Ahí, donde solíamos reunirnos XI

- Amanda acuéstate por la cresta!

- Pero...

- Pero nada! acaba de bajarte la fiebre y tú quieres salir, olvídalo

- Susana, tengo que ir

- No Amanda, te acuestas, pase el susto más grande de mi vida contigo hace un rato, ahora te acuestas




- Richie...

- Ni Richie, ni Junior ni nada, acuéstate - dijo mi hermano alzando la voz como lo hacía su mujer.

Me acosté y por más que intente dormir me fue imposible, al día siguiente amanecí un poco mejor, pero aún no estaba autorizada para salir de aquella cama, pero lo peor de todo era que Diana se reusaba a contestarme el celular

- Ricardo llámala tú, por favor

- y que quieres que le diga?

- cuando te conteste me la pasas

- está bien - saco su celular y en el instante que iba a marcar le entra una llamada

- Quien es? - pregunte pero su respuesta fue un "Shh" 

- Hola!
...
- Si, está mejor
...
- No lo sé, pero si quieres te la paso
...
- Te equivocas, déjame que te doy con ella

-
 Quien es! - murmuraba mientras lo oía hablar

- Toma! - dijo Ricardo lanzándome su celular y ni siquiera vi el nombre que decía la pantalla

- Amanda?

- Al fin das señales de vida, te he llamado infinidades de veces

- Como estas?

- Necesito que hablemos

- No tienes por qué darme explicaciones Amanda

- Si, si tengo, por favor puedes venir?

- No, no puedo ir Amanda

- Di, necesito hablar en persona contigo y si tú no vienes iré yo

- No puedo Amanda, saldré por negocios esta noche y vuelvo en dos días

- Negocios? y la niña?

- Se quedará en casa de una amiga

- Ah... y no la puedes dejar conmigo?

- Tú estás enferma, no la vas a cuidar

- Claro. - su tono frío me dejo en silencio unos segundos, solo podía oír el sonido de su respiración y podía notar su nerviosismo 

- Amanda?

- Estoy aquí

- Ah, pensé que te habías desmayado

- No, estoy bien y de que se tratan esos negocios?

- Unos proyectos que estamos realizando

- Estamos? Ah! con Andrea asumo

- Si, con ella

- Ok, bueno no te molesto más, avísame cuando vuelvas para ir a ver a mi sobrina

- Yo te aviso

- Gracias.

Deje el celular sobre la cama aunque las ganas de lanzar lejos el delgado objeto estaban presentes, tome las sabanas y me tape con ellas hasta la cabeza, al igual que cuando era pequeña resurgió la necesidad de irme hasta el fondo de la cama y esperar que todo desapareciera, porque tenía que ser tan complicado todo, porque tenía que sentir que no era mía y nunca lo sería.

- Que paso? - Ricardo se acercó a la cama y busco entre mi oscuridad - Amanda, estas bien?

- No.

- Que te dijo?

- Sabes qué? - quite con rabia lo que me cubría y me senté sobre la cama - me canse

- De qué?

- De buscar el amor, toda mi vida he buscado el amor! busque a lucia desde que tengo uso de razón, después apareció Diana a revolverme la existencia con lo platónico que nunca iba a ser, y ya me canse, Lucia o Diana, Diana o Lucia y cuando acepto que lo que quiero es Diana, todo se vuelve difícil una vez más y ya...

- Te cansaste - dijo el interrumpiéndome.

- Se acabo

- A donde crees que vas?

- A darme un baño y a realizar un par de cambios

- no te puedes levantar aun

- Hermanito - dije acercándome a él y dándole un beso en su mejilla - la que estudio medicina fui yo y ya estoy bien

Si quería dejar todo atrás debía hacerlo como corresponde, aun me quedaban días para volver a trabajar y los iba a aprovechar, no me costó mucho llevar a cabo mis planes, antes del cumpleaños de mi hermano tendría todo listo, tenía que empezar desde cero, tenía que hacerlo por mí y por nadie más.

- Amanda a dónde vamos?

- A mi casa

- Pero está al otro lado de la ciudad

- Te equivocas - dije estacionando el auto - Pau, te presento mi casa

- Mentira!

- Te gusta? - pregunte tomándole al mano y haciéndola avanzar

Paulina me siguió aun sorprendida, mirando todo a su paso y, todo era tal y como lo quería

- Hueona, como? cuándo? porque?

- Porque ya no podía seguir en ese lugar, demasiados recuerdos, demasiados fantasmas vivos y... bueno, Tomas que estaba presente en cada rincón

- Oye está quedando precioso!

- Lo sé

- Y cuando te cambias?

- Mañana, ahora me traen la cama nueva y otras cosas. Me siento feliz Pau

- Ya, discúlpame si te creo a medias

- no voy a ahondar en tu comentario.

En menos de medio día traslade todo lo que me importaba de aquella casa, el resto se vendería con casa y todo. 

- Si?

- Volví

- Te salió largo el viaje

- Un poco, trabajas hoy?

- Si, hoy vuelvo, se me acabo la Licencia

- Ah... Amandita te extraña 

- Después del trabajo puedo pasar a verla, claro si se puede

- Obvio que si

- Ok, nos vemos después entonces, cuídate Diana

No alcance a esperar una respuesta de su parte, en realidad no quería oírla más, había tanta rabia en mí en este momento que toda la paz de los días anteriores se había esparcido en el aire y no era que me hubiese hecho algo, era su terquedad la que me daba rabia, en especial ahora que estaba en un nuevo hogar, sabiendo que podía compartirlo con ella.

El día avanzo normal, a pesar de mis ganas de que acabara lo antes posible, definitivamente el tiempo es relativo, mientras más rápido quieres que pase, más lento lo hace. Maneje con una energética en el cuerpo, aún faltaba más de dos horas para que se oscureciera y el sol me daba de golpe en la cara, aquella sensación de estar a punto de estornudar me recordaba lo mal que había estado hacia una semana atrás y con aquello venían todos los recuerdos de aquel episodio y a pesar de mi rabia o molestia con ella, el hecho de pensar en volver a verla después de tantos días me daba un cosquilleo en todo el cuerpo, eran las ganas. 

Tres veces golpee la puerta, tres veces más intermitentemente, nadie salió, mire mi celular para ver si tenía alguna llamada perdida, un mensaje o tal vez estaba apagado, definitivamente al prender la pantalla era ninguna de las anteriores, camine para mirar por el patio pero estaba todo cerrado, quizás estaban cerca, busque la llave de repuesto y entre, después de todo no era la primera vez que lo hacía, no había rastro de reciente actividad humana en aquella casa, me senté en el sofá y simplemente espere...

Abrí lentamente mis ojos y descubrí que me había quedado dormida, ya estaba absolutamente oscuro, el ruido de un auto término por despertarme, mire la hora en mi celular y ya era tarde para regresar sola, habían pasado casi cuatro horas desde que había llegado y la voz de Amanda gritando "Manda! Manda! Tia!!" extrañaba tanto a la pequeña que antes de que abriera la puerta yo ya estaba a fuera abrazándola y mientras la levantaba dándole aquel abrazo apretado mi sonrisa disminuyo gradualmente al ver lo bien acompañada que venía la madre de la pequeña, desvié la mirada y entré con Amandita a su pieza, había venido por ella después de todo.

- Amanda - dijo de pie en la puerta, pero fue como si no la oyera, mientras la niña si la miraba respondiendo a su llamado - me olvide que vendrías - completo con una voz de culpa que cualquiera hubiese notado, tono que preferí obviar

- Di me tengo que ir! - No sé si fue el hecho de oír su voz aun en su casa o que le dijera de la misma forma en que yo lo hacia lo que me causo tanta rabia, aunque más rabia sentí cuando llegó a despedirse de la pequeña

- Chao mi vida, nos vemos mañana - ¿Mañana?

- Tao Tia Andea! - Amandita se despedía sin alejarse de mi lado y ese era el único motivo para mantenerme en aquella casa

- Anda a dejarme al auto - Andrea tomo de la mano a Diana y salieron de la pieza, si hubiese podido pegarle para que no tocara su mano lo hubiese hecho, pero al parecer ya era demasiado tarde para que yo hiciera algo.

- Mi vida me tengo que ir ahora - le dije a Amandita mientras me hacía un puchero y se le llenaban sus ojos de lágrimas

- Pero llegaste recién - mientras se secaba sus ojitos

- Llegue hace rato mi vida, pero ya tengo que irme

Se lanzó a mis brazos y se quedó ahí por un momento, un largo momento en el que se durmió, abrí la cama con ella aun en brazos, le puse su pijama y la cobije, era la primera vez que se dormía en mis brazos y no quería que fuera la última. Salí esperando ver a Diana en el living, intentando calmar lo que sentía para intentar arreglar las cosas con ella, para aclarar todos los malos entendidos, pero de que servía cuando ella estaba conversando de la mano con Andrea afuera, llevaban más de media hora despidiéndose por lo visto. Tome mi chaqueta y mi cartera que seguían en el sofá, busque mis llaves, le saque el seguro a mi auto y salí sin siquiera mirarlas, no podía darle la cara, sabía que apenas dijese siquiera "nos vemos" las lágrimas que tenía amarradas iban a soltarse desesperadas y es que porque otra vez tenía que perderla por otra persona, porque tenía que dolerme, si mi corazón fuese de loza, probablemente en este momento tendría tantas alisaduras que en cualquier momento se quebraría.

- Amanda! - sentí que me hablo antes de que subiera a mi auto - Amanda espera es tarde! - repitió, pero que importaba la hora - Amanda no te voy a seguir!

Y claramente lo que menos quería era que me siguiera, retrocedí el auto y fue inevitable no cruzar mi mirada con la de ella que estaba frente a mí, era imposible que no viese las lágrimas escurridizas que salían de mis ojos, pero ya todo daba lo mismo, la esquive con el auto y salí lo más rápido posible de ahí, hacia tanto tiempo que no disfrutaba la velocidad de mi auto, con la música a todo volumen, las ventanas abiertas y la luna iluminando mi camino. 

- Amanda que te pasa?

- Nada

- Como que nada, es cosa de mirar tu cara

- no me pasa nada

- Amanda como que nada, mírate en el espejo y convéncete de eso sola

- Paulina si te digo que no me pasa nada es porque no me pasa nada!

- Ya, ya, ya! no es necesario que me grites, vete a arreglar que ya está to listo y Susy ya se llevó a tu hermano 

- Me tengo que arreglar el pelo - dije haciendo una mueca, detestaba arreglarme el pelo

- Yo te peino, anda a cambiarte

Una hora nos demoramos en estar listas y Susana llenaba de mensajes nuestros celulares porque Ricardo quería irse a celebrar a un hotel, pobre mi hermano se quedaría con las ganas.

- Diana me confirmo esta mañana que iría - Paulina cerro los ojos para evitar mirarme - yo ya la había invitado antes de que ustedes iniciaran esta absurda pelea

- No hay pelea Pau, si ella quiere ir que vaya, me da lo mismo

- No te da lo mismo, no seas así, porque no la llamas?

- No la llame antes, no lo voy a hacer ahora

- y entonces? la vas a perder y punto

- No se puede perder algo que nunca te perteneció, la ironía de la vida, nunca nada me pertenece

- Tampoco es que hagas mucho para que no sea así

- Va ir sola o acompañada?

- Le dije que podía ir con alguien si quería - si hubiesen salido dados de mi mirada

- No me mires así, acabas de decir que no te importa

- Sabes que me importa

Llegar al yate fue fácil, esperar por Ricardo aún más, estar con la incertidumbre de si Diana iría a llegar o no... No tan fácil, después de media hora en que la mayoría de los invitados ya estaba disfrutando de todo, llego el auto de Susana y en un silencio absoluto bajo mi hermano del auto con sus ojos vendados y una sonrisa de oreja a oreja, estaba frente a nosotros cuando Susana le saco la venda y todo el mundo grito un gran "sorpresa". Ricardo siempre había deseado una sorpresa de ese calibre y luego de los infinitos abrazos que recibió se dio la orden de esperar media hora antes de dejar la orilla e irnos a festejar en medio del mar. Ya estaba resignada, Diana no iba a llegar, subí a lo más alto y ahí contemple a Lucia, se veía hermosa, era imposible negarlo, en un momento nuestras vistas se cruzaron, me dio una sonrisa y desapareció de mi vista, cinco minutos después su voz me hacía girar para quedar frente a ella

- está permitido decir que te ves preciosa? - su pregunta me hacía sonrojar y mi cabeza se movió sin querer dándole un "si" - Te ves preciosa - Mi vergüenza era completa y una vez giraba mi cuerpo a su posición inicial, forzando a sentir su presencia a mi lado

- A veces tengo esta duda, inevitable duda debo decir, de que hubiese pasado de habernos conocido antes o después, pero no en el momento en que lo hicimos, me entiendes?

- Si te hubiese conocido antes, mi matrimonio no hubiese existido

- y si te hubiese conocido después no habrían culpas

- No deberían existir dudas.

- Ni culpas

- Como estás Amanda? 

- Bien, creo, mal... no lo se

- Están mal las cosas con Diana? - pude notar el cambio en su cara al hacer esa pregunta, yo la seguía conociendo y ella seguía sintiendo.

- no hay nada que pueda estar bien o mal

- O sea están pésimo

- No sé si este bien hablarlo contigo

Se quedó mirándome por largos segundos que parecieron minutos, mientras el viento nos golpeaba la cara y el horizonte comenzaba a tornarse rojizo. De un momento a otro se acomodó en mi hombro y sentir su cercanía hacia que mi estómago se revolviera, me sentía culpable de estar así con ella y pensando en otra.

- A veces te extraño tanto, extraño tu cercanía, tu voz... extraño la complicidad de siempre encontrarnos en nuestros sueños, Amanda, es mucho pedir por tu amistad? - Una sonrisa apareció en mi cara con esa pregunta, era lo mismo que yo extrañaba, lo mismo que me hacía dudar

- Tal vez las grandes historias de amor no siempre terminen con un beso, quizás pueden terminar con un abrazo y un por siempre y para siempre

- Ese es un sí?

- Sabes que te extraño y que me haría tan feliz que fueras alguien constante en mi vida

- Aunque solo fuese una simple amistad?

- No hay amistades simples Lu, mucho menos lo va a ser la nuestra

El abrazo espontaneo que vino después de aquellas palabras me hizo sentir tantas cosas, alegría, entre tantas otras emociones y oír su risa me traía paz, siempre lo hacía.

- Interrumpo? - Paulina carraspeaba su garganta haciendo que nos separáramos, ambas con una gran sonrisa - Que haces? - pregunto no muy disimuladamente pero a mi oído 

- Terminando una historia y empezando otra

- Tranquila Paulina, que aquí no pasa nada más que una amistad - dijo Lucia haciendo que Pau levantara una ceja

- Tu hermano pregunta por ti - Dijo Pau

- Donde esta?

- Abajo

- Abajo... tendré que buscarlo - dije dándole un beso en la mejilla a Lucia - Nos vemos 

La idea era buscar a Ricardo, baje la escalera con esa idea, pero cuando llegue al primer nivel vi una silueta que podría reconocer incluso a un Kilómetro de distancia y a pesar de las ganas de tenerla cerca mío, al ver aquel mujer de pelo corto y rubio a su lado decidí desviarme, obviando el hecho de que se había girado y me había visto.

- Junior! - grite cuando lo vi de espaldas e intente escaparme de la atención de su mirada

- Te he buscado por todas partes

- Claramente de haberme buscado por todas partes me hubieses encontrado

- Tan inteligente mi Amando... Ahora ven acá y dame un abrazo

- Otro? ya te abrace suficiente por hoy

- Pero yo quiero otro abrazo

- Ridículo, para eso me buscabas?

- Te amo hermanita, gracias por todo esto

Aquel abrazo me daba esa paz que solo la familia te da, me entregaba la certeza de que estaba protegida, de que no podía ser dañada por que no estaba sola en este mundo.

- Parece que lo necesitaras más que yo - dijo sin soltarme de mi abrazo

- Porque?

- Te buscan Amando

Me gire mientras me soltaba de Ricardo y desee tanto volver a pegarme a él, no quería enfrentarla, no ahora.

- Podemos hablar

- No quiero hablar ahora Diana - le dije lo más apacible que pude

- Y cuándo?

- Mañana si quieres, hoy no, por favor

- Bueno.

Fue lo único que dijo y se dio la media vuelta para volver con la... omitiré el adjetivo calificativo para Andrea o des-calificativo. La velada avanzo y por más que riera por fuera, por dentro no era absolutamente nada. De seguro lo que quería hablar era que estaba con ella, pedirme disculpas quizás, darme explicaciones, la forma en que sus dedos rozaban la mano de Diana me lo confirmaba, si pudiese apagar todo por un minuto, seria extremadamente feliz.

- Te he visto la mitad de la noche como si estuvieses en otra parte, no aquí

- He viajado en el tiempo toda la noche, cualquier cosa es mejor que estar aquí

- No lo estas disfrutando

- Todo salió como tenía que salir, excepto yo, creo que me perdí en alguna parte de mi vida

- Porque?

- Solía soñar contigo siempre, solía soñar con mi hermano muerto y sentirlo en mis sueños, solía sonreír apenas despertaba en la mañana, no sé, me perdí Lu

- Tú sigues siendo tú, es solo que evolucionaste, creciste

- Deje de creer en la vida misma, en lo surreal de ella, me gustaba ser una soñadora

- A mí me gusta verte sonreír

- Si? 

- No pierdas tu sonrisa Amanda

Y como si de magia se tratara sonreí con el alma, me agradaba estar a su lado, pero no era suficiente, necesitaba sentirme completa y no lo estaba logrando; la noche termino y arranque de ahí lo más rápido posible, sin despedirme de nadie y casi a escondidas tome mi auto y me fui directo a casa, a enterrarme en lo más profundo de mi cama, esta sensación de estar sumergida en la depresión no me gusta para nada.

El sonido de la puerta atormento mis oídos, mire la hora y eran las dos de la mañana, había dormido por una hora exacta, volví a la comodidad de mi almohada pero el golpeteo de la puerta volvía una vez más, me levante decidida a gritarle a quien quiera que fuese, mi irritabilidad llegaba a su límite cuando abrí la puerta y ella estaba ahí, con una sonrisa enorme en su cara, con su mismo perfecto vestido y la idiota idea mía de que...

Mi cabeza dejo de pensar por exactos diez minutos, la fuerza con la que entro y me tomo de la cabeza para atraerme a sus labios, aquello no era real, debía estar soñando, sus labios jugaban con los míos con tal intensidad que no tuvo que pedir permiso para entrar con todo a mi boca, nunca la había sentido así, nunca me había besado así y por esos exactos diez minutos me sentí completa, hasta que la cordura volvió a mí y en contra de mi voluntad aleje aquellos maravillosos labios de mi boca

- Hola - me dijo jadeante y sonriente

- No entiendo

- No hay nada que entender, yo te amo, tú me amas y el resto se verá con el tiempo

- Ya, pero te diste un salto de cien metros con esto

- No quiero hablar, por favor, hablar no nos ha llevado a nada Amanda - se acercó a mí y con su tierna voz susurro en mi oído - Te Amo Amanda - y con aquel dulzor en mi oído tomo ventaja de la situación, beso mi cuello y sentí como mis piernas perdían su firmeza, apretó con sus manos mi espalda y enterró con impaciencia sus dedos en ella, sin separar su boca de mi piel siguió besando, sin parar para comenzar el recorrido hasta mis labios, estaba perdida, estaba batalla ya no era mía, era nuestra.

Cuantas veces soñé con tenerla así, entre mis brazos como si intentara escapar de ellos y a la vez aferrarse con aun más fuerza, recorrí con mis labios cada espacio que no conocía de ella, memorice cada lunar, cada cicatriz, cada perfección de su cuerpo como si en cada parpadeo fuese tomando fotografías, a color, en blanco y negro, a obscuras y a ciegas. Busco la forma de establecer sus superioridad, se sentó sobre mí y yo no quería pelear su puesto, deje mis brazos sobre la cama y mi torso completamente expuesto a sus caprichos, con sus dedos dibujo desde mi vientre hasta mis senos, sin alzar infinitos corazones llenaban mi piel y sobre ellos sin apartar su mirada de mi un "TE AMO". Como no amarla, como no sentir que sin ella mi vida no tenía sentido si basto tenerla frente a esa puerta para que mí corazón comenzara a latir agitado.

Frente a frente sentada sobre aquella cama me embriague en su aroma, en su tacto, en el movimiento de su mano con frenesí incontrolable... cual obra de arte, la catarsis emocional del momento nos transportó al espacio, no había limites en aquella habitación, sus gemidos, su locura misma me hacía sentir que explotaría por dentro, pero de amor, de infinito amor. 

Caímos rendidas en una cama que no conocía del tiempo, de las circunstancias ni del género, la luz de mundo exterior se colaba furtiva por la ventana y el pánico comenzaba a apoderarse de mí, la abrace con fuerza rogando que siguiera conmigo por infinitas horas, pero no las horas que tiene un día, sino las horas que tiene una vida, más de una vida... deseaba tenerla en esta vida, en las pasadas y en las futuras, la idea de que no fuese así me aterraba.

- Te amo - dijo por tercera vez y era la única que lo estaba diciendo. - Estas bien? - pregunto con temor en su voz

- Existe alguna palabra más grande que "te amo"? - pregunte mirándola a los ojos mientras sonreía y sus cejas me indicaban que no entendía lo que estaba cuestionando - Te amo - dije a dos milímetros de sus labios, sus gloriosos labios.

- Diana? - Grite cuando desperté y no la tuve a mi lado

- En el baño amor! - respondió de inmediato - estoy saliendo

Se demoró dos minutos en estar afuera, con una toalla enrollada en su cadera, otra secándose el cabello y con la parte superior de su figura al descubierto, mis ojos se llenaron contemplando su hermosa figura

- Eres tan hermosa

- No es cierto - dijo sonrojándose - Tu sobrina me dejo llena de marcas - dijo tapándose las estrías que habían quedado luego de su embarazo

- Y eso te hace aún más hermosa

- odiosa! - dijo al lado de mi cama sacudiendo su aun mojado cabello sobre mí - ve a bañarte

- Empezaste a mandarme? mínimo me hubieses despertado para bañarnos juntas

- Te veías como una niña buena durmiendo, no te quise molestar, a parte me tengo que ir en veinte minutos y una ducha contigo es mínimo de dos horas

- Veinte minutos?

- Amanda esta con la niñera y anoche le tuve que rogar que se quedara con ella y me dio hasta las 12

- Pero aun no son las nueve 

- Lo sé, pero no me demoro veinte minutos en llegar a mi casa

- Tenemos que hablar Diana - dije intentando retenerla, se sentó en la cama y se acercó para besarme, suave, lento, dulce, me hacía perder literalmente la razón - Es necesario?

- No - dije aun embobada por sus labios - Diana!

- Qué - respondió riendo

- Me demoro diez minutos en la ducha, me cambio y tenemos tres horas de viaje para hablar - me miro dudando lo que le ofrecía

- Diez minutos Amanda

- Cinco! - respondí parándome de la cama, besando sus labios rápidamente y corriendo a la ducha

- No trabajas hoy? - dijo acercándose al baño mientras abría el paso al agua

- Tengo turno noche! - respondí sonriendo, en vano cerré la cortina transparente, siguió ahí de pie, mirándome

- Vas a estar ahí todo el rato?

- Si

- Morbosa!

- Lo se

- No te vas a vestir?

No me respondió, pero su tacto en mi espalda respondía por ella, se abrazó desde ella a mis pechos, desde atrás recorrió todo el frente de mi figura hasta que llego al lugar del que no se había separado durante toda la noche, deje caer mi cabeza en su cuello y no tardo en volverme loca con su tacto descontrolado mientras el agua seguía cayendo por nuestros cuerpos, así me quería duchar a diario.

El día estaba perfecto, ni soleado ni nublado, el viento que entraba por la ventana movía mi pelo y Diana tomaba mi mano mientras no estaba pasando el cambio, le había dado media hora para que empezara a hablar, era mi turno...

- Di?

- Nunca me había sentido tan mal como ayer - dijo antes de que pudiese interrogarla

- Porque?

- Yo sé que estuve mal, Amanda yo sé que reaccione mal cuando te vi con Lucia en tu pieza, tenía que haberme quedado

- Y porque no me contestaste des
pués?

- Tenia rabia, llevabas días diciéndome que me amabas a mí, que querías estar conmigo y la encuentro a ella abrazándote en tu cama, amor tu hubieses reaccionado igual - y era aquel "Amor" el que hacia inútil esta conversación.

- Bueno

- Andrea es una amiga, nada más, nada paso ni pasara con ella, al menos no ahora

- Porque fuiste con ella ayer?

- En serio lo preguntas?

- sí, obvio

- Amanda yo fui sola ayer, llegue incluso antes que tú, te vi como llegaste con Paulina y después estabas con ella, riendo, abrazándose, siendo cómplices, ni siquiera te fijaste que yo estaba ahí, no iba a ser el ridículo sola, Andrea no se demoró ni diez minutos en llegar a acompañarme

- Entonces estaba lista para ir a tu ayuda - dije soltándome de su mano y tomando el volante

- Sí, estaba esperando que la llamara - dijo notoriamente enojada y cruzándose de brazos - aparte después te hable y tú no quisiste hablar conmigo, más encima estuviste todo el resto del cumpleaños riendo y coqueteando con Lucia, crees que no te vi?

- Me imagino que me viste, igual como yo te vi con Andrea, tampoco te hagas la inocente

- Amanda!

- Qué

- No quiero discutir, por favor

- yo tampoco

- No se nota

- Di, como llegaste a mi casa si no sabías que me había cambiado? - intentó no sonreír pero le fue inútil

- Secreto - dijo mirando hacia afuera, pero aun podía ver como se sonreía por el espejo

- Mira el espejo, Hola! - dije tirándole un beso mientras me miraba de vuelta 

- Ayer te fuiste, te estuve siguiendo toda la noche para hablar contigo, obligarte a hacerlo si era necesario, pero desapareciste, pensé que te habías ido con ella, pero no, ella estaba con su hermana y Ricardo

- y Ricardo te dijo dónde estaba?

- algo así

- cómo?

- Fui a hablar con Lucia y me contó que te habías cambiado, y ella le pregunto a Ricardo la dirección y me la dio

- Lucia hizo eso?

- Si

- Y que hablaste con Lucia?

- Nada que tengas que saber

- Quiero saber

- No te voy a decir

- No me dirás de verdad?

- De verdad!

Mi cara de desprecio le dio de golpe en la de ella sonriente, nerviosa pero sonriente

Paso una hora de viaje, la radio estaba a todo volumen y aún faltaba media hora más de camino, estaba a mi lado sin embargo no me miraba, ni me hablaba, mucho menos me daba la mano, la extrañaba. Y sin que le dijera nada, bajo el volumen de la música y me miro detenidamente

- Pensé que estabas con ella, le dije que yo te amaba pero que siempre iba a querer tu felicidad, le pedí que te hiciera feliz, que eras la persona que más merecía ser feliz en el mundo y que yo no sería un problema entre ustedes...

La mire casi de reojo mientras seguía manejando  y las lágrimas que limpiaba antes de que corrieran me hicieron estremecer, baje la velocidad a la que iba y pare a una orilla de la carretera

- Mi amor, oye! - dije limpiando su cara - ya no importa nada, todo lo de antes, todo lo pasado, ahora estamos juntas!

- Yo pensé que estabas con ella, que nada de lo que habías dicho era verdad, que no me amabas como la amas a ella

- Mi amor, tu eres la única persona que amo en mi vida! bueno, no la única, lo siento - me miro sorprendida y bajo su carita - Hay una pequeña a menos de media hora de aquí que ocupa un gran espacio en mi 
corazón

- Entonces ahora tengo que competir con mi propia hija?

- No, tienes que convivir con que las amo a las dos

- Tonta... Te amo tanto.

- Yo aún más

El beso que vino después de aquella confesión complemento todos los de la noche anterior, no me separaría nunca de ella, aunque tuviese que amarrarme a su cuerpo, incluso en contra de su voluntad, ella era mía y yo de ella y así tenía que ser, hasta el final.

Este es el final? 
No, es solo una pausa... Está historia continuara. 



















Comentarios

  1. que buen capitulo, pero como me haces sufrir a la pobre de Amanda, espero que ya no pase algo que las separe, lucia no se la merece,me encanta Diana para ella, espero ya no te tardes tanto con las conti, aunque vale la pena la espera, besos

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  2. Equipo diana sí sí sí
    Excelente capítulo, por favor no demores con las otras historias

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  3. Me encanta que se haya dado la oportunidad con la persona adecuada, los amores platónicos siempre son eso, platónicos, así que no hay que cerrarse a las personas reales. Diana ... la amo, así de sencillo jajajajaja así que por favooooorrr no las vayas a separar siiiiii? =)

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  4. Ups!! Se me olvidó poner quien soy :-p Kam

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  5. Noo! por favorrrrr….que regrese con Lucía, anda anda! :) :) :) que tengas un lindo fin de año. (Karla)

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  6. hola excelelente capitulo como todo lo que nos regalas siempre... Solo que si diana eligio al hermano y ademas se fue tantos años como es que viene como si nada a recuperar lo que es de ella? Algo raro pero bueno creo que entonces lucia deberia tener una participacion mas real ahora que se materializo aunque tampoco es alguien muy confiable no espero y tomo el camino facil para no estar sola lo que desencadeno la tragedia de su vida talvez amando podria encontrar un angel solo para ella no crees? Como siempre un gusto leerte un abrazo en espera de tus historias atte alexmvu

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  7. Wow no habia podido leerte, como siempre es un placer hacerlo, tu forma de relatar es limpia. Felicidades y como siempre te leo. Un abrazo y muchas bendiciones para 2014

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  8. Mmm ojalá q sólo sea un sueño de amanda el estar con Diana, q su confusión pase pronto no me gusta nada Diana.. Prefiero a Lucía, el enfoque de la historia siempre estuvo girando entorno a los encuentros de Amanda y Lucía.
    Y que de un momento a otro. Q "aparezca" Diana a desbaratar y confundirla no es nada bonito..
    Es más sublime la posibilidad de un amor q surgió de un plano diferente a la realidad, como el de conocer a alquien en sueños y la forma en q pasa de convertir a esa persona surrealista en "real" . Pienso q el nombre de la historia y la historia como tal es la posibilidad de tener un amor más allá del plano real, eso es lo q le da el toque mágico a tu escrito, a mi modo de ver la historia pasó de ser mágica y emocionante desde que apareció Diana.

    Aún así siempre es un placer leerte aunqir no me gusta el giro q le diste a la historia con la llegada de Diana.

    Espero q hayas tenido unas felices fiestas y un próspero año nuevo.

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  9. que no la separe de diana. diana es leal no es cobarde y la ama prueba el nombre de la hija. no me gusta lucia. me late a quimera. algo bonito en suenio unicamente una fantasia enganiosa . que se quedeeee con dianaaaaa por faaaaaaaaaaaaaaaa.

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  10. Porfa nuevos capitulos de ambas historias

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  11. Hola buen día, continuarás con las historias?
    espero estés bien :).

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