Desde Cero V
El aroma del camino me hacia entender que estaba cerca de mis tierras, no era que hubiese estado en otro país, pero siempre he dicho que cada lugar tiene su aroma característico y mi lugar olía a mar, extrañaba mi hogar.
- Ultima parada! - grito el chófer del camión, estábamos en casa
Baje y reconocí los cerros, el mar a lo lejos, me daba lo mismo no haberme dado una buena ducha en los últimos siete días, a pesar de sentirme sucia di gracias al cielo no ser hedionda.
- Gracias Don Fernando
- Gracias a usted señorita y recuerde que siempre la estaremos esperando en nuestra casa
- Yo le tomare la palabra don Fernando.
- Cuídese Hayal y no nos olvide
- Nunca los olvidare, créame.
El abrazo de Don Fernando era lo más cerca que jamás estuve del abrazo de un padre
- Tome - dijo el hombre dándome algo con la mano bien cerrada
- no como se le ocurre - le devolví el dinero que me había dado pero fue inútil
- Yo se que a usted no le queda y no va a caminar de aquí a su casa
- Gracias Don Fernando, créame que esto nunca lo voy a olvidar
- Con que no olvide mi familia estamos bien, siempre tengamos en su corazón, que usted se volvió de la familia
- Gracias, muchas gracias y créame que no lo haré.
Después de volver a despedirnos nos alejamos el uno del otro y con eso miles de recuerdos ahondaron en mi cabeza, dejaba una familia para volver a otra, eso estaba claro.
Llegué al centro de la ciudad, es increíble como la gente te puede juzgar por la apariencia, claro, no vestía zapatos de marca, ni un vestido de diseñador, mucho menos tenia el pelo de recién salida de peluquería, pero la mirada que te da la gente por vestirte con menos de lo que jamás imaginarían, como si les fuese a robar, me daba asco mi propia gente.
Busque un teléfono publico y rogué porque los números no hubiesen cambiado, marque dos veces a casa de Gustavo y nada, marque a la oficina me contesto una secretaria, ni idea quien era pero me dijo claramente "Don Gustavo se encuentra en una reunión de negocios y no puede atender a nadie en este momento". Ni modo que fuese yo a interrumpir una reunión, le di las gracias e hice lo que me quedaba, ir a la oficina para darle una sorpresa a mi amigo, claro que jamás pensé que costara tanto tomar un taxi en estas pilchas, ¿tan hedionda estaba?
- Buenos Días Señorita, podría hablar con Gustavo por favor
- Tiene cita?
- No, pero el me esta esperando
- Si no tiene cita no puede hablar con el
La frase perfecta hubiese sido "a caso no sabe quien soy yo?" pero no, me causaba tanta gracia que no me conociera, que no me quedo otra que esperar, bueno, no por mucho tiempo
- Señorita va a tener que acompañarme a la salida - La secretaria había llamado a seguridad, ahora si me reía con ganas
- Román - Me miraba y no me reconocía, entre cerro sus ojos mientras yo le daba una gran sonrisa, hasta que los abrió como dos platos
- Hayal! es usted!! - grito abrazándome - no puedo creer que sea usted, si no la reconocí!
Román seguía abrazándome mientras la secretaria nueva de Gustavo seguía mirándome sin saber quien era
- Don Gustavo!! - Grito Román, haciendo que la secretaria se parara enfurecida de su puesto
- Que le pasa Román, como grita asi
- Ve a llamar al jefe que ya llego por quien lloraba
- román que gritos son esos! - Mi Gus salio de la que ahora era su oficina , enojado regañando a Román, pero al momento de verme sus ojos se le llenaron de lagrimas, Román se alejo de mi lado y yo solo podía sonreírle - Hayi?
- Volví Gus - Gustavo camino como una momia hasta estar enfrente mio, toco mi pelo, mi cara, se alejo de mi para mirarme entera, movió su cabeza de lado a lado y soltó una sonrisa
- Llegaste hueona! por fin llegaste!! - grito abrazándome intensamente.
Un abrazo que suplía todo los días que no nos habíamos visto, a rato se separaba de mi y volvía a mirarme para después volver a apretarme entre sus brazos...
- Un año hueon! que digo un año, más de un año que te mandaste a cambiar, una llamada por ultimo! un mensaje, te llame tanto a tu celular para saber como estabas
- Yo te dije que me iba a ir
- No pensé que por tanto tiempo!
- Entremos a tu oficina? - le dije riendo, mientras la mirada de todos era para una foto, tuve que saludarlos uno por uno.
- ya basta de saludos! mira como vienes, nos vamos a casa, ya te pondrás al día - volvía a mirarme mientras se sonreía - es que no me creo que estés aquí.
- Volví tonto, sana de cuerpo y alma
Tomo mi mochila en sus hombros y casi se va de espaldas
- Tu andabas con esto?
- No seas exagerado si no esta pesada, a parte tratala con cariño, que fue un regalo
- Román me la llevas al auto por favor
- Si Don Gustavo, de inmediato
- Ay! Don Gustavo! se oye bien eh
- Camina será mejor!
Se sentía bien estar cerca de el, subí al auto y a penas me senté en el algo me desconcertó
- Qué te pasa? - pregunto al ver mi cara
- Nada, no se... no nada
- El mal olor proviene de ti, no del carro
- Ja! no es eso - Mire hacia atrás y había un chaleco, ni siquiera lo quise tomar, ya sabia lo que me causaba este desequilibrio
- Qué te pasa Hayal, cambiaste la cara
- nada tonto, dije sonriendo, estoy feliz de tenerte cerca
Me hizo tantas preguntas en el carro y no tenia tiempo de contestarlas toda, estaba mareada con tanta pregunta, después de viajar tantos días en un camión solo quería una cama, y claro una ducha.
- Gustavo! en una año no has cambiado nada en esta casa!
- Y que quieres que cambie?
- Mínimo la posición de los sillones, no se!
- Eras tu la que me venia a hacer eso, a mi me carga
- Tu te pasas
- Mira, allá están todas tus cosas, ve a darte una ducha y bota esos trapos, que pareces
- Me gusta mi ropa, esta sucia, pero no son trapos!
- Buena señorita berrinche, vaya a bañarse por favor
La pieza seguía igual, la casa seguía igual, Gustavo no cambiaba por nada del mundo, creo que lo único que había cambiado era yo.
- Y esa ropa?
- Esto? el pantalón me lo regalo doña Teresa y la polera era de Camila
- Ya... y ellos quienes son?
- Doña Teresa es la esposa de Don Fernando, el caballero que me acogió en su casa, el que me trajo de vuelta, Camila es su hija, tiene diecisiete años y se caso por amor a esa edad, con Camilo
- Camila y Camilo?
- Si!
- Y de donde son, donde estuviste todo este tiempo?
- En Chepu
- Donde mierda queda eso
- Chiloe, llegue después de dos meses que me fui, ni me preguntes como llegue, porqué no se, creo que tengo amigos por todo Chile si, conocí tanta gente hasta que llegue a ese lugar, me enamore del paisaje Gus, es que tenemos que ir algún día. Camilo hacia recorridos con Turistas, en esos me colaba yo, porque no tenia ni uno, caga del hambre, me ganaba lo que comía
- Sera la primera vez que pases hambre seguro
- No pu, por eso, seguí en mi búsqueda personal, en una de esas escapadas Camilo me pillo, pero en vez de denunciarme me llevo a conocer a sus suegros, Doña teresa es un amor Gus, para que decir Don Fernando, me sentí en casa con ellos
- Con razón no te querías venir
- No era tiempo aún, necesitaba aquello, mi alma lo pedía a gritos
- Y ahora es tiempo?
- Gus...
- Pregunta, dale
- Como está?
- Por quien me estas preguntando
Me aterraba preguntar, me aterraba decir su nombre sin sentirme de la misma forma en que me sentí cada vez que hable de ella en estos meses, pero lo que más miedo me daba, era una respuesta que no quería oír, pero que estaba dispuesta a enfrentarla.
- Abril, como está Abril
- Bien, ahora está en Santiago abriendo una sucursal nueva, claro gracias a mi gestión, pero está bien
- Gus...
- Yo te advertí Hayal, te dije que no te demoraras toda la vida
- Quien es?
- Viviana
- La conozco?
- No, vivía frente a Abril, se hicieron amigas y eventualmente las cosas se fueron dando
- Cuanto tiempo llevan?
- Unos nueve meses por ahí
- Gus, tengo alguna oportunidad
- Abril está feliz Hayal
- Ese es un no claro, duele un poco debo decir
Un poco, un poco? la verdad es que dolía más de lo que podía soportar, sabia que me dolería, pero como Camila me había dicho "Si es el amor de tu vida y esta con alguien, espérala, aunque pasen diez años, seguirá siendo el amor de tu vida" Aquella mujer sabia más del amor a sus diecisiete años que yo en toda mi vida.
- Oye... - Dijo Gustavo limpiando mis lagrimas - se supone que tu estabas bien, por eso volviste
- Gus, se que me va a costar, pero ella va a ser feliz a mi lado, te lo juro
Gustavo esbozo una sonrisa - Eso era lo que quería oír, ella esta feliz Hayal, pero jamás la he visto mirarla como te mira a ti
- tengo esperanzas?
- Intenta no cagarla esta vez Hayal
- Voy a luchar Gus, te lo prometo.
...
- Llevamos más de tres horas hablando y no me has preguntado por ella
- Por quien?
- Por Helena
- Ya se de ella
- Perdón?
- Llego hace dos meses a Chiloe, andaba en un grupo y a Camilo le toco ser su guía, con la Cami a veces salíamos con el, veras tu la gran sorpresa
- y no saliste con la mierda esa de que era el destino o algo así?
- Es que me sentí tan feliz cuando la vi, quizás si fue destino
- Hayal!
- Gustavo no piense mal, sabes lo bien que se siente pedirle perdón a alguien y sentirte perdonado, Gus, yo pensaba que me odiaba y me costaba tanto vivir con eso
- De verdad fue así? No paso nada entre ustedes?
- donde hubo fuego cenizas quedan dices tu?
- sí
- Siempre existirán las cenizas entre ella y yo, pero ninguna de las dos intento avivar el fuego Gus
- Segura?
- Amo a abril, la amo y no tengo duda de eso
- Yo si tengo dudas, si casi te moriste cuando terminaron la primera vez
- Sabes lo mucho que de aprendí por allá, entre todo lo que aprendí, supe lo que era dejar ir, amores pueden haber muchos en la vida, pero cuando encuentras al verdadero nada más importa
- Pero tu a Abril ya la encontraste hace mucho
- La miraba con los ojos cerrados Gus, entre muchas otras cosas, tú por ejemplo, que hubieses hecho si yo me meto con tu hermanita pequeña
- Si no era tan chica
- Di la verdad
- Bueno si! No te niego que cuando ella me contó lo que sentía me dio algo extraño
- Todo eso influía, después llego Helena no te puedo decir que no me enamore de ella por que lo hice, pero basto que tu hermana estuviese aquí un par de meses para echar por el suelo ese amor, entonces supe que no era tan fuerte como yo creía.
- Como quedaron con Helena?
- Bien, ella quiere que yo sea feliz, aún asumiendo que yo era el amor de su vida, aceptaba que no fuese al revés
- Ouch
- Dímelo a mi, llore una semana después aquella conversación, cuesta despedirte del pasado
- Tengo otra cosa que contarte yo
- Que cosa?
- Conocí a alguien
- Estas con alguien? Dije interrumpiendo
- Si, pero yo te estoy contando, se llama Eduardo tiene mi edad
- Mmm... por fin te buscaste uno más maduro
- Basta! Llevamos cinco meses saliendo, es muy diferente a cualquiera con quien he salido
- Estas enamorado?
- Aun no se lo he dicho a él pero si, muy
- Vive contigo?
- No, cada uno por su lado hasta que la relación se consolide
- Ah! Meh... y como es?
- Ya para el interrogatorio!
- Molesta ves! Molesta!
- Estúpida
- Tarado!
- Te extrañaba!! Aunque ahora seas media hippie! Te aviso que así no puedes trabajar
- Yo soy la dueña puedo hacer lo que quiera!
- ya y que es lo primero que harás?
- Cuando vuelve tu hermanita?
- Mi hermanita el vuelve el sábado se supone
- Anda sola?
- No, fue con Viviana
- Y porque si sale por negocios tiene que ir con ella?
- Oye, estoy despedido entonces?
- Gustavo! - si me cambiaba el tema era por algo
- Que? - pregunto haciéndose el desentendido
- Por que anda con ella si esta inaugurando de la tienda?
- Vivianaeslaencargadademarketing - por más rápido que lo dijo lo entendí claramente
- Que paso con Sebastian?
- Era un inútil, no hacia nada
- Gustavo, justamente a ella tenias que ofrecerle el trabajo?
- No se lo ofrecí, el puesto estaba libre y Abril me lo pidió
- Ya - No había nada más que decir, no solo tenia que soportar que fuera su polola, pareja, lo que fuese, sino también una empleada, no me gustaba eso
- Adonde vas? - pregunto cuando iba a mi cuarto
- Espera - busque entre mis cosas lo que había traído para el y para Abril
- Y esto?
- Te gusta
- Esta hermoso, lo hiciste tu supongo - dijo bromeando
- Si, yo lo hice
- Si como no!
- De verdad, yo esquile la oveja, le hice el proceso, la teñí, la hile con un huso, incluso hice el telar para tejer
- Mentira! no te creo
- Como crees que me gane la comida estos meses, allá todo el mundo trabaja y sigue siendo feliz.
- Y eso?
- Es para tu hermanita
- Esta hermoso hayal, también lo hiciste tú?
- Tuve ayuda
- Wow!
- Oye te pido un favor
- Otro más?
- Estúpido, no le digas a Abril que volví
- Porque?
- Por que no quiero que sepa por ti
- Pero el domingo viene a almorzar conmigo
- Sales a comer con ella
- Y que pretendes?
- Un terreno neutral, ya te contare.
No era un plan demasiado elaborado, solo quería verla sola, sabiendo que no escaparía, no quería que escapara por nada del mundo.
- Y que harás con ese pelo?
- Que tiene mi pelo?
- Yo creo que ni las puntas te has cortado en este tiempo
- No, pero esta lindo, largo
- Hayal, desde la cocina te veo las puntas partidas!
- No quiero ir a la peluquería - dije haciendo un puchero
- Así no conquistas a nadie
- Llama a Leo si puede venir...
- No, ve a ponerte algo un poco más decente, iremos donde Leo y de paso te compraras algo más formal para ir a la oficina y no te estoy preguntado
Si Gustavo pensaba que me compraría trajes de dos piezas estaba muy equivocado, peor me costo comprar, me lo pasaba buscando ofertas y Gustavo solo quería que comprar ropa de marca...
- No voy a usar eso
- Hayal no puedes ir así a la oficina, es tu imagen corporativa la que se ve mal, imagina que va alguien a hacer negocios contigo y tu vestida así!
- ya está bien, pero no me pondré eso
Al final llegamos a un acuerdo, tenia que asumir que las faldas eran preciosas, y esas blusas sueltas se me veían preciosas
- Igual me veo bien
- Cállate mejor, que me das rabia, ahora vamos por tu pelo!
Casi una hora estuve bajo la maquina de vapor, leo estaba haciendo lo que quería con mi pelo y no me dejaba ver, aunque no lo deje que cortara más de dos centímetros, nunca había tenido mi pelo tan largo y me encantaba.
Verme al espejo por primera vez con el pelo así de liso, se me veía mucho más largo y ese tono entre chocolate y miel me encantaba, me costaba reconocerme, pero seguía siendo yo.
- Hayal anda a encerrarte a la pieza! - Gustavo corría como loco después de cortar el teléfono
- Que pasa?
- Abril llega en cinco minutos, viene con Viviana a buscarme
- No se suponía que se encontrarían afuera!
- Tu sabes que es llevada a su idea, recoje tus cosas! - no demore mucho en sacar todo lo que había cerca, lo metí al cuarto y me encerré ahí, me senté en la cama, solo quedaba esperar.
El timbre sonó después de llevar diez minutos encerrada en el cuarto, la voz de una desconocida me irrito los oídos, "Hola Guty!" grito huecamente, Guty? Guty? de donde sacaste a esta tipa Abril...
- Vamos? - Dijo Gustavo
- Gus préstame el baño, por favor! - Su voz, que alegría poder oír su voz, aunque no la viese... Al baño? tarde reaccione, Gustavo deje mi ropa interior en el baño! no podía gritarle, estaba a punto de ser descubierta, sálvame Gus, no quiero que sea así, menos con la tal Viviana aquí
- Gustavo! puedes venir un momento... - Soné!
- Que pasa? - Gustavo inventa algo por favor.
- Quien estuvo aquí?
- Edu vino ayer
- Y Eduardo usa esa ropa interior?
- Bueno, una tiene sus fantasías! - Tuve que taparme con un cojín para aguantar la risa que me dio aquello, de todo lo que puedo haber dicho, solo a el se le ocurría eso.
Sentí cuando salio silenciosa del baño, podía oír a Gustavo y Viviana hablando, me pareció verla siendo cautelosa, me pare y me acerque a la puerta para poner mi oído en ella, sentir sus movimiento - Abril, nada se te escapa - dije en un susurro; la manilla de la puerta hizo el intento de abrirse, pero estaba con seguro, ahora la movía de lado a lado, pero por más que la moviese no se iba a abrir.
- Abril! apresúrate!!
- Ya voy! - grito ella soltando al fin la manilla de la puerta, respire aliviada.
Me quedaba sola en aquella que recién sentía como mi casa, si en los pocos días que estaba ahí despertaba sintiendo que seguía en casa de Doña Teresa, los extrañaba demasiado.
Ya era Lunes y me sentía un poco nerviosa, era raro usar tacos después de tanto tiempo, pero me veía mejor con ellos que sin ellos y hoy necesitaba verme mejor que nunca, llegue a la tienda y Román me saludo como solía hacerlo, salude a mi gente y subí hasta las oficinas, la secretaria estaba al teléfono así que entre directo a la oficina, Gustavo la tenia tal cual como la había dejado.
- Señorita Hayal, puedo pasar?
- Pasa - entró bastante cohibida - toma asiento por favor
- Gracias, Señorita Hayal yo quería pedirle disculpas por como la trate el otro día
- Disculpa, cual es tu nombre
- Pamela
- Pamela, primero que todo dime Hayal, acá todos me dicen Hayal, segundo, tranquila, me causo gracia lo de ese día, yo espero que nos llevemos bien y que rindas en tu puesto, porque soy mucho más exigente que Gustavo
- Si, por supuesto Seño... Hayal - dijo corrigiendo rápidamente
- Seño Hayal tampoco me gusta Pamela
- Disculpe Hayal
- Tranquila y trata de tutearme que me siento un poco vieja. Pamela pasando a otro tema necesito que hagas algo por mi
- Dígame
- Abril llego a su oficina?
- No aún no a llegado, ni ella ni la señorita Viviana
- Bueno, a penas llegue necesito que le digas que Don Gustavo la necesita urgente en su oficina para hablar en privado
- Pero Don Gustavo no esta
- Tu solo dile eso y no respondas nada que te pregunte
- Bueno Hayal, a penas llegue se lo informo
- Muchas gracias - dije con una gran sonrisa - bueno, me puedes también organizar todo lo que a pasado en el ultimo año, Gustavo no me puso al tanto de nada, necesito saber sobre la nueva sucursal, el movimiento de las tiendas actuales, la gente contratada, etcétera.
- La gente contratada en venta igual?
- No, de eso se encarga Abril y confío en ella para eso, necesito la gente de gestión y todo eso
- Para cuando lo necesitas?
- Para cuando puedas, si quieres lo traes a medida que vayas juntando información y por favor, cuando Abril este acá que nadie moleste, ni llamadas, ni gente, nada.
Pamela salio de la oficina mientras por primera vez en un año revisaba mi correo, tenia tanta basura comercial, era impresionante, pensé encontrar algo más interesante, pero en sesenta paginas que revise no encontré nada.
Me tocaba esperar a que llegara Abril, me puse a revisar Chepu en Internet, la nostalgia tomo poder de mi inevitablemente, ver por imágenes los lugares que recorrí me hizo caer una o dos lagrimas, bueno quizás cuatro, lamente no haberme traído las fotografías que tomo Camila, claro, las quería ella de recuerdo, en eso estaba cuando suena mi teléfono, era Pamela...
- La señorita Abril esta aquí
- Dame un minuto y que pase Pamela por fa - Me limpie rápidamente las lagrimas y corregí con los dedos el maquillaje, asegure la cola que me había hecho en el cabello y la espere de pie al lado del escritorio
- Que te pas... - Entro reclamando algo que ni siquiera termino de decir, se quedo ahí, de pie estática, se veía tan hermosa, de nada sirvió limpiar mis lagrimas, volvían a recorrer mi cara sutilmente, me acerque a ella, pero retrocedió un paso, su cara era de desconcierto total, como si le costara entender que era real, que era yo quien estaba a menos de tres metros de ella...
- Lo sabia... - murmuro a medida que avanzo a paso lento, solo para acelerarlo y darme un abrazo del que hasta ella se sorprendió. - sabia que eras tu! lo sabia - repetía una y otra vez mientras me abrazaba, yo solo me perdí en el aroma de su cuello
- Hola... - fue lo único que maquine decir aun sin soltarla de mis brazos
- Hola... - respondió ella sonriendo, se separo de mi cuerpo y limpie los rastros de lagrimas que aún quedaban en su cara - cuando volviste?
- La semana pasada, tu estabas en Santiago
- Estabas encerrada en la pieza cierto? porque no saliste!
- Por que te quería dar la sorpresa así
- Hayal! cuanto te costaba enviar una correo, una carta, una llamada para decir que estabas bien! no te costaba nada!
- Recién me ves y ya me estas retando
- Es que no sabes cuantas cosas se me pasaron por la cabeza, si no volvías nunca más, si te hubiese pasado algo, podrías haber estado muerta y nosotros sin enterarnos
- Y por que no denunciaste mi desaparición - dije burlándome
- Lo intente, Gustavo no me dejo - respondió ella como una niña pequeña
- Extrañaba tus retos
- Porqué tardaste tanto en regresar?
- Lo necesitaba... el tiempo, la distancia, ponen en orden mi cabeza
- Y ya estas bien? no te volverás a ir
- Bueno, todo depende
- De que?
- De ti
- Hayal...
- No te estoy pidiendo nada, tranquila, estoy al tanto de todo
- De qué estás al tanto?
- Da lo mismo, solo te estoy advirtiendo, que de ti depende todo
- Ahora depende de mi?
- Se intercambiaron los papeles Abril
- Hayal... porque ahora? - pregunto sin entender
- Yo pregunte lo mismo alguna vez, pero eso ya no importa, lo importante es qué estoy aquí y voy a luchar por ti
Su risa nerviosa me encantaba, no sabia que respuesta darme, no sabia como actuar...
- Me hubiese esperado cualquier cosa al verte nuevamente, menos esto
- Que esperabas?
- Hayal, no se que esperes, ni cuales sean tus intenciones, bien sabes que no estoy sola, estoy bien, estoy feliz, ahora estoy mucho más feliz al tenerte aquí, sabes que te adoro, que eres más que una amiga, pero no te hagas ilusiones, porqué paso mucha agua debajo de este puente
- Ah si? - pregunte desafiando todo lo que acababa de decirme y acercándome peligrosamente a ella
- Hayal... - casi no oí su voz, solo su nerviosa risa que trataba de disimular, de nada servia que se pusiera un escudo, era yo quien tenia que estar a su lado, no otra.
La distancia entre ambas era nula, su nerviosismo la hizo desviar su mirada, su tacto me hizo reaccionar, había encontrado algo que nunca se separo de mi.
- Lo traes puesto... - murmuro sonriendo
- Desde el día que partí no se alejo de mi, estuviste conmigo en todo mi viaje
- Estuvo tu collar, no yo, yo me quede aquí Hayal - Soltó la libélula que seguía en sus manos y se alejo de mi tenia rabia en sus mirada, cualquiera lo hubiese notado.
- Necesitaba irme Abril, de verdad lo necesitaba
- Y entonces porque no te quedaste allá - Su grito venia de la rabia, lo tenia claro
- Perdóname Abril... - me acerque a ella y tome sus manos - Algún día me perdonaras?
- Por qué? por haberte ido o por darte cuenta tarde de lo que sentías?
- Es tarde?
Su silencio no era un si, su silencio me decía que no era tarde y el hecho de que se abrazara a mi cuerpo con la fuerza que lo hacia, solo lo confirmaba.
- Soy tan tonta
- Porqué dices eso?
- Por que tengo esta absurda necesidad de abrazarte - mi sonrisa hizo que recibiera un pequeño golpe en mi espalda
- No es gracioso
- Para mi si
- Esto no quiere decir nada Hayal - nuevamente sus escudos la alejaban bruscamente de mi
- Quiere decir más de lo que quieres aceptar
Su mirada me mataba, como pude obviar este sentimiento por tanto tiempo, realmente no lo entendía aun. Como antes, como siempre, su mirada me atrapaba y ahí estábamos ella a un metro de mi, mirándome sin decir nada, hasta que la entrada desubicada de una desconocida me hacia perder cualquier control existente.
- Abril! que mierda, hace rato que pregunto por ti y... quien eres tu? - supongo que la señorita era Viviana, la mire de los pies a la cabeza y después mire a Abril, no había necesidad de decir "con esto tengo que competir" cuando mi cara de burla lo decía todo.
- Ni se te ocurra decir algo - dijo Advirtiéndome - Vivi sale por favor, después hablamos
- Como que sale, Pamela me dijo que estabas en reunión con Gustavo y claramente ella no es Gustavo - dijo ella con una actitud de altanería que realmente me disgustaba de cualquier persona.
Abril me miro y sabia lo que venia, era inútil que me frenara
- A ver, Disculpa - dije haciéndole un gesto para que se calmara - Abril como dijiste que se llamaba?
- No te lo he dicho
- Viviana Castro, ese es mi nombre y tu quien eres y que haces en la oficina de Gustavo?
- Viviana, te explico, en primer lugar a mi ni me tuteas ni me hablas en ese tono, en segundo lugar la puerta se golpea antes de entrar los modales son primordiales en la vida, en tercer lugar, si pamela te dice que no puedes entrar, tu le haces caso y en ultimo lugar, ultima vez que entras a mí oficina si yo no he solicitado tu presencia
- Perdón?
- Viviana, para, ella es...
- Discúlpame Abril. Viviana, la verdad es que no te perdono, tu sabes leer?
- Quien te crees que eres?
- No quien te crees tu, porque yo soy Hayal Majlis, no se si sabes leer el nombre de la puerta, es el mismo nombre que sale en tu contrato de trabajo.
Miro a Abril con desconcierto, mientras que Abril me decía "te odio" con la mirada
- Disculpa Hayal, no era mi intención, yo no sabia
- Te disculpo, pero para ti "Señorita Majlis" ahora te puedes retirar
- Si disculpe - Salio de la oficina y no podría decir que sentí gusto, porque no me gustaba ser así con mi gente, pero había que bajarla de su nube de alguna forma
- Abril, espera un poco - dije deteniéndola antes de que saliera
- Te salio todo lo Majlis que tienes cierto? era necesario todo esto?
- No, pero alguien tenia que frenarla
- No mezcles las cosas Hayal, si la quieres echar hazlo, no te voy a rogar que la tengas aquí
- Tu quieres que la despida?
- No dije eso
- No lo voy a hacer, tranquila, pero no me gusto como me hablo, tampoco me gusto como te hablo a ti
- Ya lo se, pero no te da derecho a portarte así con ella
- Abril, no quiero discutir contigo, por favor
- Ya, hablamos más tarde
Y así sin más salio de mi oficina me daba tanta rabia que por culpa de una tipa como ella discutiésemos, todo estaba tan bien antes de que entrara
La mañana avanzo y por más que intente olvidar el episodio matutino no pude, Pamela me traía nueva información de la empresa cada veinte minutos, ya estaba al día con casi todo y sin darme cuenta la hora del almuerzo llegaba y no tenia con quien ir, llame a Gustavo pero no me contesto, ni siquiera intentar pedirle a Abril, odiaba comer sola.
- Pamela, donde almuerzas?
- En un café acá a la vuelta
- Y tomas café?
- Me como una ensalada
- Y te gustaría ir almorzar conmigo? di que si por favor, no me gusta comer sola
- Pero aquí la gente es muy chismosa, no quiero que piensen cosas que no son
- No te preocupes, a demás me sirve para conocer con quien estoy trabajando
- Ya está bien, el café queda acá a la vuelta
- No vamos a un lugar donde hacen las mejores ensaladas, déjame pedir un radio taxi
- Esta bien, le puedo hacer una pregunta?
- Ya me la hiciste pamela - me quedo mirando y tardo en entender lo que acababa de decir
- Ya entendí
Salimos de la oficina hasta el elevador, suerte la mía encontrarme con Abril y su novia.
- Viviana - dije causando que Pamela y Abril me miraran asustadas
- Dígame - dijo ella de inmediato
- Discúlpame por como reaccione esta mañana, fui injusta, tu no sabias quien era yo, espero que podamos llevar una buena relación laboral - estire mi mano esperando a su respuesta, la que tardo por su sorpresa
- Discúlpeme usted a mi, mi comportamiento no correspondía
- Tranquila y no es necesario que me trates de Usted
Abril me miro y sonrió levemente, su sonrisa era mi premio por revertir lo que había hecho, no necesitaba nada más que eso.
Bajamos del ascensor y el taxi nos esperaba, me hacia falta un auto, definitivamente
- Donde vas? - pregunto Abril antes de alejarnos
- A almorzar - miro directamente a Pamela
- Ah. Nos vemos
Esa cara la conocía perfectamente, tantas veces la vi pensando que solo eran caprichos de adolescente.
- Yo sabia que no podías ser la bruja que decían
- Quien decía que yo era una bruja? - pregunte riendo
- No debí decir eso, disculpa
- Tranquila, dime, lo que hablemos entre tu y yo quedara aquí, espero la misma lealtad de ti, sobre todo si escuchas discusiones de mi oficina
- Por supuesto, es que conmigo fuiste, eres tan amable y esta mañana traste muy mal a Viviana
- Es que no me gusta cuando las personas se creen más de lo que son y esta Viviana, es muy altanera?
- Se cree jefa de todo el mundo, el pobre Román vive a su cargo, creo que eso tampoco lo tenia que decir - dijo sonrojándose
- Tranquila Pamela, ya me lo imaginaba, vez que sirvió que le bajara los humos
- La verdad es que faltaba alguien que la frenara, Don Gustavo era demasiado amable con ella
- Es que Gustavo solo sabe retarme a mi. Sabes Pamela, creo que tu y yo nos llevaremos bastante bien.
Llegamos al restaurant y Pamela se quedo boquiabierta, me causaba gracia ver su cara, claro hasta que vi su preocupación y aquello no me gusto
- Pamela, el almuerzo va por mi cuenta así que solo dime si eres alérgica a algo, que yo pido
- No es necesario
- Si lo es, por que yo te invite - sonrió sonrojada
- productos del mar, soy alérgica a todo lo que proviene del mar
- Uh! lastima de que te pierdas lo más rico del mundo
- prefiero perdérmelo a salir inflada como un globo de aquí - dijo riendo
- Entonces tranquila, no comas nada del mar
Pedí dos ensaladas cesar gigantes, extrañaba las ensaladas de este lugar, hablamos de todo y nada mientras comíamos hasta que vi su cara de preocupación nuevamente
- Que pasa?
- Acaba de entrar la Señorita Abril y Viviana
- Y por eso pones esa cara?
- Es que la verdad es que yo llego a la tienda y a mi puesto de trabajo, no me mezclo con la gente, las personas en el trabajo siempre son doble estándar
- Haz tenido malas experiencias?
- Más de una vez
- Bueno, pero tranquila que conmigo no pasara eso
Ignore a Abril y Viviana, no por Abril sino por Viviana, podía ser amable con ella, pero no significaba que su presencia me agradase
- Estas casada? lo pregunto por tu anillo
- Recientemente divorciada
- Lo siento
- Es un tema superado, el único que sufre por eso es mi hijo
- Tienes un hijo?
- Si! Carlos, tiene dos años - saco su celular de la cartera y me mostró la foto que tenia en su pantalla
- Es idéntico a ti! precioso tu hijo Pamela
- Gracias, lo hice con amor - respondió riendo
- Eso es lo único que importa, si las cosas salieron mal después da lo mismo Pamela, te quedo un fruto de ese amor.
- Si, le agradezco a la vida por eso.
Terminamos la comida conversando de las travesuras de su pequeño y lo bien portado que era, Pamela me agradaba bastante, me recordaba un poco a Camila, extrañaba a mi gran pequeña. Volvimos a trabajar y la tarde avanzo gratamente, aunque era un poco fuerte cambiar los paisajes de Isla con las cuatro paredes que tenia a mi al rededor.
- Pame - dije por el intercomunicador
- Si?
- Averigua sobre algún diseñador de interiores, pero quiero alguien que diseñe espacios naturistas o algo así y hazme una cita por fa
- De inmediato
- Gracias!
Cinco minutos después de colgar la llamada golpean mi puerta
- pase!
- Permiso Doña Hayal se puede?
- Pasa ridícula
- Como estuvo tu almuerzo?
- Rico, tranquilo y el tuyo?
- No sabia que ahora salias a comer con las secretarias
- Es que mi empleada favorita tenia cita
- Tonta
- Bien pesada tu novia
- Quieres discutir de nuevo?
- No, pero con eso se supone que debo competir?
- No hay competencia ridícula
- Eso ya lo se, si gano sin siquiera entrar a la competencia
- No se puede hablar contigo - dijo riendo y parándose para irse, me levante y corrí hasta antes de que abriera la puerta
- La amas Abril?
- Hayal...
- Yo a ti si, te amo, así, sin nada que opaque lo siento
- Cállate Hayal por favor. - se alejo de mi cercanía y evito mirarme
- No, no me voy a callar te amo y me voy a encargar de decírtelo cuantas veces sea necesario
- Para que?
- Para suplir todos los días en que no lo dije, para que lo escuches tantas veces que llegara el día en que sepas que lo voy a decir antes de que abra mi boca
- No quiero que lo repitas más por favor!
- Te amo!
- Hayal cállate! - me miraba con tanta rabia mientras se alejaba de mi pero yo me acercaba
- te amo!
- Cállate!
- Te amo! Te amo! Te Amo! Te A... - Mis ojos se abrieron y mi boca se entrego al contacto que aquel beso me entregaba, de todas las respuestas que esperaba de ella, esta me encantaba, puse mis manos entre su cabello y sujete con todas las ganas que habían en mi su cabeza, mi cuerpo condujo al de ella hasta la pared y sentía que la vida se me iba en aquel beso, sus manos en mi cintura, su boca que ya se entregaba por completo a la mía, como pude perderme tantos años de sus labios, de su sabor, se su tacto en mi cuerpo, su mano bajaba por mi espalda sin reparos, era demasiado lo que había contenido entre ella y yo, sentía que la cordura abandonaba mi cuerpo, hasta que el golpeteo de la puerta nos sorprendía alejándonos de golpe, la mire con temor y ella me miro con culpa, limpio mi boca y yo la de ella, me dio un pequeño beso y se alejo de mi.
Nota: Este capitulo lo he disfrutado con ganas! ojala lo disfruten igual... no dejen de comentar :)
Hola!! Este cap ta super y lo mejor de todo es que Hayal tiene muy claro a kien ama y luchar. Viviana se ve ke es una arrogante ojalá Abril reaccione rápido y por fa no nos hagas esperar tanto la continuación de los relatos
ResponderEliminarHola, excelente capitulo, tus historias son geniales, y tu manera de escribir transmite mucho. Porfavor no tardes con el siguiente capitulo, ni de esta historia ni de la otra. Saludos. C. H
ResponderEliminarFelicitaciones estuvo excelente,
ResponderEliminarespero q no le cueste mucho aunq con el beso quizas no pero aun le queda la viviana aun jjeje
sigue asi :)
no tardes jeje
precioso capitulo,tardaste pero cada capitulo te superas, ojala Abril no haga esperar mucho a Hayal, ya se merece ser feliz sin tanto drama no?.espero no tardes con las continuaciones. besos
ResponderEliminarSoy feliz cuando hay actualización de tus relatos, son geniales, y éste es especial.
ResponderEliminarWauuu que capitulo la verdad es raro que te escriba un comentario pero me hisiste esperar tanto qure sentia que ya no publicabas espero un cap pronto escribes muy lindo
ResponderEliminarQ facilidad tienes par envolver a todos con tus historias..excelente relato :)
ResponderEliminarme encanta... muchas felicidades escribes precioso. espero subas pronto la continuación de tus historias :-)
ResponderEliminarUuhh se queda con A :( pero bueno la historia es buena, espero la conti pronto
ResponderEliminarMm cuando publicaras el siguiente ��
ResponderEliminarY la continuación? no nos hagas esperar más :(
ResponderEliminarQ don tienes mujer para escribir y envolver con tus letras, me haces sentir la historia. Eres lo máximo !! No tardes con el siguiente capitulo. Un abrazo
ResponderEliminar