Ahí, donde solíamos reunirnos X
La oí decir "Hola" e intuitivamente quise cerrar la puerta, golpearla con ella en plena cara y que se largara de una vez por todas, Lucia una vez más quería revolver mi vida.
- Qué haces aquí?
- Estas ocupada? - entrando sin pedir permiso miró a Diana sentada en el sofá y volvió su vista hacia mi
- Ya estás aquí - Mire a Diana intentando cruzar su mirada pero no quiso mirar, aunque tampoco se paro de donde estaba - Lucia ella es Diana, Diana, Lucia, complemente.
Diana levanto su cabeza y le dio el más cínico de los "hola" que había escuchado en mi vida.
- Yo las dejo para que conversen. - se paro y la vi caminar hasta mi cuarto sin siquiera mirarme mientras lo hacia.
- Lucia, a esta hora?
- Necesito que hablemos
- Pensé que había quedado todo claro
- No, por que yo no entiendo como esto no pudo ser real, cuando mis manos te tocaban, cuando te derretías en mis besos, no lo comprendo
- No levantes la voz Lucia, la niña está durmiendo
- Tu sobrina?
- Como lo sabes? Ah claro, tu hermana y mi hermano - dije respondiéndome sola
- Da lo mismo, llegue a casa pensando que no había esperanza, que estabas con ella y yo ya no tenia espacio en tu vida
- No te confundas Lucia, el hecho de que no tenga un compromiso amoroso con Diana no significa que hay esperanzas entre tu y yo, no ahora
- Amanda, no me extrañas? - el silencio me abordo por unos segundos, pero no había que pensar demasiado para contestar aquello.
- Pase tanto tiempo extrañándote, pero tu te marchaste, Lu, pase meses reproduciendo una y otra vez tu mensaje, hasta que te perdone, te perdone Lu, pero sigue dándome rabia que vuelvas, que siquiera lo intentes.
- Cometí un error, pero era más grande que lo que yo deseaba en ese momento y todo lo que desee fuiste tu, todo el tiempo!
- Lu, la voz!
- Jamás nos dimos una sola oportunidad, ni siquiera la primera, por favor - sus ojos se enrojecieron y bastaba eso para derribar cualquier barrera - Amanda yo te amo, toda mi vida te he amado, aun cuando no tenia idea lo que eso significaba.
- Lucia, lo siento, lo siento demasiado, pero ahora soy yo quien no puede
- no me digas que no sientes nada por mi
- El tema es... Lucia, el tema es... - tarde diez segundos en tomar el valor para decir lo que mi corazón gritaba - Que no sé si llegue el día en que te deje de amar, de sentir esto que siento por ti, pero lo que si sé es que ya no estoy enamorada de ti.
Evito mirarme, miraba el piso buscando algo entre los surcos de la alfombra, buscaba como mirarme sin quebrarse en ese lugar.
- Explícame la diferencia por favor. - dijo aún sin mirarme
- Lucia, antes cuando yo siquiera te pensaba, sentía a todas las mariposas del mundo revoloteando en mi estomago, cuando te miraba parecía que no haba espacio para tantas mariposas, Lucia cuando te tocaba, cuando te tocaba hacían un concierto de aleteo y podía haber enloquecido con eso, pero Lu, las mariposas se ahogan luego de un tiempo revoloteando en el estomago, poco a poco y una a una, deje de sentirlas, ojala vivieran para siempre, rogué que no se murieran, pero necesitan de oxigeno para sobrevivir y con tu partida te llevaste ese oxigeno, Lu, tu las hiciste nacer y tu les quitaste la vida.
Su mirada me decía tanto sin hablar, pero su boca no emitía sonido alguno, me miro, una y otra vez me miro, pero no reclamo, no me contradijo ni me suplico, entonces mi corazón dio un salto, como podía estar haciéndole esto a Lucia, a mi Lucia, como si de un golpe de corriente se tratara, las ganas de abrazarla se expandieron por mi cuerpo, quería contenerla, quería protegerla pero antes de siquiera llevar a cabo mis impulsos, un ruido se oyó de mi pieza y Diana se atravesó en mi mente, todo volvió a estar como había empezado.
- Creo que es hora de que me vaya - A penas la oí
- Lucia...
- Esta bien Amanda, te respeto lo suficiente para saber cuando es hora de marchar
- Lo siento
- Lo sé. Cuídate, por favor.
No dijo nada más y salio por la puerta dejando su presencia aún conmigo, probablemente si se buscara la definición de Confusión en el diccionario, podrían encontrar una foto mía.
- Por que no la buscas y le dices la verdad?
- Ya le dije la verdad
- Amanda, a mi no me engañas, se te nota al hablar que aún la amas
- Diana, oíste algo de lo que le acabo de decir? - Pregunte no reprochando, sino esperando que hubiese oído.
- Es difícil no oír si hablaban tan fuerte
- Entonces sabes que aún la amo y no se si llegue el día en que la deja de amar
- Entonces?
- Entonces nada, el amor es lo principal, pero la desilusión esa mata todo Diana, yo se que la amo, porque esto que siento es mucho más que un querer, pero ya no siento todo lo que un día sentí, ni siquiera el deseo, ni siquiera las ganas, nada.
- Lo que te pasa es otra cosa Amanda - dijo acercándose a mi y sentándose a mi lado. - estas confundiendo lo que sientes por Amandita y, lo que podrías tener con ella y conmigo con lo que de verdad sientes por Lucia
- Ya. Otra vez con lo mismo? ahora no Diana, deja de decirme como me siento que si alguien lo sabe soy yo y si, estoy confundida, pero estoy confundiendo el amor que le tengo a ella con el amor que nunca deje de sentir por ti! - aquellas palabras me salieron del alma y Diana no respondía no decía absolutamente nada. - Diana, estoy mal? estoy pidiendo la oportunidad de tener contigo lo que no puede tener antes?
Diana me miraba sin hacer el intento de responder a lo que preguntaba, hasta que me regalo su sonrisa, sin moverse del lugar en donde estaba sentada a diferencia de mi que me sentaba lejos de ella pero sin perder su cara, le devolví la sonrisa y me sonroje, pude ver la habitación llenarse de recuerdos, colmar cada espacio, Tomás saliendo rápidamente y yo quedándome con ella, en la misma posición que estábamos sintiéndome culpable por las mil y una ideas que se me cruzaban en la cabeza mientras mi hermano estaba fuera del alcance. Ella sentada leyendo el libro que le regale para su cumpleaños, con el pelo tomado y sus lentes de abuela con los que siempre la molestaba, pero la verdad era que me encantaban, ella me encantaba, podíamos pasar horas en esa posición no se cuantas veces habrá leído el mismo libro o la misma pagina, pero era nuestra manera de querernos, ella sentada leyendo y yo sentada contemplándola. La realidad me golpeo sutilmente con con una carcajada que soltó de la nada, La mire entre riendo e intrigada, esperando que me dijera el motivo de su risa sin preguntárselo...
- Recuerdos - dijo guiñándome un ojo - es tarde, necesito dormir, que mañana una señorita me atacara de madrugada
- En el cajón de arriba hay pijamas o poleras, usa lo que quieras
- Bueno
- Que duermas bien
- y tu donde vas a dormir?
- Aquí
- Tonta - se acerco a mi y me tomo de la mano para llevarme a la pieza
- Di...
- Di, nada, ni que fuera la primera vez que duermes a mi lado.
De nada sirvió rehusarme y no lo hacia por que ella no estuviese incomoda, lo hacia por mi, por que su cercanía me producía escalofríos; intente acomodarme lo más lejos posible, pero no sirvió de nada, se metió a la cama y acomodo su cabeza en mi pecho, fue como si el tiempo se detuviera, como si el oxigeno de la habitación de pronto comenzara a acabar y me costara para respirar, tomo mi mano que se ocultaba nerviosa entre las sabanas, entrelazo sus dedos a los míos y poco a poco me devolvió la capacidad de respirar. Diana, que pretendes...
- El tema es Amanda, que lo nuestro siempre fue metafórico por tanto tiempo desee tenerte cerca, pero yo amaba a tu hermano y aun al día de hoy siento como si lo estuviese engañando.
- Y por mi? que sentías por mi?
- Siempre me pregunte si se podía amar a dos personas a la vez, se puede Amanda?
- Se puede amar a muchas personas en esta vida, pero sentirte enamorada de alguien? ese espacio es solo para una persona.
- Sigo sintiendo que lo traiciono
- Shhhh...
Y en aquel silencio que pedí nos quedamos dormidas, ella sobre mi pecho y yo con mi rostro hacia el techo, creyendo que el tenerla aquí era un sueño, pero los sueños son a veces más reales que la misma realidad.
- Que será Amanda? - Mire a mi lado y Tomas masticaba la zanahoria que tenia en su mano
- Sientes el sabor?
- No, pero es entretenido
- Tomas...
- Es hermosa cierto? mi hija
- Si, es idéntica a ti
- No, se parece a Diana
- Tomy...
- Estoy cansado Amanda, es hora de que deje este lugar
- A que te refieres?
- A que es hora de que de el paso
- No te volveré a ver?
- En tus sueños, los normales al menos
- Seras solo un recuerdo en mi conciencia
- Pero me veras... volviendo a lo importante - Giro su cuerpo y pude ver a Lucia, hacía tanto tiempo que no la veía en mis sueños, no habían pasado ni dos horas desde que la tuve en frente y sin embargo...
- Que va a ser Amanda - interrumpió mis pensamientos haciéndome caminar y la apegada a mi cuerpo en mi habitación
- Como?
- Trucos, privilegios de querer dejar este mundo.
- Perdóname Tomas.
- Si esperas que te diga que tienes que estar con ella esperas en vano
- Yo se con quien tengo que estar.
- No, no lo sabes, tu corazón en estos momentos tiene una batalla, cualquiera podría verlo, por momentos es ella quien gana - dijo señalando a Diana - pero en otros es Lucia
- Tengo miedo, miedo de buscar a Lucia, darle esa oportunidad y vivir con la duda de que Diana era mi verdadero amor, Tomy me aterra eso!
- Y a que más le temes
- A estar con ella, a perderme queriéndola, a perderle a ella.
- Tranquila cariño, pronto lo sabrás solo decide desde aquí - dijo poniendo su mano en mi pecho - y no desde aquí - con su otra mano tomo mi cabeza y deposito un suave beso en mi frente para luego desvanecerse como si nunca hubiese estado.
El aroma del café recién preparado me despertó placenteramente, abrí mis ojos y una pequeña gran sonrisa me esperaba atenta - Buuu! - grito y la tome para comérmela a besos, entre cosquillas y risas estuvimos hasta que Diana nos golpeo la puerta - levántate fea, Amanda deja que la tia se levante, tu leche está lista - La pequeña me dio un beso fugaz y se marcho a la cocina.
- Me vuelve loca tu hija
- iba a decir algo que prefiriere omitir - puso su cara de picardía y se retiro de la pieza ¿estaba mal desear que todos mis días fuesen así?
- Definitivamente no va a ser justo - dije entrando a la cocina solo con un mini short y una musculosa, Diana se quedo viéndome sin reaccionar, me causa gracia su cara.
- Que no va a ser justo? - pregunto notando mi risa y sonrojándose
- Qué me despierten unos ojos maravillosos, que preparen desayuno y qué luego se marchen y mi vida vuelva a ser aburrida.
- Amanda...
- Qué mami? - respondía de inmediato Amanda causando la risa de ambas.
- No tu mi vida, tu tía. Y tú... para, ya te lo dije
Diana había preparado café del verdadero, tenia leche, panqueques y fruta sobre la mesa, definitivamente no estaba acostumbrada a desayunar tanto
- No creo que pueda con tanta comida
- te lo comerás todo, no me levante de madrugada para perder todo
- Me quieres en engorda?
- No, te quiero saludable!
- Me quieres y punto?
- Tonta - dijo intentando mantenerse seria, lo que hacia que su sonrisa fuese más notoria
Seguimos desayunando, entre conversaciones banales, risas y gracias de Amandita, adoraba a esa pequeña, pero todo lo bueno dura poco, aún no terminábamos de desayunar y sonaba el timbre.
- No quiero abrir
- Ve - decía Diana casi ordenándome que me levantara una vez más deseaba el puto ojo mágico en la puerta
- Pero que sexy manera de recibirme! - gritaba Paulina entrando mientras le dejaba la puerta abierta
- Paulina ella es Diana, Diana Paulina - dije mientras me sentaba a terminar de desayunar sin darle importancia
- Así que tu eres la famosa!
- Soy famosa? - me preguntaba Diana
- Al parecer si.
- Un gusto Diana, he oído tanto de ti y la verdad nada te hace justicia
- Paulina! - dije regañándola
- Tu debes ser la pequeña Amanda! - dijo dándole un beso a Amandita - soy la mejor amiga de tu tía Amanda o la única en realidad
- Esta es tu ex? - me preguntaba al oído Diana
- Si - conteste restándole importancia - porqué?
- Linda ella - contesto a mi oído y le tape la cara con el mantel que tenia en mis manos
- Que te pasa! - grito Paulina al verme hacerlo y yo respondí con un prendido rojo facial
- Antes no era así, está medio loca - le dijo riendo Diana a Paulina
- Desde que la conozco que es igual - respondió Paulina, debo decir coqueteando desvergonzadamente
- A que se debe tu visita querida Paulina
- A que vengo a felicitarte
- Porque?
- Por la patada en la raja que le diste a Lucia, después de todo lo que te hizo sufrir venirte a buscar
- Pau - dije mirando a Amandita - tu vocabulario por favor.
- perdón! perdón! - levanto sus manos como si no hubiese cometido falta
- como supiste? - pregunte con un dejo de tristeza en mi voz
- Susana... pero vine por qué me pidió que nos organizáramos para el cumpleaños de tu hermatonto
- Verdad! se me había olvidado que Ricardo estaba de cumpleaños
- Quiere que sea sorpresa y Diana, estas cordialmente invitada
- Gracias Paulina, pero se me complica salir con la pequeña
- No seas mentirosa que cuando sales la dejas con la tipa esa
- Que tipa?
- La pendeja esa que te mira con cara de no se qué
- Amanda... - levanto una ceja y aquello bastaba para que yo dejara de hablar - Gracias por la invitación Paulina.
- Estoy segura que iras - dijo sonriendo - ahora tu y yo - dijo tomándome del brazo - manos a la obra
- Ahora?
- Obvio tenemos mucho que hacer
- No quiero ahora! - reclame
- Tu planifica y yo voy a hacer algunas compras para el almuerzo, te parece? - pregunto Diana
- Mmm... Yo planifico, me esperas y vamos de compras - respondí con una gran sonrisa
- Mmm! si sigues así Diana no te dejara ir
- Tengo fecha de expiración Paulina, es solo por hoy!
- Eso esta por verse! - respondí jalando a Paulina al sofá - Manos a la obra tu y yo
Por casi una hora fueron más que nada discusiones entre lo que sabia le gustaría a Ricardo y la idea que tenían entre Susana y Paulina, que claro la primera se las había traspasado a la segunda...
- Un acto circense Pau? Circense!? Ricardo los odia!
- La que los odia eres tu Amanda
- Te equivocas eso es de familia - Diana se acerco a nosotras riendo y se sentó a mi lado mientras seguíamos discutiendo
- No Pau, eso si que no!
- Porqué no?
- Parte por que Ricardo odia los magos y sigue por que no es un niño!
- Ya, me doy, nada te párese bien
- Tus ideas son malas que es distinto
- Pero Amanda si conoces tanto a Ricardo propón algo tu
- Diana tiene toda la razón, solo has alegado todo el rato
- Y si le arrendamos un yate y le damos la sorpresa ahí, nosotras preparamos todo, la gente que llegue temprano y bla, bla, bla, Susana que se encargue de llevarlo y lo sorprendemos - dije que una sonrisa de oreja a oreja, mi propia idea me tenia ansiosa
- Se pensó y se hizo, tu te preocupas de gestionar todo eso y yo del catering, el dj y toda la parafernalia
- Me parece, ahora te puedes retirar
- No me invitaras al almuerzo? - cuando Paulina me buscaba el odio, generalmente lo encontraba - me voy, me voy, no me mires así!
- Paulina, está no es mi casa pero igual te invito a almorzar - dijo Diana conciliadora, como siempre
- Gracias Diana, solo bromeaba, tengo una cita en dos horas - cita?
- Y tu polola Pau?
- Qué polola?
- En algún momento tendrás que parar!
- Está vez no fue mi culpa, pero no quiero hablar de eso, pasado y olvidado
- No preguntare nada entonces.
- Me parece bien. Diana un gusto - dijo abrazándola - cuídame a esta tarada
Diana se despidió ella y solo sonrió, me levante a abrirle la puerta a Paulina y a despedirla - Inténtalo, ella si vale la pena - Creía tan fervientemente en lo que me decía Paulina, pero era inútil ignorar que una parte de mi se aferraba con uñas y dientes a Lucia.
Fuimos en mi auto a hacer las compras, Amandita quería comer papas fritas, luego de una larga discusión con su madre por la comida chatarra logre convencerla. Caminar por los pasillos del supermercado con la niña sentada en el carro y Diana a mi lado reclamando si llevar helado para el postre, fruta o del todo no llevar nada.
- Helado de Chocolate!!! - gritaba con su diminuta voz Amandita
- Amanda, comerás papas fritas y ahora helado, es demasiado
- Diana, no seas tan estricta, es solo un día
- si, pero tu le haces los gustos un día y soy yo la que tiene que luchar con ella los otros días para que coma
- No seas exagerada, si yo la he visto comer y no deja nada en el plato
- Amanda cuando tu estas se porta de lo mejor, cuando no, yo tengo la batalla diaria con la comida
- Pero la solución es fácil, te vienes a vivir conmigo y así come todos los días - mi sonrisa era tan grande que se le hizo inevitable sonreír después de mis palabras
- Así de fácil tu solución - avanzo aún riendo mientras yo definitivamente sacaba el helado de chocolate para ponerlo en el carro, mientras la pequeña cantaba "chocolate, chocolate" - Te aguanto el helado y las papas, pero la crema y la cobertura la sacas Amanda.
- Di, cuando tu y yo vivamos juntas, al menos dos veces al mes se comerá chatarra en casa
- Y se supone que así me convencerás?
- No, te estoy preparando antes de tiempo ademas, no sacare ni la crema, ni la cobertura porque a mi me gusta!
- Cuando viv... Nada!
- Ibas a decir cuando vivamos?
- No! - negó intentando no reír
Ahí estábamos riendo, mientras me golpeaba el brazo para que dejara de hacerlo, como si fuera la rutina de todos los meses, sin duda alguna mi felicidad era eterna, bueno la felicidad nunca es eterna.
- Diana? - la voz de una desconocida la nombraba a mis espaldas, intente demorarme en voltear mi cabeza para saber quien era, pero me costo un poco
- Andrea, hola como estas? - respondía ella mientras se acercaba a saludarla, pero la tal Andrea le robaba un abrazo y mi cabeza se preguntaba quien mierda es esta Andrea.
- Que sorpresa encontrarte por acá, sigue en pie lo el viernes cierto? - El viernes? que cosa tenían el viernes?
- Si claro, por supuesto que sigue en pie - Hola! yo sigo aquí!!
- Amanda está preciosa Diana - claro por supuesto que conocía a la niña
- Si, más odiosa también.
Dado que la conversación seguía y parecía que yo no estaba presente me hice la loca y me aleje del pasillo entre otras personas que había ahí, no quería que me hiciera una introducción, pero bastaba con un "Ella es Amanda, la tía de Amanda" bueno, se oía extraño, pero cualquier cosa hubiese sido mejor que nada, avance por dos o tres pasillos buscando nada en realidad, era inevitable no sentirme mal en ese momento. Seguí perdida en mis pensamientos, si no es por que una señora me dice "su celular esta sonando" ni me habría dado cuenta.
- Bueno?
- Por fin contestas!
- Hola Richie
- Richie?
- Si, como Richie Ricon, me gusta más que tu nombre
- Me reiría si no fuera por la voz de perro que tienes
- Ríete, yo me estoy riendo igual - Diana se asomaba por el final del pasillo, seguí hablando con mi hermano y me acomode a su lado
- Entonces ahora quitaras esa risa
- Porqué?
- Mamá quiere vernos
- No me interesa Ricardo
- No está bien, en algún momento tienes que ceder
- Déjame que lo piense, pero no te aseguro nada
- Bueno hermanita, te quiero y cambia la cara
- ja, ja. yo no te quiero mucho en este momento.
Corte la llamada y avance en silencia al lado de Diana, Amanda me miraba haciéndome muecas, como no reírme con aquellas muecas
- Me falta huevos y leche en casa y ya podemos irnos - dije avanzando sin mirarla, no es que estuviera enojada, me sentía no se... extraña, lo peor es que ella sabia que algo me molestaba; el silencio nos siguió toda la vuelta a casa, mis únicas conversaciones fueron con la pequeña.
- Amanda, vete al cuarto de tu tía a jugar - la niña aun no entraba a la casa y ya la estaba mandando.
Tomó mi mano y me guío hasta el sofá, casi me empujo para que me sentara y ella se sentó a mi lado
- Que pasa? - pregunte esperando el motivo de su actitud
- No voy a estar todo el día encerrada aquí si sigues con esa cara
- Tengo la misma cara de siempre
- Amanda, tu actitud, para.
- Así esta bien? - pregunte dándole la más fingida de mis sonrisas
- Discúlpame, por favor, discúlpame por no presentarte a Andrea, cuando me di cuenta habías desaparecido
- O sea que la viste y se te olvido que yo estaba ahí?
- Perdón, no se que me paso
- Puedo saber quien es?
- Andrea es mi ex
- Ah... y tienen cita el viernes
- No, nada que ver, tenemos una reunión sobre unos negocios que estábamos tratando
- Ya, preparemos el almuerzo?
- Amanda, córtala, no es para que te enojes tanto
- No estoy enojada Di, vamos a preparar el almuerzo - dije poniéndome de pie
- Oye - tomo mi mano y me obligo a mirarla
- Qué
- Termina con tus celos
- No estoy celosa, me molesto que me ignoraras - argumente soltándome de su mano
Me siguió a la cocina para preparar todo, en cada momento que podía buscaba sacarme una sonrisa, llego un punto en el que aguantarme era peor que reírme...
- Se te paso la maña? - dijo tomándome por la espalda y rodeándome con sus manos desde atrás
- me sentí mal cuando me ignoraste
- y me disculpe por eso
- Lo se, pero no quita que me haya sentido mal
- La verdad es que me puse nerviosa - recostó su cabeza en mi hombro y me apretó con fuerza con sus brazos
- Y porqué te pusiste nerviosa? - pregunte sonriendo y tomando entre mis manos las de ella
- no se, porqué soy tonta
- No es una muy buena razón te diré.
- Amanda a donde llegaremos con esto?
- Por mi hasta el final
- Y donde seria eso?
- Di... - me di vuelta para poder ver su cara - Yo quiero estar contigo
- Lo se, pero tengo miedo Amanda - por primera vez daba indicios de que ella también lo quería, oculto su cabeza en mi pecho y me abrazo con fuerza - Qué pasa si ella aparece y dice que te ama, que no puede estar sin ti, yo se que tu también la amas Amanda
- Yo ya no quiero estar con ella
- Lo se, pero tampoco puedes decirme que no la amas, por que lo haces
Aquel abrazo lo sentí eterno, Diana tenia razón, como decirle que ya no amaba a Lucia cuando seguía aferrada a mi a pesar de todo, a pesar de que en este momento lo único que quería era besarla, que con su abrazo los latidos de mi corazón estaban a punto de causar taquicardia, que el hecho de tenerla así de cerca hacia revivir todo sentimiento en mi por ella.
- Mamá!! - el grito de Amanda nos aterro a ambas y nos causo tanta risa al ver que era por una pequeña araña saltarina o una "anaña" como ella decía
Tome a la araña y la lance por la ventana - listo desapareció la anaña mi vida - la pequeña se me colgó del cuello, me pare con ella en brazos mientras ella me daba besitos pequeñitos en la mejilla.
- Ya basta de besos me pondré celosa y con los celos de una señorita ya basta por hoy
- Ja, ja! no me simpatizas. Amandita me ayudas a poner la mesa?
- si! si! si!
El almuerzo comenzó y termino entre risas, no deje que Diana lavara nada y pasamos directo al postre y ahí estábamos como una familia común y corriente, riendo de las travesuras de la nena mientras Diana robaba de mi helado y yo robaba del de ella, felices, como si nada más importara, pero nuevamente la felicidad tenia que acabar
- La hora que es! Amanda termina luego tu helado que tenemos que irnos
- Pero no! no se vayan, por fa, quédense otro rato
- Amanda, se hará tarde, no quiero manejar de noche, recuerda que no vivo cerca
- Quédense otro día
- Amanda, tu mañana trabajas y yo tengo que preparar todo para la reunión del viernes
- Ah, tu reunión...
- No empieces bueno, ha sido una tarde demasiado linda para que la eches a perder
- No he empezado nada - dije riendo
- Mamá y la tía no se pede queda en la casa
- no mi vida, la tía tiene que trabajar mañana
- Mañana doblo turno, trabajo todo el día y toda la noche y el viernes tu tienes tu reunión, con quien dejaras a la niña?
- con la niñera
- Me puedo ir a quedar yo con ella
- Mmm... con una condición
- Cual?
- Que duermas antes de ir a casa, el sábado trabajas?
- No
- Entonces llega a las siete de la tarde y te quedas en casa te parece?
- O sea que tu cita es en la noche
- Amanda!
- Esta bien...
La niña termino de tomarse su helado y no mucho tiempo después Diana tenia todo listo para marcharse, me sentía como con un vació por dentro, como si no las fuera a ver por mucho tiempo, como cuando terminaba mi serie favorita, no me gusta este sentimiento.
- No quiero que te vayas
- Haces los mismo pucheros que Amandita
- Es que tenemos el mismo nombre - dije acercándome a ella
- Y las mismas mañas - dijo ella dándome un beso en la mejilla
- y acá? - pregunte poniendo la otra mejilla
- Fresca - dijo dándome otro beso
- Oye... - dije acercándome a su oído - la próxima vez que me des un beso va a ser más largo
- Inténtalo! - me dijo arrancándose de mi y subiéndose a su auto.
Me quede como media hora mirando la calle por donde se habían ido, perdida en mis pensamientos, buscando las respuestas que ya tenia, pero cuesta tanto decirlo, cuesta tanto dejar ir.
- Así que pésima tu cita
- La peor cita en años
- Que paso?
- Hablo de su ex todo el rato, no hablaba nada coherente, definitivamente prefiero un cerebro antes que un cuerpo bonito, si no me envías ese mensaje no se como salgo de ahí
- No me acostumbro a estar sola Pau, Diana se fue y sentí un vacío enorme, no me gusta estar sola en casa, extraño a Ricardo, extraño a Tomás, extraño a...
- Lucia?
- Si, la extraño, se puede amar a dos personas cierto?
- Amanda, Lucia no es para ti
- Pau, soñé con ella toda mi vida, la soñé tanto hasta que la encontré, sentí sus besos, sentí su tacto, su cuerpo enredado a mi cuerpo y nunca me sentí más completa que cuando estuve con ella
- Y Diana, que es para ti Diana?
- Diana es lo real, pero a la vez lo que siempre fue imposible, no me pertenecía, nunca me iba a pertenecer y eso me hacia sentir aun más por ella, el día que asumí me había enamorado de ella, recuerdo que llevaba un vestido amarillo no muy largo, se había puesto los aros que le regale para su cumpleaños y bastó una mirada, la primera que me daba con esa intención para saber que estaba perdida por ella y también supe que seria un sufrimiento constante estar cerca de ella
- y seguiste ahí?
- Como la masoquista que soy, dolía más estar lejos que estar cerca, al menos sabia que estaba con mi hermano y no con otra persona
- Definitivamente masoquista Amanda, yo no hubiese aguantado
- Sabes que es lo que me da más miedo...
- Tomar la decisión equivocada
- Ese es el tema, no tengo decisión que tomar, el miedo es no dar todo de mi
- Pero igual sigues confundida
- Es difícil cuando todo lo que tuviste era bueno, cuando lo que sentiste con esa persona fue lo mejor que habías sentido en tu vida
- Yo lo único que se, es que Lucia no es para ti, se dejo llevar por su conciencia y no se dio cuenta a tiempo que su conciencia era a tu lado
- Lo sé
- Algo suena allá adentro - puse oído y al parecer se le había quedado el celular a Diana, corrí para contestar la llamada "casa" decía en la pantalla
- Se te quedo el celular! - grite burlándome
- Ya lo sé, te iba a llamar para decirte que habíamos llegado sanas y salvas, supuse que se me había quedado allá
- Ya te extraño Di...
- Ven a mi casa entonces
- Me hablas en serio?
- No, tonta, es tarde y mañana trabajas
- Te quedaras sin celular hasta el Viernes
- Lo sé, quizás y óyeme bien, solo quizás mañana vaya por el
- Entonces lo llevare al hospital
- Bueno, trata de no husmear mucho en el por favor
- Oye, yo no soy intrusa como tu
- No te creo mucho, pero confiare en ti
- Diana... Me haces falta en esta casa vacía
- Amanda, no me hagas sentir culpable por venirme, como si antes de que yo volviera a tu vida no hubieses tenido una ya armada, ni siquiera te acordabas de mi.
- De verdad piensas eso?
- Si, yo era quien tenia y aun tengo el recuerdo constante de ti, de tu hermano y de tu familia entera, a diario durante todo este tiempo
- Y esperaste a decirme esto por teléfono?
- Es lo que siento.
- Ok. Llevare tu celular en caso de que vayas al Hospital, cuídate y beso a Amanda, chao.
- Le cortaste? - Los enormes ojos de Paulina me hacían retractarme de lo que había hecho
- La embarre?
- Que te dijo?
-Se escuda como siempre, que yo antes de ella tenia mi vida y no me acordaba siquiera de ella, que era ella quien tenia el constante recuerdo y claro si nombra a su hija con mi nombre, como no? es mi culpa que ella se fuera ahora? es mi culpa no haber estado con ella todo este tiempo?
- No era algo que te correspondía Amanda, en el fondo tu mamá tenia razón en hacer lo que hizo
- Explícate Paulina
- Estoy de acuerdo con que la forma no fue la correcta, quizás ella debió hacerse cargo más transparentemente, pero tu la hubieses dejado? o hubieses querido hacerte responsable de la niña?
- lo segundo
- y tu carrera? tus planes? tu vida Amanda, a ti no te correspondía vivir la vida de tu hermano, no en ese entonces
- Y ahora, ¿ahora me corresponde? si lo que dices fuese cierto ahora tampoco me correspondería
- Es que ahora es tu vida la que vivirás, sin culpas, ha pasado el tiempo necesario para empezar de cero.
La noche llego y nuevamente estaba sola en casa, el vacío era tan grande que de pronto todo se volvió pequeño, mi corazón comenzó a agitarse y sentí que no habían ni puertas ni ventanas, el espacio enorme se veía reducido en mi cabeza, era la primera vez que tenia una sensación así y no me gustaba, las manos me sudaban, mi respiración era corta intentado aspirar todo el aire necesario, como si no hubiese oxigeno suficiente para sobrevivir, no se como, no se en que momento me levante de la cama y corrí a abrir la ventana; Las consecuencias las viví en la mañana, no cerré la ventana, no apague la luz, ni mucho menos cerré la puerta de mi dormitorio, me quede dormida así, rogando no volver a repetir la experiencia, pero el dolor de garganta y la tos que traía me complicaría enormemente para mi día laboral, aun no llegaba a trabajar y ya me enviaban con cuanto remedio se les ocurrió para la casa, sería una larga semana.
"Richie! te necesito bro, necesito mi enfermero favorito, estoy en casa... Help!"
Aquel mensaje de voz debe escucharse cómico, típico de mi, me ataca a la garganta y mi voz se vuelve la de una niña muy ronca que no puede alzar la voz, para la noche probablemente sea inexistente.
La peor decisión de mi vida fue llamar a mi hermano para que me cuidara, jamás había tomado una sopa más mala en el mundo, o un te de hierbas con menos gusto que aquel que me sirvió, le agradecía enormemente el que me quisiera cuidar, pero parecía que me quería matar.
- Esta rica - dije en un intento de voz
- Mentira, no te la tomes, llamare a Susana, yo me rindo
- No, Richie tranquilo, vete a casa yo estaré bien
- Si claro y mañana te encuentro durmiendo en el patio. Llamare a Susana.
Ricardo tenia razón, la comida de Susana era mucho mejor, nunca había disfrutado tanto de la compañía de Susana como ahora, se quedaron conmigo hasta la noche, Ricardo pidió permiso en el trabajo y se quedaría el otro día también, pero había algo que me preocupaba y a parte de que no había llamado en todo el día, ni siquiera habia ido por su celular, tenia que quedarme con la pequeña y así no podía llegar a ninguna parte.
- Richie...
- Amando tienes fiebre, que te doy?
- Nada, se me va a pasar
- Bueno, tu sabrás. ¿que me ibas a decir?
- Se suponía que está tarde me quedaría con la niña, Diana tiene una reunión, porque no vas tu y le llevas el celular
- Y porque no la llamas?
- Por que está enojada conmigo, larga historia, puedes?
- Y a ti quien te cuidara?
- Yo me quedo con ella mi amor, ve tranquilo - dijo Susana asomándose por la puerta
- Esta bien, pero toma su temperatura cada media hora, si le sube mucho hay que llamar al Doc.
- Ve! es largo el viaje
Ricardo se fue y me quede conversando con Susana, bueno lo poco que podía hablar, no se en que momento me quede dormida, hacia tiempo que no dormía tan bien, no estaba soñando, todo estaba obscuro, pero podía oír la voz de Susana, ni siquiera entendía lo que decía, solo oía su voz, debo estar soñando definitivamente, la voz de Lucia era tan clara, pero no la podía ver, por más que lo intentaba, no la veía, Lucia, vete de mi cabeza de una vez.
Cuando abrí los ojos estaba semi desnuda en una tina llena de bolsas de hielo, Lucia estaba a mi lado sosteniendo mi cuerpo y Susana estaba al lado de un tipo que en mi vida había visto.
- Que paso?
- Lucia ayúdame a llevarla a la cama - dijo el tipo ese que no conocía
- Yo puedo sola - dije intentando pararme, "intentando" por que no pude ponerme de pie
Me llevaron hasta la cama, Lucia no me dejo decir nada, ni mucho menos hacer, Susana y quien quiera que fuese esperaron afuera, mientras ella me secaba y me vestía, tenerla tan cerca me tenia en estado de shock, si mi cabeza no entendía nada de lo que pasaba, ahora estaba completamente bloqueada.
- Estabas con fiebre, Susana no sabia que hacer, Ricardo no contestaba y Paulina tampoco, tuvo que llamarme a mi
- Quien es el tipo ese? - pregunte mientras me arreglaba la polera
- Un amigo, es medico el nos ayudo
- Ricardo respondió?
- Si viene en camino
- Ah.
La miraba y no dejaba de asombrarme, como tener una conversación con ella así, como si todo estuviese bien entre ambas, cuando no era así, una gran parte de mi no la quería ahí y la otra... la otra no quería que se fuera nunca.
- Te dije que esa fiebre no estaba bien! - Grito Ricardo entrando de golpe a la pieza
- Richie mi cabeza - dije mientras la tomaba entre mis manos
- Lo siento hermanita, estas mejor? como te sientes?
- Tengo frío, me duele la cabeza y... Richie que haces aquí y Amandita?
- La traje ponte tu, esta en el sofá preocupada por ti, pero le dije que no podía entrar después le pegas tus bichos
- Ah... me siento como si estuviera agonizando, tantas caras aquí - dije mirando al amigo de Lucia, el supuesto doctor.
- Ella tiene razón, les dejare una receta para que no le vuelva a dar esa fiebre y déjenla descansar, Lucia, yo me retiro - Lucia se acerco a el para acompañarlo supongo - Amanda, espero que te recuperes pronto y cuídate para que no te agraves.
- Gracias - no había mucho que decir, ni que me hubiese salvado la vida
- Y este quien es - dijo Ricardo haciendo cara de desprecio
- Amigo de Lucia
- Y la cuñada que hace acá?
- Susana la llamo por ayuda
- Ah, estas enojada entonces
- Un poco...
- Diana debe estar por llegar
- Vendrá por Amandita?
- Viene por ti imbécil, me ha llamado a cada rato para saber como estas
- Pensé que estaba enojada aún
- Ella piensa que tu estás enojada, quedo en shock cuando me vio llegar, debo decir que vi la desilusión en sus ojos
- Mmm... porque no me llamo entonces.
- Ni idea.
- Tengo sed...
- Te traigo agua
Ricardo salio de mi pieza y después de haber pasado por aquella estúpida crisis que ahora me tenia en cama, solo quería que todos se fueran, había tanta gente en mi casa y me exasperaba un poco.
- Disculpa, se puede?
- Pasa Lu
- Te sientes mejor?
- Si un poco
- Ricardo te mando el agua
- Es tan raro que estés acá.
- Es raro para mi estar acá
- Que nos paso?
- Yo creo que lo que corresponde decir es Qué no nos pasó
- La verdad es que ya lo entendí
- Que cosa?
- Que lo nuestro no fue, que perdí mi oportunidad y tu corazón ya está ocupado
- Cuando estaba en blanco oí tan clara tu voz, Lu siempre vas a tener un lugar demasiado grande en mi corazón
- Lo se, pero seamos realistas, aunque lo intentáramos, tu siempre la vas a tener a ella presente y yo siempre los voy a tener a ellos presentes
- Lucia perdóname, por que un pedazo de mi se rehúsa a dejarte ir, pero...
- La amas, lo sé - se quedo en silencio unos segundos y miro a la nada - dices que oíste mi voz, pero sin embargo la llamaste a ella cuando estabas delirando
- Delire?
- Sí, todo el rato
- Lucia yo...
- Nada Amanda - dijo sin dejarme terminar - no pasa nada, tranquila, las cosas son como son y no hay que darle más vueltas al asunto
- Pero cuesta
- Lo sé, cuesta mucho
- Me das un abrazo?
Aquel abrazo se sintió tan diferente, no era el mismo abrazo de siempre, era un termino en paz, lo que se podría llamar una tregua de amor, por que amor había y mucho, pero no el necesario para intentarlo una vez más, si ella hubiese sentido ese amor no le hubiese pesado la muerte de Felipe y si yo hubiese sentido tal amor, no me hubiese importado dejar a Diana, pero al contrario, Diana era lo único que quería en este momento. El abrazo de Lucia sin duda alguna había terminado con todos mis conflictos mentales.
El carraspeo de garganta de Ricardo hizo a Lucia alejarse de mi, tenia lagrimas en sus mejillas al igual que yo, se limpio su car y luego limpio las mías - Que ondi - dijo Ricardo mientras Lucia sonreía negando con su cabeza - no te hagas ideas equivocas cuñado - dijo ella dándome un beso en la mejilla - sera mejor que me vaya, cuídate por favor - dijo para caminar hasta la puerta
- Lu - dije antes de que saliera - no te pierdas por favor
- Siempre podemos encontrarnos en algún otro lugar - dijo saliendo, podía ver la angustia en su mirada, sentí con ella el dolor.
- Que paso? - Ricardo pregunto un tanto apresurado
- nada, un abrazo de despedida o algo parecido
- Y nada más?
- No, porque?
- Por que Diana llego desesperada a verte y aún no abría la puerta y ya se devolvía, tomo a Amanda de la mano y salio por la puerta.
Aquello parecía mentira, una broma de mal gusto, porque tenia que pensar lo que no era, por que tenia que ver algo más que un abrazo simple y claro la historia no me hacia mucho favor, pero aún así, tenia ganas de salir corriendo tras ella, ganas de decirle que no imaginara lo que no había, pero a penas intente ponerme de pie mi cuerpo se desvaneció, que mierda me pasaba, como un resfriado podía afectarme tanto y en especial ahora, cuando más quería salir por ella.
- Creo que es hora de que me vaya - A penas la oí
- Lucia...
- Esta bien Amanda, te respeto lo suficiente para saber cuando es hora de marchar
- Lo siento
- Lo sé. Cuídate, por favor.
No dijo nada más y salio por la puerta dejando su presencia aún conmigo, probablemente si se buscara la definición de Confusión en el diccionario, podrían encontrar una foto mía.
- Por que no la buscas y le dices la verdad?
- Ya le dije la verdad
- Amanda, a mi no me engañas, se te nota al hablar que aún la amas
- Diana, oíste algo de lo que le acabo de decir? - Pregunte no reprochando, sino esperando que hubiese oído.
- Es difícil no oír si hablaban tan fuerte
- Entonces sabes que aún la amo y no se si llegue el día en que la deja de amar
- Entonces?
- Entonces nada, el amor es lo principal, pero la desilusión esa mata todo Diana, yo se que la amo, porque esto que siento es mucho más que un querer, pero ya no siento todo lo que un día sentí, ni siquiera el deseo, ni siquiera las ganas, nada.
- Lo que te pasa es otra cosa Amanda - dijo acercándose a mi y sentándose a mi lado. - estas confundiendo lo que sientes por Amandita y, lo que podrías tener con ella y conmigo con lo que de verdad sientes por Lucia
- Ya. Otra vez con lo mismo? ahora no Diana, deja de decirme como me siento que si alguien lo sabe soy yo y si, estoy confundida, pero estoy confundiendo el amor que le tengo a ella con el amor que nunca deje de sentir por ti! - aquellas palabras me salieron del alma y Diana no respondía no decía absolutamente nada. - Diana, estoy mal? estoy pidiendo la oportunidad de tener contigo lo que no puede tener antes?
Diana me miraba sin hacer el intento de responder a lo que preguntaba, hasta que me regalo su sonrisa, sin moverse del lugar en donde estaba sentada a diferencia de mi que me sentaba lejos de ella pero sin perder su cara, le devolví la sonrisa y me sonroje, pude ver la habitación llenarse de recuerdos, colmar cada espacio, Tomás saliendo rápidamente y yo quedándome con ella, en la misma posición que estábamos sintiéndome culpable por las mil y una ideas que se me cruzaban en la cabeza mientras mi hermano estaba fuera del alcance. Ella sentada leyendo el libro que le regale para su cumpleaños, con el pelo tomado y sus lentes de abuela con los que siempre la molestaba, pero la verdad era que me encantaban, ella me encantaba, podíamos pasar horas en esa posición no se cuantas veces habrá leído el mismo libro o la misma pagina, pero era nuestra manera de querernos, ella sentada leyendo y yo sentada contemplándola. La realidad me golpeo sutilmente con con una carcajada que soltó de la nada, La mire entre riendo e intrigada, esperando que me dijera el motivo de su risa sin preguntárselo...
- Recuerdos - dijo guiñándome un ojo - es tarde, necesito dormir, que mañana una señorita me atacara de madrugada
- En el cajón de arriba hay pijamas o poleras, usa lo que quieras
- Bueno
- Que duermas bien
- y tu donde vas a dormir?
- Aquí
- Tonta - se acerco a mi y me tomo de la mano para llevarme a la pieza
- Di...
- Di, nada, ni que fuera la primera vez que duermes a mi lado.
De nada sirvió rehusarme y no lo hacia por que ella no estuviese incomoda, lo hacia por mi, por que su cercanía me producía escalofríos; intente acomodarme lo más lejos posible, pero no sirvió de nada, se metió a la cama y acomodo su cabeza en mi pecho, fue como si el tiempo se detuviera, como si el oxigeno de la habitación de pronto comenzara a acabar y me costara para respirar, tomo mi mano que se ocultaba nerviosa entre las sabanas, entrelazo sus dedos a los míos y poco a poco me devolvió la capacidad de respirar. Diana, que pretendes...
- El tema es Amanda, que lo nuestro siempre fue metafórico por tanto tiempo desee tenerte cerca, pero yo amaba a tu hermano y aun al día de hoy siento como si lo estuviese engañando.
- Y por mi? que sentías por mi?
- Siempre me pregunte si se podía amar a dos personas a la vez, se puede Amanda?
- Se puede amar a muchas personas en esta vida, pero sentirte enamorada de alguien? ese espacio es solo para una persona.
- Sigo sintiendo que lo traiciono
- Shhhh...
Y en aquel silencio que pedí nos quedamos dormidas, ella sobre mi pecho y yo con mi rostro hacia el techo, creyendo que el tenerla aquí era un sueño, pero los sueños son a veces más reales que la misma realidad.
- Que será Amanda? - Mire a mi lado y Tomas masticaba la zanahoria que tenia en su mano
- Sientes el sabor?
- No, pero es entretenido
- Tomas...
- Es hermosa cierto? mi hija
- Si, es idéntica a ti
- No, se parece a Diana
- Tomy...
- Estoy cansado Amanda, es hora de que deje este lugar
- A que te refieres?
- A que es hora de que de el paso
- No te volveré a ver?
- En tus sueños, los normales al menos
- Seras solo un recuerdo en mi conciencia
- Pero me veras... volviendo a lo importante - Giro su cuerpo y pude ver a Lucia, hacía tanto tiempo que no la veía en mis sueños, no habían pasado ni dos horas desde que la tuve en frente y sin embargo...
- Que va a ser Amanda - interrumpió mis pensamientos haciéndome caminar y la apegada a mi cuerpo en mi habitación
- Como?
- Trucos, privilegios de querer dejar este mundo.
- Perdóname Tomas.
- Si esperas que te diga que tienes que estar con ella esperas en vano
- Yo se con quien tengo que estar.
- No, no lo sabes, tu corazón en estos momentos tiene una batalla, cualquiera podría verlo, por momentos es ella quien gana - dijo señalando a Diana - pero en otros es Lucia
- Tengo miedo, miedo de buscar a Lucia, darle esa oportunidad y vivir con la duda de que Diana era mi verdadero amor, Tomy me aterra eso!
- Y a que más le temes
- A estar con ella, a perderme queriéndola, a perderle a ella.
- Tranquila cariño, pronto lo sabrás solo decide desde aquí - dijo poniendo su mano en mi pecho - y no desde aquí - con su otra mano tomo mi cabeza y deposito un suave beso en mi frente para luego desvanecerse como si nunca hubiese estado.
El aroma del café recién preparado me despertó placenteramente, abrí mis ojos y una pequeña gran sonrisa me esperaba atenta - Buuu! - grito y la tome para comérmela a besos, entre cosquillas y risas estuvimos hasta que Diana nos golpeo la puerta - levántate fea, Amanda deja que la tia se levante, tu leche está lista - La pequeña me dio un beso fugaz y se marcho a la cocina.
- Me vuelve loca tu hija
- iba a decir algo que prefiriere omitir - puso su cara de picardía y se retiro de la pieza ¿estaba mal desear que todos mis días fuesen así?
- Definitivamente no va a ser justo - dije entrando a la cocina solo con un mini short y una musculosa, Diana se quedo viéndome sin reaccionar, me causa gracia su cara.
- Que no va a ser justo? - pregunto notando mi risa y sonrojándose
- Qué me despierten unos ojos maravillosos, que preparen desayuno y qué luego se marchen y mi vida vuelva a ser aburrida.
- Amanda...
- Qué mami? - respondía de inmediato Amanda causando la risa de ambas.
- No tu mi vida, tu tía. Y tú... para, ya te lo dije
Diana había preparado café del verdadero, tenia leche, panqueques y fruta sobre la mesa, definitivamente no estaba acostumbrada a desayunar tanto
- No creo que pueda con tanta comida
- te lo comerás todo, no me levante de madrugada para perder todo
- Me quieres en engorda?
- No, te quiero saludable!
- Me quieres y punto?
- Tonta - dijo intentando mantenerse seria, lo que hacia que su sonrisa fuese más notoria
Seguimos desayunando, entre conversaciones banales, risas y gracias de Amandita, adoraba a esa pequeña, pero todo lo bueno dura poco, aún no terminábamos de desayunar y sonaba el timbre.
- No quiero abrir
- Ve - decía Diana casi ordenándome que me levantara una vez más deseaba el puto ojo mágico en la puerta
- Pero que sexy manera de recibirme! - gritaba Paulina entrando mientras le dejaba la puerta abierta
- Paulina ella es Diana, Diana Paulina - dije mientras me sentaba a terminar de desayunar sin darle importancia
- Así que tu eres la famosa!
- Soy famosa? - me preguntaba Diana
- Al parecer si.
- Un gusto Diana, he oído tanto de ti y la verdad nada te hace justicia
- Paulina! - dije regañándola
- Tu debes ser la pequeña Amanda! - dijo dándole un beso a Amandita - soy la mejor amiga de tu tía Amanda o la única en realidad
- Esta es tu ex? - me preguntaba al oído Diana
- Si - conteste restándole importancia - porqué?
- Linda ella - contesto a mi oído y le tape la cara con el mantel que tenia en mis manos
- Que te pasa! - grito Paulina al verme hacerlo y yo respondí con un prendido rojo facial
- Antes no era así, está medio loca - le dijo riendo Diana a Paulina
- Desde que la conozco que es igual - respondió Paulina, debo decir coqueteando desvergonzadamente
- A que se debe tu visita querida Paulina
- A que vengo a felicitarte
- Porque?
- Por la patada en la raja que le diste a Lucia, después de todo lo que te hizo sufrir venirte a buscar
- Pau - dije mirando a Amandita - tu vocabulario por favor.
- perdón! perdón! - levanto sus manos como si no hubiese cometido falta
- como supiste? - pregunte con un dejo de tristeza en mi voz
- Susana... pero vine por qué me pidió que nos organizáramos para el cumpleaños de tu hermatonto
- Verdad! se me había olvidado que Ricardo estaba de cumpleaños
- Quiere que sea sorpresa y Diana, estas cordialmente invitada
- Gracias Paulina, pero se me complica salir con la pequeña
- No seas mentirosa que cuando sales la dejas con la tipa esa
- Que tipa?
- La pendeja esa que te mira con cara de no se qué
- Amanda... - levanto una ceja y aquello bastaba para que yo dejara de hablar - Gracias por la invitación Paulina.
- Estoy segura que iras - dijo sonriendo - ahora tu y yo - dijo tomándome del brazo - manos a la obra
- Ahora?
- Obvio tenemos mucho que hacer
- No quiero ahora! - reclame
- Tu planifica y yo voy a hacer algunas compras para el almuerzo, te parece? - pregunto Diana
- Mmm... Yo planifico, me esperas y vamos de compras - respondí con una gran sonrisa
- Mmm! si sigues así Diana no te dejara ir
- Tengo fecha de expiración Paulina, es solo por hoy!
- Eso esta por verse! - respondí jalando a Paulina al sofá - Manos a la obra tu y yo
Por casi una hora fueron más que nada discusiones entre lo que sabia le gustaría a Ricardo y la idea que tenían entre Susana y Paulina, que claro la primera se las había traspasado a la segunda...
- Un acto circense Pau? Circense!? Ricardo los odia!
- La que los odia eres tu Amanda
- Te equivocas eso es de familia - Diana se acerco a nosotras riendo y se sentó a mi lado mientras seguíamos discutiendo
- No Pau, eso si que no!
- Porqué no?
- Parte por que Ricardo odia los magos y sigue por que no es un niño!
- Ya, me doy, nada te párese bien
- Tus ideas son malas que es distinto
- Pero Amanda si conoces tanto a Ricardo propón algo tu
- Diana tiene toda la razón, solo has alegado todo el rato
- Y si le arrendamos un yate y le damos la sorpresa ahí, nosotras preparamos todo, la gente que llegue temprano y bla, bla, bla, Susana que se encargue de llevarlo y lo sorprendemos - dije que una sonrisa de oreja a oreja, mi propia idea me tenia ansiosa
- Se pensó y se hizo, tu te preocupas de gestionar todo eso y yo del catering, el dj y toda la parafernalia
- Me parece, ahora te puedes retirar
- No me invitaras al almuerzo? - cuando Paulina me buscaba el odio, generalmente lo encontraba - me voy, me voy, no me mires así!
- Paulina, está no es mi casa pero igual te invito a almorzar - dijo Diana conciliadora, como siempre
- Gracias Diana, solo bromeaba, tengo una cita en dos horas - cita?
- Y tu polola Pau?
- Qué polola?
- En algún momento tendrás que parar!
- Está vez no fue mi culpa, pero no quiero hablar de eso, pasado y olvidado
- No preguntare nada entonces.
- Me parece bien. Diana un gusto - dijo abrazándola - cuídame a esta tarada
Diana se despidió ella y solo sonrió, me levante a abrirle la puerta a Paulina y a despedirla - Inténtalo, ella si vale la pena - Creía tan fervientemente en lo que me decía Paulina, pero era inútil ignorar que una parte de mi se aferraba con uñas y dientes a Lucia.
Fuimos en mi auto a hacer las compras, Amandita quería comer papas fritas, luego de una larga discusión con su madre por la comida chatarra logre convencerla. Caminar por los pasillos del supermercado con la niña sentada en el carro y Diana a mi lado reclamando si llevar helado para el postre, fruta o del todo no llevar nada.
- Helado de Chocolate!!! - gritaba con su diminuta voz Amandita
- Amanda, comerás papas fritas y ahora helado, es demasiado
- Diana, no seas tan estricta, es solo un día
- si, pero tu le haces los gustos un día y soy yo la que tiene que luchar con ella los otros días para que coma
- No seas exagerada, si yo la he visto comer y no deja nada en el plato
- Amanda cuando tu estas se porta de lo mejor, cuando no, yo tengo la batalla diaria con la comida
- Pero la solución es fácil, te vienes a vivir conmigo y así come todos los días - mi sonrisa era tan grande que se le hizo inevitable sonreír después de mis palabras
- Así de fácil tu solución - avanzo aún riendo mientras yo definitivamente sacaba el helado de chocolate para ponerlo en el carro, mientras la pequeña cantaba "chocolate, chocolate" - Te aguanto el helado y las papas, pero la crema y la cobertura la sacas Amanda.
- Di, cuando tu y yo vivamos juntas, al menos dos veces al mes se comerá chatarra en casa
- Y se supone que así me convencerás?
- No, te estoy preparando antes de tiempo ademas, no sacare ni la crema, ni la cobertura porque a mi me gusta!
- Cuando viv... Nada!
- Ibas a decir cuando vivamos?
- No! - negó intentando no reír
Ahí estábamos riendo, mientras me golpeaba el brazo para que dejara de hacerlo, como si fuera la rutina de todos los meses, sin duda alguna mi felicidad era eterna, bueno la felicidad nunca es eterna.
- Diana? - la voz de una desconocida la nombraba a mis espaldas, intente demorarme en voltear mi cabeza para saber quien era, pero me costo un poco
- Andrea, hola como estas? - respondía ella mientras se acercaba a saludarla, pero la tal Andrea le robaba un abrazo y mi cabeza se preguntaba quien mierda es esta Andrea.
- Que sorpresa encontrarte por acá, sigue en pie lo el viernes cierto? - El viernes? que cosa tenían el viernes?
- Si claro, por supuesto que sigue en pie - Hola! yo sigo aquí!!
- Amanda está preciosa Diana - claro por supuesto que conocía a la niña
- Si, más odiosa también.
Dado que la conversación seguía y parecía que yo no estaba presente me hice la loca y me aleje del pasillo entre otras personas que había ahí, no quería que me hiciera una introducción, pero bastaba con un "Ella es Amanda, la tía de Amanda" bueno, se oía extraño, pero cualquier cosa hubiese sido mejor que nada, avance por dos o tres pasillos buscando nada en realidad, era inevitable no sentirme mal en ese momento. Seguí perdida en mis pensamientos, si no es por que una señora me dice "su celular esta sonando" ni me habría dado cuenta.
- Bueno?
- Por fin contestas!
- Hola Richie
- Richie?
- Si, como Richie Ricon, me gusta más que tu nombre
- Me reiría si no fuera por la voz de perro que tienes
- Ríete, yo me estoy riendo igual - Diana se asomaba por el final del pasillo, seguí hablando con mi hermano y me acomode a su lado
- Entonces ahora quitaras esa risa
- Porqué?
- Mamá quiere vernos
- No me interesa Ricardo
- No está bien, en algún momento tienes que ceder
- Déjame que lo piense, pero no te aseguro nada
- Bueno hermanita, te quiero y cambia la cara
- ja, ja. yo no te quiero mucho en este momento.
Corte la llamada y avance en silencia al lado de Diana, Amanda me miraba haciéndome muecas, como no reírme con aquellas muecas
- Me falta huevos y leche en casa y ya podemos irnos - dije avanzando sin mirarla, no es que estuviera enojada, me sentía no se... extraña, lo peor es que ella sabia que algo me molestaba; el silencio nos siguió toda la vuelta a casa, mis únicas conversaciones fueron con la pequeña.
- Amanda, vete al cuarto de tu tía a jugar - la niña aun no entraba a la casa y ya la estaba mandando.
Tomó mi mano y me guío hasta el sofá, casi me empujo para que me sentara y ella se sentó a mi lado
- Que pasa? - pregunte esperando el motivo de su actitud
- No voy a estar todo el día encerrada aquí si sigues con esa cara
- Tengo la misma cara de siempre
- Amanda, tu actitud, para.
- Así esta bien? - pregunte dándole la más fingida de mis sonrisas
- Discúlpame, por favor, discúlpame por no presentarte a Andrea, cuando me di cuenta habías desaparecido
- O sea que la viste y se te olvido que yo estaba ahí?
- Perdón, no se que me paso
- Puedo saber quien es?
- Andrea es mi ex
- Ah... y tienen cita el viernes
- No, nada que ver, tenemos una reunión sobre unos negocios que estábamos tratando
- Ya, preparemos el almuerzo?
- Amanda, córtala, no es para que te enojes tanto
- No estoy enojada Di, vamos a preparar el almuerzo - dije poniéndome de pie
- Oye - tomo mi mano y me obligo a mirarla
- Qué
- Termina con tus celos
- No estoy celosa, me molesto que me ignoraras - argumente soltándome de su mano
Me siguió a la cocina para preparar todo, en cada momento que podía buscaba sacarme una sonrisa, llego un punto en el que aguantarme era peor que reírme...
- Se te paso la maña? - dijo tomándome por la espalda y rodeándome con sus manos desde atrás
- me sentí mal cuando me ignoraste
- y me disculpe por eso
- Lo se, pero no quita que me haya sentido mal
- La verdad es que me puse nerviosa - recostó su cabeza en mi hombro y me apretó con fuerza con sus brazos
- Y porqué te pusiste nerviosa? - pregunte sonriendo y tomando entre mis manos las de ella
- no se, porqué soy tonta
- No es una muy buena razón te diré.
- Amanda a donde llegaremos con esto?
- Por mi hasta el final
- Y donde seria eso?
- Di... - me di vuelta para poder ver su cara - Yo quiero estar contigo
- Lo se, pero tengo miedo Amanda - por primera vez daba indicios de que ella también lo quería, oculto su cabeza en mi pecho y me abrazo con fuerza - Qué pasa si ella aparece y dice que te ama, que no puede estar sin ti, yo se que tu también la amas Amanda
- Yo ya no quiero estar con ella
- Lo se, pero tampoco puedes decirme que no la amas, por que lo haces
Aquel abrazo lo sentí eterno, Diana tenia razón, como decirle que ya no amaba a Lucia cuando seguía aferrada a mi a pesar de todo, a pesar de que en este momento lo único que quería era besarla, que con su abrazo los latidos de mi corazón estaban a punto de causar taquicardia, que el hecho de tenerla así de cerca hacia revivir todo sentimiento en mi por ella.
- Mamá!! - el grito de Amanda nos aterro a ambas y nos causo tanta risa al ver que era por una pequeña araña saltarina o una "anaña" como ella decía
Tome a la araña y la lance por la ventana - listo desapareció la anaña mi vida - la pequeña se me colgó del cuello, me pare con ella en brazos mientras ella me daba besitos pequeñitos en la mejilla.
- Ya basta de besos me pondré celosa y con los celos de una señorita ya basta por hoy
- Ja, ja! no me simpatizas. Amandita me ayudas a poner la mesa?
- si! si! si!
El almuerzo comenzó y termino entre risas, no deje que Diana lavara nada y pasamos directo al postre y ahí estábamos como una familia común y corriente, riendo de las travesuras de la nena mientras Diana robaba de mi helado y yo robaba del de ella, felices, como si nada más importara, pero nuevamente la felicidad tenia que acabar
- La hora que es! Amanda termina luego tu helado que tenemos que irnos
- Pero no! no se vayan, por fa, quédense otro rato
- Amanda, se hará tarde, no quiero manejar de noche, recuerda que no vivo cerca
- Quédense otro día
- Amanda, tu mañana trabajas y yo tengo que preparar todo para la reunión del viernes
- Ah, tu reunión...
- No empieces bueno, ha sido una tarde demasiado linda para que la eches a perder
- No he empezado nada - dije riendo
- Mamá y la tía no se pede queda en la casa
- no mi vida, la tía tiene que trabajar mañana
- Mañana doblo turno, trabajo todo el día y toda la noche y el viernes tu tienes tu reunión, con quien dejaras a la niña?
- con la niñera
- Me puedo ir a quedar yo con ella
- Mmm... con una condición
- Cual?
- Que duermas antes de ir a casa, el sábado trabajas?
- No
- Entonces llega a las siete de la tarde y te quedas en casa te parece?
- O sea que tu cita es en la noche
- Amanda!
- Esta bien...
La niña termino de tomarse su helado y no mucho tiempo después Diana tenia todo listo para marcharse, me sentía como con un vació por dentro, como si no las fuera a ver por mucho tiempo, como cuando terminaba mi serie favorita, no me gusta este sentimiento.
- No quiero que te vayas
- Haces los mismo pucheros que Amandita
- Es que tenemos el mismo nombre - dije acercándome a ella
- Y las mismas mañas - dijo ella dándome un beso en la mejilla
- y acá? - pregunte poniendo la otra mejilla
- Fresca - dijo dándome otro beso
- Oye... - dije acercándome a su oído - la próxima vez que me des un beso va a ser más largo
- Inténtalo! - me dijo arrancándose de mi y subiéndose a su auto.
Me quede como media hora mirando la calle por donde se habían ido, perdida en mis pensamientos, buscando las respuestas que ya tenia, pero cuesta tanto decirlo, cuesta tanto dejar ir.
- Así que pésima tu cita
- La peor cita en años
- Que paso?
- Hablo de su ex todo el rato, no hablaba nada coherente, definitivamente prefiero un cerebro antes que un cuerpo bonito, si no me envías ese mensaje no se como salgo de ahí
- No me acostumbro a estar sola Pau, Diana se fue y sentí un vacío enorme, no me gusta estar sola en casa, extraño a Ricardo, extraño a Tomás, extraño a...
- Lucia?
- Si, la extraño, se puede amar a dos personas cierto?
- Amanda, Lucia no es para ti
- Pau, soñé con ella toda mi vida, la soñé tanto hasta que la encontré, sentí sus besos, sentí su tacto, su cuerpo enredado a mi cuerpo y nunca me sentí más completa que cuando estuve con ella
- Y Diana, que es para ti Diana?
- Diana es lo real, pero a la vez lo que siempre fue imposible, no me pertenecía, nunca me iba a pertenecer y eso me hacia sentir aun más por ella, el día que asumí me había enamorado de ella, recuerdo que llevaba un vestido amarillo no muy largo, se había puesto los aros que le regale para su cumpleaños y bastó una mirada, la primera que me daba con esa intención para saber que estaba perdida por ella y también supe que seria un sufrimiento constante estar cerca de ella
- y seguiste ahí?
- Como la masoquista que soy, dolía más estar lejos que estar cerca, al menos sabia que estaba con mi hermano y no con otra persona
- Definitivamente masoquista Amanda, yo no hubiese aguantado
- Sabes que es lo que me da más miedo...
- Tomar la decisión equivocada
- Ese es el tema, no tengo decisión que tomar, el miedo es no dar todo de mi
- Pero igual sigues confundida
- Es difícil cuando todo lo que tuviste era bueno, cuando lo que sentiste con esa persona fue lo mejor que habías sentido en tu vida
- Yo lo único que se, es que Lucia no es para ti, se dejo llevar por su conciencia y no se dio cuenta a tiempo que su conciencia era a tu lado
- Lo sé
- Algo suena allá adentro - puse oído y al parecer se le había quedado el celular a Diana, corrí para contestar la llamada "casa" decía en la pantalla
- Se te quedo el celular! - grite burlándome
- Ya lo sé, te iba a llamar para decirte que habíamos llegado sanas y salvas, supuse que se me había quedado allá
- Ya te extraño Di...
- Ven a mi casa entonces
- Me hablas en serio?
- No, tonta, es tarde y mañana trabajas
- Te quedaras sin celular hasta el Viernes
- Lo sé, quizás y óyeme bien, solo quizás mañana vaya por el
- Entonces lo llevare al hospital
- Bueno, trata de no husmear mucho en el por favor
- Oye, yo no soy intrusa como tu
- No te creo mucho, pero confiare en ti
- Diana... Me haces falta en esta casa vacía
- Amanda, no me hagas sentir culpable por venirme, como si antes de que yo volviera a tu vida no hubieses tenido una ya armada, ni siquiera te acordabas de mi.
- De verdad piensas eso?
- Si, yo era quien tenia y aun tengo el recuerdo constante de ti, de tu hermano y de tu familia entera, a diario durante todo este tiempo
- Y esperaste a decirme esto por teléfono?
- Es lo que siento.
- Ok. Llevare tu celular en caso de que vayas al Hospital, cuídate y beso a Amanda, chao.
- Le cortaste? - Los enormes ojos de Paulina me hacían retractarme de lo que había hecho
- La embarre?
- Que te dijo?
-Se escuda como siempre, que yo antes de ella tenia mi vida y no me acordaba siquiera de ella, que era ella quien tenia el constante recuerdo y claro si nombra a su hija con mi nombre, como no? es mi culpa que ella se fuera ahora? es mi culpa no haber estado con ella todo este tiempo?
- No era algo que te correspondía Amanda, en el fondo tu mamá tenia razón en hacer lo que hizo
- Explícate Paulina
- Estoy de acuerdo con que la forma no fue la correcta, quizás ella debió hacerse cargo más transparentemente, pero tu la hubieses dejado? o hubieses querido hacerte responsable de la niña?
- lo segundo
- y tu carrera? tus planes? tu vida Amanda, a ti no te correspondía vivir la vida de tu hermano, no en ese entonces
- Y ahora, ¿ahora me corresponde? si lo que dices fuese cierto ahora tampoco me correspondería
- Es que ahora es tu vida la que vivirás, sin culpas, ha pasado el tiempo necesario para empezar de cero.
La noche llego y nuevamente estaba sola en casa, el vacío era tan grande que de pronto todo se volvió pequeño, mi corazón comenzó a agitarse y sentí que no habían ni puertas ni ventanas, el espacio enorme se veía reducido en mi cabeza, era la primera vez que tenia una sensación así y no me gustaba, las manos me sudaban, mi respiración era corta intentado aspirar todo el aire necesario, como si no hubiese oxigeno suficiente para sobrevivir, no se como, no se en que momento me levante de la cama y corrí a abrir la ventana; Las consecuencias las viví en la mañana, no cerré la ventana, no apague la luz, ni mucho menos cerré la puerta de mi dormitorio, me quede dormida así, rogando no volver a repetir la experiencia, pero el dolor de garganta y la tos que traía me complicaría enormemente para mi día laboral, aun no llegaba a trabajar y ya me enviaban con cuanto remedio se les ocurrió para la casa, sería una larga semana.
"Richie! te necesito bro, necesito mi enfermero favorito, estoy en casa... Help!"
Aquel mensaje de voz debe escucharse cómico, típico de mi, me ataca a la garganta y mi voz se vuelve la de una niña muy ronca que no puede alzar la voz, para la noche probablemente sea inexistente.
La peor decisión de mi vida fue llamar a mi hermano para que me cuidara, jamás había tomado una sopa más mala en el mundo, o un te de hierbas con menos gusto que aquel que me sirvió, le agradecía enormemente el que me quisiera cuidar, pero parecía que me quería matar.
- Esta rica - dije en un intento de voz
- Mentira, no te la tomes, llamare a Susana, yo me rindo
- No, Richie tranquilo, vete a casa yo estaré bien
- Si claro y mañana te encuentro durmiendo en el patio. Llamare a Susana.
Ricardo tenia razón, la comida de Susana era mucho mejor, nunca había disfrutado tanto de la compañía de Susana como ahora, se quedaron conmigo hasta la noche, Ricardo pidió permiso en el trabajo y se quedaría el otro día también, pero había algo que me preocupaba y a parte de que no había llamado en todo el día, ni siquiera habia ido por su celular, tenia que quedarme con la pequeña y así no podía llegar a ninguna parte.
- Richie...
- Amando tienes fiebre, que te doy?
- Nada, se me va a pasar
- Bueno, tu sabrás. ¿que me ibas a decir?
- Se suponía que está tarde me quedaría con la niña, Diana tiene una reunión, porque no vas tu y le llevas el celular
- Y porque no la llamas?
- Por que está enojada conmigo, larga historia, puedes?
- Y a ti quien te cuidara?
- Yo me quedo con ella mi amor, ve tranquilo - dijo Susana asomándose por la puerta
- Esta bien, pero toma su temperatura cada media hora, si le sube mucho hay que llamar al Doc.
- Ve! es largo el viaje
Ricardo se fue y me quede conversando con Susana, bueno lo poco que podía hablar, no se en que momento me quede dormida, hacia tiempo que no dormía tan bien, no estaba soñando, todo estaba obscuro, pero podía oír la voz de Susana, ni siquiera entendía lo que decía, solo oía su voz, debo estar soñando definitivamente, la voz de Lucia era tan clara, pero no la podía ver, por más que lo intentaba, no la veía, Lucia, vete de mi cabeza de una vez.
Cuando abrí los ojos estaba semi desnuda en una tina llena de bolsas de hielo, Lucia estaba a mi lado sosteniendo mi cuerpo y Susana estaba al lado de un tipo que en mi vida había visto.
- Que paso?
- Lucia ayúdame a llevarla a la cama - dijo el tipo ese que no conocía
- Yo puedo sola - dije intentando pararme, "intentando" por que no pude ponerme de pie
Me llevaron hasta la cama, Lucia no me dejo decir nada, ni mucho menos hacer, Susana y quien quiera que fuese esperaron afuera, mientras ella me secaba y me vestía, tenerla tan cerca me tenia en estado de shock, si mi cabeza no entendía nada de lo que pasaba, ahora estaba completamente bloqueada.
- Estabas con fiebre, Susana no sabia que hacer, Ricardo no contestaba y Paulina tampoco, tuvo que llamarme a mi
- Quien es el tipo ese? - pregunte mientras me arreglaba la polera
- Un amigo, es medico el nos ayudo
- Ricardo respondió?
- Si viene en camino
- Ah.
La miraba y no dejaba de asombrarme, como tener una conversación con ella así, como si todo estuviese bien entre ambas, cuando no era así, una gran parte de mi no la quería ahí y la otra... la otra no quería que se fuera nunca.
- Te dije que esa fiebre no estaba bien! - Grito Ricardo entrando de golpe a la pieza
- Richie mi cabeza - dije mientras la tomaba entre mis manos
- Lo siento hermanita, estas mejor? como te sientes?
- Tengo frío, me duele la cabeza y... Richie que haces aquí y Amandita?
- La traje ponte tu, esta en el sofá preocupada por ti, pero le dije que no podía entrar después le pegas tus bichos
- Ah... me siento como si estuviera agonizando, tantas caras aquí - dije mirando al amigo de Lucia, el supuesto doctor.
- Ella tiene razón, les dejare una receta para que no le vuelva a dar esa fiebre y déjenla descansar, Lucia, yo me retiro - Lucia se acerco a el para acompañarlo supongo - Amanda, espero que te recuperes pronto y cuídate para que no te agraves.
- Gracias - no había mucho que decir, ni que me hubiese salvado la vida
- Y este quien es - dijo Ricardo haciendo cara de desprecio
- Amigo de Lucia
- Y la cuñada que hace acá?
- Susana la llamo por ayuda
- Ah, estas enojada entonces
- Un poco...
- Diana debe estar por llegar
- Vendrá por Amandita?
- Viene por ti imbécil, me ha llamado a cada rato para saber como estas
- Pensé que estaba enojada aún
- Ella piensa que tu estás enojada, quedo en shock cuando me vio llegar, debo decir que vi la desilusión en sus ojos
- Mmm... porque no me llamo entonces.
- Ni idea.
- Tengo sed...
- Te traigo agua
Ricardo salio de mi pieza y después de haber pasado por aquella estúpida crisis que ahora me tenia en cama, solo quería que todos se fueran, había tanta gente en mi casa y me exasperaba un poco.
- Disculpa, se puede?
- Pasa Lu
- Te sientes mejor?
- Si un poco
- Ricardo te mando el agua
- Es tan raro que estés acá.
- Es raro para mi estar acá
- Que nos paso?
- Yo creo que lo que corresponde decir es Qué no nos pasó
- La verdad es que ya lo entendí
- Que cosa?
- Que lo nuestro no fue, que perdí mi oportunidad y tu corazón ya está ocupado
- Cuando estaba en blanco oí tan clara tu voz, Lu siempre vas a tener un lugar demasiado grande en mi corazón
- Lo se, pero seamos realistas, aunque lo intentáramos, tu siempre la vas a tener a ella presente y yo siempre los voy a tener a ellos presentes
- Lucia perdóname, por que un pedazo de mi se rehúsa a dejarte ir, pero...
- La amas, lo sé - se quedo en silencio unos segundos y miro a la nada - dices que oíste mi voz, pero sin embargo la llamaste a ella cuando estabas delirando
- Delire?
- Sí, todo el rato
- Lucia yo...
- Nada Amanda - dijo sin dejarme terminar - no pasa nada, tranquila, las cosas son como son y no hay que darle más vueltas al asunto
- Pero cuesta
- Lo sé, cuesta mucho
- Me das un abrazo?
Aquel abrazo se sintió tan diferente, no era el mismo abrazo de siempre, era un termino en paz, lo que se podría llamar una tregua de amor, por que amor había y mucho, pero no el necesario para intentarlo una vez más, si ella hubiese sentido ese amor no le hubiese pesado la muerte de Felipe y si yo hubiese sentido tal amor, no me hubiese importado dejar a Diana, pero al contrario, Diana era lo único que quería en este momento. El abrazo de Lucia sin duda alguna había terminado con todos mis conflictos mentales.
El carraspeo de garganta de Ricardo hizo a Lucia alejarse de mi, tenia lagrimas en sus mejillas al igual que yo, se limpio su car y luego limpio las mías - Que ondi - dijo Ricardo mientras Lucia sonreía negando con su cabeza - no te hagas ideas equivocas cuñado - dijo ella dándome un beso en la mejilla - sera mejor que me vaya, cuídate por favor - dijo para caminar hasta la puerta
- Lu - dije antes de que saliera - no te pierdas por favor
- Siempre podemos encontrarnos en algún otro lugar - dijo saliendo, podía ver la angustia en su mirada, sentí con ella el dolor.
- Que paso? - Ricardo pregunto un tanto apresurado
- nada, un abrazo de despedida o algo parecido
- Y nada más?
- No, porque?
- Por que Diana llego desesperada a verte y aún no abría la puerta y ya se devolvía, tomo a Amanda de la mano y salio por la puerta.
Aquello parecía mentira, una broma de mal gusto, porque tenia que pensar lo que no era, por que tenia que ver algo más que un abrazo simple y claro la historia no me hacia mucho favor, pero aún así, tenia ganas de salir corriendo tras ella, ganas de decirle que no imaginara lo que no había, pero a penas intente ponerme de pie mi cuerpo se desvaneció, que mierda me pasaba, como un resfriado podía afectarme tanto y en especial ahora, cuando más quería salir por ella.
Excelente, he entrado todos los días para ver la continuación y ha válido la pena. Es interesante él giro de la historia, la exploración de la confusión, los miedos de diana y amanda..... Me encanta diana, pero no deja de ser triste lo que no pudo ser con lucía. Por favor la continuación pronto
ResponderEliminarGracias por ser constante y paciente! me ha costado mucho poder actualizar a tiempo.
Eliminaral fin!!!! como nos hiciste sufrir con la espera,pero como siempre te digo,lo vales,muy buen capitulo, cada vez mas enrredado ,que dilema tiene Amanda, ojala ya no la hagas sufrir mas, espero la conti de este relato y de los otros. besos
ResponderEliminarGracias por comentar Josefina! ya subi la conti del otro relato! :)
EliminarMmm Lucia fue tonta e insegura pero la prefiero a ella, muy buen capi como siempre y no tardes en la conti, saludos y que estes bien
ResponderEliminarBueeehhh .. qué te puedo decir ... ha valido la pena la espera pero para variar, nos dejas con el "y ahora???" :-/ Sólo espero te apiades de nosotras y no nos hagas tan larga la tortura. Saludos
ResponderEliminarKam