

- Vamos a pelear otra vez?

- No.

Sus respuestas rotundas en ves de enojarme me causaban tanta risa. En contra de nuestra voluntad dejamos la comodidad del sofá, teníamos deberes y no podíamos quedarnos eternamente ahí y por otra parte, la cara de Lucia comenzando a llorar me tenia atormentada, tenia el tino de aparecer incluso en mis pensamientos, aunque claro aquello solo podía ser mi culpa.

- Amanda no vas a dormir? apaga esa luz - su mirada insistente sobre mi me llevo a hacer caso, como siempre lo hacia.

- Amor no tengo sueño

Pero no hubo respuesta alguna, lo inevitable siempre llegaba a su punto, por algo era inevitable.

Por primera vez el paisaje no era el mismo, por primera vez había luz, el sol asumo, el aroma del lugar me recordaba el mar, pero no lo veía, al contrario, la arena que me rodeaba me recordaba la vez que visite el desierto, quizás es solo un sueño, me dije. Error...

- Amanda a donde vas son las 6 de la mañana! - regaño aun durmiendo Amanda

- Sigue durmiendo, no te preocupes

- Amanda, que paso?

- Un llamado del hospital, beso! - dije lanzandole un beso desde la puerta.

La realidad era que no existía llamado, ni siquiera tenia que ir a trabajar en dos días, era otra cosa lo que me atormentaba y por primera vez desde su aniversario mi hermano venia a la cabeza y no por el mejor motivo.

- Amanda que te pasa! mira la hora que es, que haces aquí? - pregunto mi hermano después de que haber golpeado insistentemente durante diez minutos 

- Susana?

- Durmiendo y habla más despacio que despertaras a las niñas

- Dile a Susana que llame a Lucia de inmediato - le ordene con el nerviosismo a flor de piel

- Amanda que onda, pensé que ya habías superado eso

- Ricardo, no me cuestiones, si no vas a hablarle tu a Susana iré yo

- Amanda que pasa? - dijo Susana saliendo aun somnolienta de su habitación.

- Su, llama a Lucia por favor

- Pero para que quieres que la llame y tan temprano 

- Allá deben ser casi las diez de la mañana, solo llama por favor

- Amanda me estas asustando - dijo Ricardo

Luego de diez minutos en la misma discusión Susana se dio por vencida y comenzó a buscar el numero y todos sus códigos para llamar

- Lucia? - dijo Susana mientras yo esperaba una respuesta que me dejara tranquila - Good Morning, I´m Lucy's sister, Susana, can I speak with her please? - el silencio luego de su ingles me confirmaba lo que no quería saber - Pero por que no me llamaron de inmediato!! - aquel grito me hizo perder la cordura, no podía ser cierto.

- Amor que paso? - Pregunto Ricardo mientras Susana seguía al teléfono

- Ok. Yes. Ok - era lo único que Susana decía - Don't worry for that, yes, ok, I  see you there.

- Que paso?- Pregunto Ricardo

Susana se quedo viéndome sin decir nada, no era necesario que me dijera lo que yo ya sabia

- Como lo supiste?

- Como está?

- En coma inducido por el momento

- No te había dicho nada?

- No, Jane, su amiga, dice que estaban viendo la posibilidad de operarla pero ella no quería

Susana se sentó a mi lado y tomo de mi mano

- Que vamos a hacer Amanda - dijo comenzando a llorar

- Amor que mierda paso, yo no entiendo nada, Lucia tuvo un accidente?

- No - dijo Susana entre lagrimas - Le encontraron un tumor, hace un año, tenia que operarse pero la testaruda no quiso, ayer le dio una especie de ataque, la llevaron a la clínica y le indujeron el coma, mañana la operaran.

- Como lo supiste Amanda?

No había tiempo para respuestas, sencillamente no había tiempo.

- Tenemos que viajar Susana, ahora mismo, ella nos necesita

- Sí, sí, lo antes posible hay que estar allá, no quiero que entre al quirófano sin verla

- Esperen, cálmense un poco, no pueden llegar y viajar así como así - dijo Ricardo

- Yo voy de inmediato a casa por un par de cosas y llamo a mi asistente de viajes para que me vea los pasajes, Susana puedo comprar para ti de inmediato

- Si! por favor, hazlo de inmediato

Susana comenzó a caminar de un lado a otro intentando ordenarse con todo lo que se venia así, de pronto. En menos de veinte minutos y como si hubiesen estado esperando teníamos dos pasajes para dentro de tres horas con destino a Londres con escala en Madrid

- Listo, en dos horas hay que estar para el embarque Su, yo iré a casa a preparar un bolso, te paso a buscar

- Ok, nos vemos!

Salí lo más pronto posible en dirección a mi casa, pero no sin ser perseguida por mi hermano, el que salio gritándome desesperado, pare cuando estuve frente a mi auto

- Amanda que mierda estas pensando o no estas pensando del todo, vas a viajar al viejo continente de la nada, por alguien que ya no pertenece a tu vida! Amanda tu trabajo, Diana, la niña? por favor cálmate y piensa las cosas.

- No tengo nada que pensar, yo la vi hueon, la vi! ahí metida dentro de un cajón, llena de flores! tu crees que fue fácil despertar y sentir que ella ya no estaba en esta vida? que esa conexión que teníamos a penas la sentía en el aire, ni siquiera cuando Tomas me dejo me sentí tan vacía en el mundo

- Entonces crees que se va a morir?

- No, si está en mis manos eso no va a pasar

- y Diana?

- Ricardo, sabes de quien te estoy hablando?

- De Lucia

- Diana tiene que entender, a penas Lucia se mejore yo voy a regresar

- Y crees que te va  a esperar

- Tiene que hacerlo y ahora solo me estas retrasando!

Ricardo me dio un abrazo y sentí como si me hubiese traspasado toda su fuerza, la necesitaba, estaba a menos de veinte minutos de mi casa y me temblaba el cuerpo entero, quería que Diana me entendiera, pero después de todo, qué había que entender?

- Amanda que te pasa? - pregunto probablemente por mi pálido rostro

- Diana, en los próximos minutos probablemente me vayas a odiar, pero hay algo que debo hacer y solo te pido que por favor me comprendas

- Amanda me estas asustando, que mierda te pasa?

- Tengo que hacer un viaje, no se por cuanto tiempo, pero espero que no sea mucho

- Amanda si esto es una broma es de muy mal gusto

- No, no es una broma, Diana... yo necesito que tengas toda la comprensión del mundo con lo que te voy a decir - fui incapaz de mirar su rostro mientras mis palabras se preparaban a salir, mis parpados se cerraron de inmediato - en dos horas tomo un vuelo a Londres con Susana, Lucia esta en coma, tiene un tumor cerebral y la operaran y yo necesito estar allá. - termine de hablar y abrí mis ojos mientras Diana no quería mirarme

- Siempre supe que este día iba a llegar

- De que hablas?

- De verdad lamento lo que le esta pasando y comprendo que Susana quiera estar con ella, pero tu? a que vas a ir tu?

- Soy Neurocirujano Diana, aunque no pueda operarla, tengo que estar segura de que sus opciones son la mejores

- Ya.

- Diana, cuando Lucia este bien yo voy a volver

- No, no lo vas a hacer

- Diana, por favor, tienes que entenderme

- Te entiendo Amanda y no te voy a detener.

Su esta pasivo-agresivo me ponía aun peor de que si hubiese estado gritándome, prefería los gritos. saco una maleta del closet y entre lagrimas comenzó a doblar ropa en ella, me mataba la situación.

- Diana...

- No! - dijo gritando y continuo haciéndolo - Porque tengo que aceptarlo! yo sabia que esto iba a pasar! Tomas me lo dijo! 

- De que habas?

- Que ya lo sabía! el me dijo que estaba mal! que debía dejarte ir, pero no! no quiero Amanda no puedo!

- diana, tuviste un sueño, quizás fueron tus miedos, pero no me vas a dejar ir, solo me tienes que soltar un poco

- No fue un sueño Amanda, tu de todas las personas del mundo debería entender eso


- Ok, Tomas te visito mientras dormías y te dijo eso, lo acepto, pero no quiere decir que sea así

- Como no? si estoy haciendo la maleta para que vayas a salvar a tu alma gemela.

- Yo iba a hacer eso, no tienes porque hacerlo

-Tienes razón!

Lanzó la maleta y salio de la habitación. Mi cabeza daba mil vueltas sin dirección alguna, Tomas le aviso; Tomas me aviso a mi, ella ya lo sabia; Lucia no me lo dijo; Esta era la peor de las bromas que me había puesto la vida.

- Estas lista para irte?

- No, necesito que me digas que todo va a estar bien

- Nada va a estar bien Amanda

Deje mi maleta en la puerta y fui a despedirme de lo más grande en mi vida.

- No la vas a despertar - ordeno diana desde la puerta - le partirás el corazón

Ignore sus palabras y le hable, era incapaz de irme sin su abrazo

- Mi vida, despierta amor - casi sin poder hacerlo abrió uno de sus ojos

- Que pasa? - dijo con su dormida voz

- Mi amor, tengo que hacer un viaje de improvisto, no podía irme sin despedirme princesa

- Vas con mamá?

- No princesa, mamá se queda aquí contigo

- Y sera muy largo tu viaje? porque lloras Ma

- Sera un poco largo Amanda, pero te prometo llamarte a diario

- No te vayas Ma! - su abrazo extremadamente fuerte y aquel "Ma" me derretía el alma

- Mi amor, Ma se tiene que ir, dale un besito y deseale buena suerte en su viaje - Diana interrumpió aquel abrazo y me ayudo a despegarla de mi. Las tres llorábamos.

- Voy a volver en cuanto pueda - le dije a Diana pero fue incapaz de verme de vuelta

- Diana, por favor al menos dime "chao"

Diana se levanto de la cama y me dio un gran abrazo acomodando su cabeza en mi cuello - te amo, cuídate por favor.

- Te llamare en cuanto pueda

- Cuídate - dijo con resignación 

salí de casa y llore todo el camino a casa de mi hermano, porque aunque me costase aceptarlo, Lucia siempre iba a estar primero.

Susana me esperaba en la puerta, Ricardo nos llevo en mi auto y de camino al aeropuerto llame al hospital, la neurocirujana estrella pidiendo un mes de permiso, después de veinte minutos discutiendo renuncie, ya de vuelta buscaría trabajo. en menos de lo que pensábamos Susana se despedía de su familia, al igual que yo de la mía, llame a Diana por ultima vez, pero no contesto, cerré los ojos medio minuto y ya estaba en el avión a punto de despegar, ni se como llegue a ese lugar.

- Amanda, el viaje es largo, me contaras como lo supiste?

- Su, a veces los sueños nos dicen cosas que nos alertan, que se escapan de la realidad pero nos insinúan todo

- Que soñaste Amanda

Tome un largo respiro y comencé a relatar aquel sueño, "sueño" era la única forma en la que podía llamar mis visitas...

Por primera vez el paisaje no era el mismo, por primera vez había luz, el sol asumo, el aroma del lugar me recordaba el mar, pero no lo veía, al contrario, la arena que me rodeaba me recordaba la vez que visite el desierto, quizás es solo un sueño, me dije. Error, podía sentir su aroma en el aire, pero no como siempre, como si alguien hubiese tomado un pincel y hubiese difuminado su aroma, hasta verse solo como una mancha en el aire, casi inexistente, como un halo de aroma.

Rodeé el lugar buscando una pista para encontrarla, hasta que ya no la sentí, mi cuerpo se traslado a un cuarto tan frío que me hacia recordar aquel pasillo de los supermercados donde mantienen las cosas en enorme congeladores, el frió me calo a los huesos y luego al alma, un ataúd negro y solo una persona de pie a espaldas de mi mirando su rostro, no querría acercarme, pero una fuerza inexplicable me dejo enfrente para ver su rostro, quien estaba de pie era mi hermano y la primera reacción de mi cuerpo al verla a ella dentro fue la de abrazarlo, pero termine abrazando la nada, Tomos desapareció y reapareció como si fuera una persona de vapor...

- Te tardaste mucho Amanda

- De que hablas? - dije volviéndola a mirar, incrédula a lo que mis ojos veían.

- Ella te espero, por tanto tiempo te espero que se le hizo tarde

- No! es imposible... No!

- ya no valen los gritos Amanda, ya no hay tiempo

Y cuando quise que se retractara, desapareció, con todo lo que estaba a mi al rededor, desapareció y sentí como si algo se apagara, como si la mitad de mi alma hubiese tenido un "corte circuito".

- Amanda, pero fue solo un sueño? o uno de esas cosas raras que tenias tu con Lucia

- Fue... un aviso, eso fue.

El viaje se volvió eterno, Susana dormía hacía horas, mire por la ventana y todo comenzaba a volverse oscuro, cerré mis ojos y la vi... Ahí, donde solíamos reunirnos.