Ahí donde solíamos reunirnos II

Capitulo 1: Nunca fue un sueño

No sé lo que he soñado en la noche pasada; triste muy triste debió ser el sueño, pues despierto la angustia me duraba. Noté al incorporarme húmeda la almohada, y por primera vez sentí al notarlo de un amargo placer henchirse el alma. Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... sé que aún me quedan lágrimas.” – G. A. Bécquer.



La distancia entre ella y yo eran probablemente cuatro mesas, como no reconocer su rostro, si por tanto tiempo fue alguien presente en mi vida, sonrió y tomo mi rostro ante la locura que significa el que este fuera de mi cabeza, el hecho de que exista, pienso en Tomas y en cómo se alegraría si le contara que la tengo delante, probablemente me alentaría a hablarle o le hablaría él. La realidad ya para mí no existe, lo ilógico se vuelve cada vez más lógico y la observo como una desquiciada, de seguro alguien me contempla hacerlo y debe pensar que soy alguna depravada, miro a mi alrededor pero nadie está pendiente de mis acciones, en cambio yo estoy muy pendiente de las de ella, recibe su café y se sienta a exactamente las mismas cuatro mesas de distancia, ideas de cómo se llamara, que aroma tendrá, como se oirá su voz rondan mi cabeza, porque claro, nunca oí su voz, mis sueños no eran tan perfectos.
Me absorbo en pensamientos sobre ella, no debería estar aquí, debería haberme ido hace mucho rato, pero quien es ella y porque diablos ha estado toda mi vida en mis sueños, mientras más le doy vueltas a esto en mi cabeza, más loca me siento. Desvié abruptamente cuando me di cuenta que su mirada se cruzo con la mía, el rubor visito mis mejillas y como no hacerlo me había descubierto, vuelvo mi mirada a ella y me está mirando, pero en su rostro hay solo confusión, lo distingo, distingo todas sus expresiones, no deja de mirarme y de pronto una línea recta se traza entre su mirada y la mía, me cuestiono si esto es real o estoy soñando, probablemente es un sueño y ella volvió a visitarme, ella cubre su rostro con un libro que traía en sus manos, no logro distinguir el titulo, le doy un sorbo a mi café y me quemo con él, no, no es un sueño, baja el libro y me da nervios volver a mirarla a los ojos, pero de reojo puedo ver una sonrisa fugaz en sus labios, vuelvo mi vista a ella y ya estaba de camino a la puerta, cuando llegue a ella pude ver su silueta doblando en una esquina, la idea de seguirla se me paso por la cabeza, pero no la lleve a cabo, ya estoy lo suficientemente loca como para hacer el ridículo, a demás que podría decirle, “hola, he soñado contigo toda mi vida?” no, probablemente se asustaría, o pensaría que soy alguna loca que uso una típica frase para llamar la atención y mientras más lo pienso más lejos estoy de la posibilidad de seguir sus pasos, ya no lo hice, ya no hay vuelta atrás.
- Antonia, esa persona que acaba de irse viene siempre? – pregunte a la mesera con la que siempre coqueteaba – Si, es cliente frecuente – respondió - que raro, no la había visto antes – no viene en tu horario, generalmente viene cuando estamos por cerrar, pero porque tanto interés? – la molestia en su pregunta era evidente y solo podía causarme risa – ningún interés en particular, pero sabes su nombre? – no bonita, lo siento pero su nombre no lo sé – gracias Anto, eres un amor – lo sé – respondió despidiéndose de mi.
Eran casi las cinco de la tarde y por primera vez en mucho tiempo quise ir a verlo, nunca supe que quería que lo cremaran, pero esos eran sus deseos, su novia de toda la vida había guardado una carta en la que él decía, “si me muero mañana, por favor que me cremen, que mis cenizas sean esparcidas en el mar, para que cada vez que tus pies toquen la arena en cualquier lugar del mundo, sepas que estoy contigo”. Nadie lo puso en duda, pero me cuesta venir al mismo lugar donde lo deje ir, la arena juguetea con mis pies y el agua me abraza en cada oleada, lo extraño, pero más que extrañar lo necesito.
- La vi Tomy, la encontré por fin – se que el no me responderá, pero hablarle al aire, pensando que el me escucha me calma, cierro mis ojos y continuo mi conversación sin respuesta alguna – era tal cual lo que siempre pensamos, pero no pude oír su voz – sigues igual de tonta y lenta – mire a mi lado y ahí estaba, con la misma ropa que el día que me dejo, pienso un segundo y choco con la realidad – me quede dormida – digo mirando al cielo que de un momento a otro estaba estrellado – yo también me quede dormido, de que otra forma podría venir a verte – te extraño Tomy, te extraño tanto – estoy siempre contigo, aunque no me veas, a cada que puedo te vengo a ver – tu me puedes ver a mi, pero yo a ti no – a caso no me sientes? – sentirte? Hay veces que te siento, pero no es lo mismo, lo sabes – así que la viste, es hermosa cierto – y tu como lo sabes? – pregunte confusa – obviamente por tus dibujos no, digamos que tengo contactos y si, es real – contactos, donde estas Tomy, con qué clase de gente te juntas en ese lugar – sabes que no puedo hablar de eso – está bien, pero la viste, oíste su voz? – no pude oír su voz – como la ibas a oír si estabas a metros de distancia y ni siquiera te atreviste a decir hola – Tomas! Me viste! – y tú la veras de nuevo, te lo prometo, pero la próxima vez, háblale.
Desapareció antes que pudiera prometerle nada, el sol golpeo en mi rostro y tuve esas ganas de siempre de no despertar, de volver a dormir, pero al menos lo había visto en mis sueños, hay quienes ni eso puede hacer con quienes han partido. Mis pies estaban arrugados de tanto contacto con el agua, mis pantalones también, esa sensación de tener ropa húmeda en mi cuerpo siempre me desagrado, camine hacia las rocas y me quede ahí por un rato, por alguna razón no me quería ir, no me podía ir, era como si una fuerza ajena a mi me retuviera en aquel lugar y por supuesto ella era la causa de mi permanencia, la vi, la sentí asomarse por las rocas y sentarse un poco más lejos de mí, saco un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió, que terrible manera de arruinar el paisaje pensé, quise decir “no sabía que fumaras” pero que ridículo habría sido decir eso cuando ni siquiera podía presentarme con ella; Botaba el humo del cigarro y jamás pensé que encontraría ese simple acto sexy alguna vez en mi vida, siempre lo deteste, pero en ella era diferente, las ganas por oír su voz agitaban mi pecho y la necesidad de hablarle se hacía cada vez más presente, de pronto algo cambio, todo el esquema que pensaba armar se vino abajo y no supe cómo actuar.

- Hola – un simple “hola” me había desarmado por completo no supe que responder, de hecho no respondí del todo – quizás esto te parezca extraño, pero creo que he soñado contigo – si un hola me había descolocado, aquellas palabras hacían que las ganas de desmayarme aumentaran – lo siento, debes pensar que estoy loca, disculpa y olvida lo que dije – mi estado inerte no me permitía responderle una vez más ahí estaba sin actuar, hasta que la brisa saco las palabras que no podía decir – Oye! Espera, no te vayas – se dio vuelta y regreso hasta mi – hola soy Lucía – dijo estirando su mano y una gran sonrisa vino a mi – Amanda, Mucho gusto – dije mi nombre saludándola con la mano y ese simple acto nos llevo a un nuevo mundo. 

Comentarios

  1. Weeeee
    Me encannntaaa!!! Me alegro unn moonton q vuelvas a escribir!!! Saludos.

    Arg.

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  2. Gracias!!! La tercera parte la publicare acá!

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  3. Ha estado muy bien el relato.

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  4. Muy buen capi, espero la conti pronto, interesante historia

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  5. Sos una genia escribiendo <3 Siempre me gustaron tus relatos. :)Espero con ansias la tercera parte.

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  6. Oh oh jejeje si que quede sorprendida... Quisiera leerte pronto, me gusta tu historia

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  7. Me alegra tanto que hayas regresado! Jajaja adoro cómo escribes y espero con ansias las siguientes publicaciones.
    Tus relatos siempre me atrapan.

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  8. Me encanto la historia espero escribas pronto la conti... Besooos!

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  9. Realidades a los sueños, me gusta que ella por fin crea que la vida tiene grandes sorpresas... que bien tobilu aqui te seguiré

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  10. Excelente, felicitaciones, en espera de la siguiente parte... Saludos

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  11. Querida Tobilu:
    Es un placer volver a leerte!
    Esperaba tanto que publicaras nuevamente.
    Te seguiré leyendo acá.
    Espero la siguiente parte con ansias...

    Y felicidades! :)

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